«El Padre Cané abusó sexualmente de mi hermana de 11 años «

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Me llamo David, tengo 36 años y nací en una familia con problemas. Así comienza el relato de esta presunta víctima de abusos sexuales en el grupo «Nous Camins» que ha sido entrevistada por INFOVATICANA.


La Casa de Santiago fue un seminario de vocaciones tardías creado en la diócesis de Barcelona, a finales de los años 70, en el cual se suscitaron diversos escándalos, especialmente a raíz de una asociación llamada Nous Camins, dirigida por un sacerdote-formador de la Casa, Francisco Andreo García (fallecido en 2013), que actuaba junto a una serie de diáconos, entre los que cabe destacar a Pere Cané Gombau y Alberto Salvans Giralt.

Una de sus víctimas, que tiene ahora 36 años, ha querido denunciar aquella trama, que a través de la Asociación Nous Camins se encargaba de reclutar chicos y chicas de familias desestructuradas. Más de una de esas familias confiaban sus hijos a Salvans y Cané, para que les llevasen por el buen camino. Esos hechos (y otros similares) ya se denunciaron en su día, a finales de los años 80. Al conocerse los hechos, el cardenal Jubany prometió a las familias que los diáconos Salvans y Cané habían sido reducidos al estado laical.

Nada de ello sucedió. Francisco Andreo siguió siendo sacerdote de la diócesis de Barcelona y estuvo destinado en Kenia. En cuanto a los diáconos, Pere Cané pasó a la diócesis de Milwaukee y Alberto Salvans a la de Westminster . Ambos fueron ordenados sacerdotes. Nadie supo quién firmó las cartas dimisorias para que dos diáconos de Barcelona pasasen a otras diócesis. Un auténtico caso de encubrimiento eclesial que una de sus víctimas ha querido rememorar en exclusiva para INFOVATICANA con esta entrevista.

Toda esta terrible historia comenzó cuando conociste a la ONG Nous Camíns, ¿a qué se dedica esta organización y quién la dirige?

Esta ONG, fundada por el P. Francisco Andreo y Pere Cané (ente otros que desconozco y/o no me acuerdo), trabajaba junto a una serie de diáconos y seminaristas organizando excursiones y colonias con niños y niñas de familias desestructuradas. Pero también con niños y niñas o adolescentes que querían colaborar con esta ONG. Muchos, después de algunas colonias de verano, veían el percal y no volvían. Unos dejaban de colaborar y otros buscaban ayuda en otros sitios.

¿Cómo entraste en contacto con la ONG Nous Camíns?

Es una ONG que nos venía ayudando desde antes de que yo naciera. Los conocíamos del barrio de Badalona en el que vivíamos. Mi madre tenía gran necesidad de ayuda y estas personas nos socorrieron. Tanto es así que cuando nací fui ahijado de bautizo de dos de los fundadores de esta ONG: Pere Cané y Angels Fornaguera. Éramos 7 hermanos. Yo soy el pequeño y, hasta que cumplí los 4 años, vivíamos con mi padre y mi madre, en Badalona, justo delante de la Parroquia de Santa María, donde comenzó Francisco Andreo. Pero por los problemas de adicción de mi padre y, por haber seducido a una de sus hijas, mi madre tuvo que abandonarlo en el año 1982, llevándose a sus hijos con ella. Para resolver esta situación fue ayudada por la ONG Nous Camíns.

¿Cómo ayudó en un principio la organización a tu familia?

Pere Cané, se hizo cargo de mí a través de Pablo Cirujeda Ranzengerger (Licenciado en Medicina y Cirujia y Licenciado en Teología). En aquellos tiempos, en el año 1992, realizaba el MIR en el Hospital Clínico. Actualmente es Vice-Presidente de Nous Camins. Pasaba la mayor parte del tiempo con él. Angels Fornaguera se hizo cargo de mi hermana Carme en la llamada «Casa de las chicas», situada en el barrio del Clot. Albert Salvans fue el que se hizo cargo de mi hermano Víctor en Londres. Los otros cuatro hermanos más mayores eran demasiado rebeldes y ya habían adoptado demasiados vicios de conducta como tenía mi padre. Esta ONG, no solo nos ayudó a mi madre, mis hermanos y a mí, a buscar casa en el centro de Barcelona dejando a mi padre en Badalona (con sus adicciones, hasta que poco tiempo murió). También nos metieron en un colegio internado, situado en Sant Feliu de Codinas, ya que en el nuevo entorno, mi hermano mayor Carlos, siguió desarrollando las adicciones, las mismas que mi padre, y, se adentraba en las drogas y posteriormente en la delincuencia, debido a la infancia que había vivido en Badalona.

¿Qué actividades realizabais los niños que recibíais la ayuda de Nous Camíns?

Acudíamos a excursiones y colonias, propiciadas para sacarnos de aquél entorno en el que mi hermano mayor había adoptado los vicios de mi padre, incluso más graves, consistían en ir a una masía situada en Castellterçol; l’Arge-mira. Y también a otra masía de campo, que no recuerdo su localización geográfica, que se llamaba El Molí. También íbamos a la parroquia Sant Domench, del barrio Pueblo Seco. En verano íbamos con ellos más tiempo. Íbamos a “MERCABARNA” a buscar alimentos para las colonias. Realizábamos trabajos y, la mayor parte del tiempo era muy constructivo y se correspondía con la labor de Nous Camíns.

¿Cuándo comenzaron los abusos que denuncias?

Comenzamos a ir a la Arge-mira cuando yo tenia unos 5 años. Mi hermano Víctor tendría unos 7 años y, mi hermana Carme tendría unos 9 años. Carme a los 11 años ya comenzó a tener relaciones sexuales con Pere Cané, sin penetración, pero con eyaculación por parte de él, según me cuenta mi hermana. Yo no sufrí abusos sexuales forzados por parte de ningún miembro de esta organización, pero si “estupro” (copular con una persona empleando la seducción o el engaño para alcanzar el consentimiento de la víctima). Recuerdo tener sexo con un colaborador indio, de unos 40 años aproximadamente (que deduzco que era de Londres, de la rama de Albert Salvans). Este colaborador era muy simpático y estaba detrás de mí. Nos fuimos con disimulo al bosque y practicamos sexo oral. Fue como si hubiesen traído a este colaborador para que tonteara conmigo sutilmente y, así, yo me desinhibiera. Imagino que, este colaborador, luego informaría de cómo me había desenvuelto en el sexo y, si podría tener alguna patología adquirida en mi hogar natal. Ellos experimentaban con nosotros de esta manera.

¿Y los monitores realizaban prácticas sexuales con los niños abiertamente?

Tengo la sensación de que la dinámica de esta ONG era emparejar perfiles de chicos y chicas a los que ayudaban con perfiles de monitores y/o seminaristas-diáconos. Según el nivel de trauma que ellos juzgaban, emparejaban con unos o con otros. Mi hermano Víctor tiene el recuerdo de estar en las duchas y, una monitora, señalándole el pene, exclamar: “este va a ser para mí”. Desconozco otras experiencias similares de mi hermano y, aún tenemos pendiente hablar, debido a que está en la cárcel por un delito de agresión sexual. Una conversación con él podría encajar las triangulaciones perversas que hacían estas personas.

¿Cómo era la actitud hacia el sexo que tenían los miembros de la organización?

Recuerdo las charlas moralistas con el fallecido P. Paco Andreo en las que ponía mayor énfasis en que teníamos demasiados tapujos y que teníamos que ser espontáneos “sexualmente hablando“. Nos obligaban a ir desnudos cuando íbamos a bañarnos a un pantano a pocos kilómetros de la masía. Recuerdo también lo permisivos e irresponsables que fueron con los vicios tanto de los niños como de los monitores (sin tener en cuenta mis antecedentes familiares). Todo esto, dejándonos hacer a nuestro libre albedrío. Y cuando pasaban cosas (relacionadas con el sexo) lo solucionaban con risas y diciendo que era normal. Cuando empezamos a ir a los pantanos, generalmente en zonas apartadas, el que no hacía nudismo estaba desprestigiado. Los monitores también iban desnudos. Recuerdo también muchas charlas «muy raras» con Avelino Bassols.

Dices que no sufriste abusos sexuales forzados, pero sí que fuiste sometido a otro tipo de vejaciones…

Una tarde a la hora de comer, estaban todos los monitores sentados y, como de costumbre, los niños servíamos la comida. Cuando estaba sirviéndole a Oriol Regales, este me cogió el pene y lo agitó varias veces de forma brusca. Todo esto lo vio Pablo Cirujeda, Ricardo, Esteve, Marti Colom, María José, Mónica Codina y Natalia. Esto para mí fue bastante humillante, ya que, al no mostrar mucho interés en los temas sexuales, intentaban desprestigiarme, por no ser más abierto en el sexo. Todos rieron a carcajadas. También recuerdo frotamientos con Antonio Aguirre, ahora sacerdote, un día que estaba convaleciente en cama. Todo esto con el consentimiento de mi padrino, Pere Cané. Era como si nos lo pusieran a “huevo” después de charlas sensualizadas.

¿La organización te utilizó a ti o a cualquiera de los otros niños para beneficiarse económicamente?

Tengo recuerdos de ir a visitar a personas, empresarios y ejecutivos. No entendía estas visitas, pero con los años entendí que se lucraban con mis hermanos y conmigo. Me decían que pusiera cara de pena. De acuerdo que nos ayudaban económicamente, pero no creo que hubiese costado tanto que lo hiciera un profesional (psicólogo o psiquiatra), que nos hubiese orientado. La sensación era como si por habernos sacado de aquel ambiente en la infancia estuviésemos en deuda con ellos. Comulgar con sus ideas y sus formas de proceder.

Se presentaron varias denuncias contra la ONG, pero Nous Camíns siguió con su actividad y sigue en la actualidad. ¿Crees que los servicios sociales y la propia Iglesia miraron hacia otro lado?

Los servicios sociales no deberían habernos dejado con esta ONG, a la que pertenecía Pere Cané que ya había sido investigado por esos tiempos por el Tribunal Eclesiástico de Barcelona, y el procedimiento se paró en su día y no se ha vuelto a saber nada. Ni tampoco deberían habernos dejado con unos seminaristas y diáconos extremadamente sensualizados, que, con sus charlas manipulatorias nos llevaban por donde querían y, encima, continúan haciendo esto en otros países. Siempre con el mismo método y, ahora, más organizados. A sabiendas de todo el mundo. ¿Por qué después de recibir esta acusación no se abrió una investigación y con la investigación entrevistas a todos los niños que estaban con ellos en aquellos días? No lo entenderé nunca. Una simple acusación/denuncia ya es objeto de estudio. Y cuando todo esto pasó, yo tenia 10 años y recuerdo que los monitores nos preguntaban si estábamos de acuerdo con lo que decía la gente de que nos violaban…desde luego respondíamos que no. Y no, solo eso, encima los apoyábamos. Y hubo muchas acusaciones en el año 1988. Conozco el caso, que escuché de niño y luego lo he visto en una denuncia, de una muchacha que, seducida por Albert Salvans, fue una de las que puso una denuncia en 1988 y acabó suicidándose.

A pesar de ser sólo un niño, finalmente te opusiste a Pere Cané. ¿Cómo conseguiste acabar con la influencia que ejercía sobre ti?

Un día en una casa de campo llamada: “El Molí” estábamos como de costumbre muchos chicos y chicas. Era evidente que se mantenían relaciones sexuales entre los monitores de aquellas colonias.Aunque lo hicieran en un patio con una puerta cerrada. El ambiente olía a sexo. Una chica llamada Alicia, de unos 13-15 años y yo, nos dedicábamos a reírnos. Esto molestó mucho a los monitores y nos castigaron a los dos juntos en las habitaciones. Y una vez allí, yo continuaba haciéndola reír…sin pasar de las risas. Nos pusimos a chafardear en los macutos de los demás y en el de Pere Cané encontramos unos preservativos. Los cogimos entre risas, los sacamos de sus fundas y los tiramos por el wc. Esto provocó una gran discusión entre Pere y otra monitora (imagino por la imposibilidad de saciar su apetito sexual). A partir de aquí, no supe más de Pere. Supongo que reírme con Alicia en aquel entorno de sexo y luego tirar los condones por el wc significó decirle a Pere que no estaba de acuerdo con lo que estaban haciendo.

¿Y esa rebeldía no tuvo consecuencias?

Supuso entregarme al padre de Alicia. Un pedófilo que estuvo “coaccionándome” y con el que mantuve sexo hasta los 17 años. Coaccionándome, entre comillas porque salir de una secta, en la que todo gira en torno al sexo, es bastante complejo. Y muchísimo más, cuando se hace sin ningún tipo de ayuda profesional. Y digo que supuso entregarme a este pedófilo porque, a través de estas personas, di con él y, era sabido por ellos, que yo estaba en contacto con Alicia y, por lo tanto con su padre. Justamente era la edad en la que tenía que separarme de ellos o aceptarlos y quedarme como colaborador… Yo opté por tirar los condones por el wc, verme con Alicia lejos de ellos y, como castigo a esta actitud, su padre terminaría de hacerme la instrucción sexual que, previamente había tenido con Nous Camins de los 4 a los 14 años, en la que manifesté mi desacuerdo a mantener aquellas relaciones sexuales.

¿Cómo crees que Pere Cané y los otros miembros de la organización podrían justificar los presuntos abusos a unos niños a los que tendrían que haber ayudado?

Pablo Cirujeda, uno de los miembros de la organización, un día me explicó un método alemán que trataba de curar la alergia a la lactosa en niños. Trataba de curar esta alergia dando dosis de lactosa en pequeñas cantidades hasta acostumbrar al organismo. Esta dinámica la aplicaban conmigo en todos los niveles. Siendo asmático recuerdo estar muy cerca de la muerte en varias ocasiones por estar durmiendo entre el polvo. De hecho, recuerdo que en un ataque de asma, me cambiaron de cuarto, a uno con muchísimo más polvo. Y al preguntar a Pau, me explicó este método. Este mismo principio fue aplicado al tema sexual. Al haber salido de un entorno así, estas personas trataron de quitarme los traumas de mi vida de esta manera. Con una gran dosis exagerada de sexo para desinhibirse y solucionar problemas afectivos. Imagino. Era como si estuvieran fomentando mi faceta sexual y luego se ponían a observar cómo me desenvolvía.

¿Crees que la denuncia que haces ahora conseguirá acabar con lo que a ti te ha provocado tanto sufrimiento?

No creo que exista nadie capaz de solucionar o corregir lo que estas personas hicieron, pero espero que este escrito sirva para algo. La dinámica que utilizaban era hacerte caer en acciones de las que tuvieses que avergonzarte y esconderte, con el fin, de que tu nunca pudieras denunciar nada, por vergüenza o por creer que era iniciativa y culpa tuya. Te hacían “caer en delitos” de manera de tenerte cogido y nunca pudieras delatar a nadie. Era una forma de cerrar la boca.