Hace diez años la Congregación para el Culto Divino daba dos años a las Conferencias Episcopales para preparar al pueblo para adaptar el Canon de la Misa a las palabras originales en latín.
El decreto aprobado por el Papa Benedicto XVI el 17 de octubre de 2006, establece que en la parte de la Consagración, donde actualmente se dice la Sangre de Jesús “será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”; se dirá que “será derramada por vosotros y por muchos”; en vez de “por todos”; para así reflejar mejor el original en latín: “HIC EST ENIM CALIX SÁNGUINIS MEI… QUI PRO VOBIS ET PRO MULTIS EFFUNDÉTUR IN REMISSIÓNEM PECCATÓRUM.”.
El 17 de octubre de 2006, el Cardenal Francis Arinze, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, les escribió a los presidentes de todas las conferencias episcopales respecto a la traducción de pro multis en las palabras de consagración del Ordinario de la Misa. A modo de información para nuestros lectores, les ofrecemos una traducción libre de la carta del Cardenal-Prefecto.
CONGREGATIO DE CULTU DIVINO ET DISCIPLINA SACRAMENTORUM
Prot. no. 467/05/L
Su Eminencia/Su Excelencia,
En julio de 2005, esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió a todos los presidentes de las conferencias episcopales solicitando su respetada opinión con relación a la traducción a diversos vernáculos de la expresión pro multis en la fórmula para la consagración de la Preciosísima Sangre durante la celebración de la Santa Misa (ref. Prot. n. 467/05/L del 9 de julio de 2005). Las dos Congregaciones estudiaron las respuestas recibidas de parte de las conferencias episcopales y presentaron un informe al Santo Padre. Bajo su dirección, esta Congregación ahora se dirige a Su Eminencia/Su Excelencia en los siguientes términos:
Un texto correspondiente a las palabras pro multis, transmitido por la Iglesia, constituye la formula que se ha estado utilizando en el Rito Romano en latín desde los primeros siglos. Durante los últimos 30 años más o menos, algunos textos vernáculos aprobados han llevado la traducción interpretativa de «por todos», «per tutti», o su equivalente.
No existe duda alguna en relación a la validez de las Misas celebradas utilizando una fórmula aprobada debidamente y que contenga una fórmula equivalente a «por todos» como lo ha declarado ya la Congregación para la Doctrina de la Fe (cf. Sacra Congregatio pro Doctrina Fidei, Declaratio de sensu tribuendo adprobationi versionum formularum sacramentalium, 25 de enero de 1974, AAS 66 [1974], 661). Por cierto, la fórmula «por todos» correspondería indudablemente a una interpretación precisa de la intención del Señor expresada en el texto. Es un dogma de fe que Cristo murió en la Cruz por todos los hombres y mujeres (cf. Juan 11:52; 2 Corintios 5:14-15; Tito 2:11; 1 Juan 2:2).
Sin embargo, existen muchos argumentos a favor de una interpretación más exacta de la fórmula tradicional pro multis:
Los Evangelios Sinópticos (Mt 26:28; Mc 14:24) hacen referencias específicas a «muchos» por quienes el Señor ofrece el Sacrificio, y esa expresión ha sido enfatizada por algunos eruditos bíblicos en relación a las palabras del profeta Isaías (53:11-12). Hubiese sido enteramente posible que los textos del Evangelio usaran «por todos» (por ejemplo, cf. Lucas 12:41); en vez de eso, la fórmula dada en la narración de la institución es «por muchos» y las palabras se han traducido fielmente de este modo en la mayoría de las versiones bíblicas modernas.
El Rito Romano en latín siempre ha dicho pro multis y nunca pro omnibus en la consagración del cáliz.
Las anáforas de los varios Ritos Orientales, ya sea en griego, siríaco, armenio, lenguas eslavas, etc., contienen en sus respectivas lenguas el equivalente verbal del latín pro multis.
«Por muchos» es la fiel traducción de pro multis, mientras que «por todos» es más bien una explicación del tipo que pertenece propiamente a la catequesis.
La expresión «por muchos», mientras que se mantiene abierta a la inclusión de cada persona humana, refleja también el hecho que esta salvación no ocurre en una forma mecánica sin la participación o voluntad propia de cada persona; más bien, se invita al creyente a aceptar en la fe el don que se ofrece y a recibir la vida sobrenatural que se da a aquellos que participan en este misterio y a vivir así su vida para que sean contados entre los «por muchos», a quienes se refiere el texto.
De acuerdo con la Instrucción Liturgiam authenticam, se deberá hacer esfuerzos para ser más fieles a los textos latinos de las ediciones típicas.
A las Conferencias Episcopales de aquellos países en donde la fórmula «por todos» o su equivalente está siendo utilizada actualmente, se les solicita que emprendan una catequesis necesaria de los fieles acerca de este asunto en los próximos uno o dos años a fin de prepararlos para la introducción de una traducción vernácula precisa de la fórmula pro multis (e.g., «por muchos,» «per molti,» etc.) en la próxima traducción del Misal Romano que los obispos y la Santa Sede aprobarán para ser usados en sus países.
Con las expresiones de mi más alta estima y respeto, quedo de usted, Su Eminencia/Su Excelencia,
Devotamente suyo en Cristo,
+ Cardenal Francis Arinze Prefecto
Después de esta carta, numerosas conferencias episcopales del mundo comenzaron una labor catequética para explicar a sus presbíteros y a todos los fieles las razones de este cambio. Alemania y Estados Unidos adaptaron sus misales de acuerdo con las indicaciones del Papa. Francia ya venía diciendo «por la multitud».
Sobre el Pro Multis Es la expresión usada en los relatos de Institución de los evangelios. “ésta es mi Sangre de la Alianza que se derrama por muchos” (Mc 14, 24); “Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados” (Mt 26, 28). Se relaciona con otros textos bíblicos, como el cuarto cántico del Siervo de Yahvé: “Mi siervo justificará a muchos… cargó los pecados de muchos e intercedió por los rebeldes” (Is 53, 11-12); “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida como rescate por muchos” (Mt 20, 28; Mc 10, 45). Quiere reflejar que no todos aprovechan los frutos de esta salvación que Cristo ofrece a todos, pues algunos pueden cerrarse a ella o pueden rechazarla (judíos, musulmanes, etc…). El Concilio de Trento, en el decreto sobre la justificación (Sesión VI, cap. 3), expresa de la siguiente manera quiénes son justificados por Cristo: Más, aun cuando Él murió por todos [2 Cor 5, 15], no todos, sin embargo, reciben el beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se comunica el mérito de su Pasión. En efecto, al modo que realmente si los hombres no nacieran propagados de la semilla de Adán, no nacerían injustos, como quiera que por esa propagación por aquél contraen, al ser concebidos, su propia injusticia; así, si no renacieran en Cristo, nunca serían justificados [Can. 2 y 10], como quiera que, con ese renacer se les da, por el mérito de la Pasión de Aquél, la gracia que los hace justos. Por este beneficio nos exhorta el Apóstol a que demos siempre gracias al Padre, que nos hizo dignos de participar de la suerte de los Santos en la luz [Col. 1, 12], y nos sacó del poder de las tinieblas, y nos trasladó al reino del Hijo de su amor, en el que tenemos redención y remisión de los pecados [Col 1, 13 s].
Además de en inglés y francés, y en muchos países de habla hispana, en los ritos griego, siriaco, armenio y eslavo el celebrante utiliza la fórmula «Por muchos».
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