Hoy celebramos a San Gangulfo, laico, que llegó a la santidad siendo mayordomo de palacio de Pipino el Breve.
Nació en una de las familias más ilustres de Borgoña, y su educación fue proporcionada por unos padres que le inculcaron una fe profunda. Desde su juventud fue conocido por su santidad.
Sus padres murieron y Gangulfo se casó, dicen que con una mujer que no compartía su piedad pero que contaba con una alta dignidad aristocrática.
A Gangulfo se le atribuyen varios milagros, entre ellos, uno en el que como Moisés, hace brotar agua del suelo pegándole un golpe con un palo.
Mientras Gangulfo se encontraba fuera de casa, su esposa le traicionó y tomó como amante a un sacerdote. Gangulfo se enteró y aunque ella lo negaba, la verdad acabó saliendo a la luz.
Gangulfo le da su dinero y se retira a una vida de ermitaño, de oración y de penitencia.
Pero un día su esposa regresa junto al amante, y éste último ataca a Gangulfo mientras dormía y le hiere mortalmente. Gangulfo murió tras recibir los sacramentos el 11 de mayo del 760.
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