La institución expresa así su rechazo al proyecto de ley que pretende despenalizar el aborto, ignorando las amenazas del Gobierno de retirar las subvenciones públicas.
La Pontificia Universidad Católica de Chile ha declarado que no se practicarán abortos en su red de salud, a pesar del proyecto para despenalizar el aborto impulsado por la presidenta Michelle Bachelet. En declaraciones al diario La Tercera, el médico y rector de la Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, ha defendido que «el respeto a la vida es un bien mayor y principal en nuestro quehacer médico». Por lo tanto, en los centros médicos que pertenezcan a la red UC Christus los profesionales sanitarios no realizarán abortos. «Si hay profesionales que están disponibles para realizar abortos, deberán ir a trabajar a otros lugares en donde esta práctica se realice y acepte”, advierte el rector. Con esta declaración de principios, la Universidad Católica de Chile pretende defender la vida desde su concepción, cuando desde el Gobierno chileno se ha llevado al Congreso un proyecto de ley que pretende despenalizar el aborto en tres supuestos: violación, riesgo de la vida de la madre e inviabilidad del feto. Para el rector de la Universidad Católica, este proyecto es «una propuesta de aceptar el aborto, es decir, legitimar acciones conducentes a eliminar la vida de un niño en gestación, por decisión materna”. La Universidad está recibiendo toda clase de presiones políticas para que en sus centros sanitarios se practiquen abortos cuando se cumplan los tres supuestos, si el proyecto de ley llega a aprobarse. Desde el Gobierno se ha recordado a la Universidad que recibe subvenciones públicas y que debería tenerlo en cuenta antes de declara categóricamente que no realizarán abortos. También la Clínica Universidad de Los Andes y el Hospital Parroquial de San Bernardo se sumaron a la postura de la Universidad Católica tras las declaraciones de su rector, apelando a la «objeción de conciencia y a los valores institucionales». Por su parte, el Obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, ha sostenido que en las instituciones sanitarias que dependan de la Iglesia Católica «siempre se van a respetar los principios fundamentales de la ley moral y natural, que es el respeto de la vida humana bajo toda circunstancia».
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Pues parece que es la única católica que no practica abortos, no sólo de Chile, sino del mundo.
Desde luego, en España los practican todas. Porque ya no hay que obsesionarse con el aborto.
Eso de que no hay que obsesionarse con el aborto es una estupidez. ¿Acaso no merece toda nuestra atención la muerte de millones de inocentes? Lo malo es que parece que algunos católicos la respuesta es no.
ya bergoglio lo dijo, no hay que insistir mas sobre el aborto.