Con motivo del domingo de la alegría, el Papa regaló un libro «para que lleven siempre encima». “Jesús es nuestra alegría y estamos llamados a testimoniarla”, son palabras del Papa en el tercer domingo de Adviento, llamado también guadete de la alegría, antes de rezar la oración mariana. Cientos de fieles, sobre todo niños, llenaron la plaza de San Pedro como suele suceder todos los domingos, pero hoy se respiraba un ambiente especial: casi todos llevaban en sus manos la figurita del Niño Dios que pondrán en su pesebre la noche del 24, para que Francisco los bendijera. Recibido con una gran ovación cuando se asomó a la ventana del Palacio Apostólico, antes de rezar el Ángelus, Francisco reflexionó sobre la felicidad a la que aspiramos cada uno de nosotros, y sobre la alegría de los cristianos de ser llamados a testimoniar, porque “Jesús mismo es nuestra alegría”. Y recordó que todos los bautizados estamos llamados a ayudar a los demás a descubrirla, o a redescubrirla, si hubiera sido olvidada. Se trata de una “misión bellísima”, enfatizó. “Jesús no es un personaje del pasado, es la palabra de Dios que hoy continúa a iluminar el camino del hombre, y sus gestos -los sacramentos- son la manifestación de la ternura, de la consolidación y del amor del Padre sobre cada ser humano”. Después de rezar a la Madre de Dios, el Papa saludó detalladamente a los distintos grupos de peregrinos y les pidió a todos que cuando oren delante del pesebre, se acuerden de él “igual que yo me acuerdo de ustedes”, aseguró. Hablando sobre la importancia que tiene la oración en el día a día, Francisco explicó que se les iba a entregar un libro de oraciones, para los diferentes momentos de la jornada y de las situaciones de la vida.
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Y recordó que todos los bautizados estamos llamados a ayudar a los demás a descubrirla, o a redescubrirla, si hubiera sido olvidada. Se trata de una “misión bellísima”, enfatizó. “Jesús no es un personaje del pasado, es la palabra de Dios que hoy continúa a iluminar el camino del hombre, y sus gestos -los sacramentos- son la manifestación de la ternura, de la consolidación y del amor del Padre sobre cada ser humano”.
«Cientos de fieles, sobre todo niños, llenaron la plaza de San Pedro como suele suceder todos los domingos, pero hoy se respiraba un ambiente especial: casi todos llevaban en sus manos la figurita del Niño Dios que pondrán en su pesebre la noche del 24, para que Francisco los bendijera.»
Dios ama a los que son como niños pues de ellos es el reino de los cielos.
En el domingo llamado “De Gaudete” (De alegría), la Plaza de San Pedro en el Vaticano se vio colmada de fieles que quisieron participar en el rezo del Ángelus con el Papa Francisco, y que recibieron un particular regalo de su parte: un libro de oraciones, pensado también para los niños.
El pequeños fascículo lleva en su portada una imagen de las Catacumbas de Priscila, en Roma, del siglo III. Unas de las más conocidas y de más valor de la historia. El librito recoge textos de la Biblia, de los libros litúrgicos, del compendio del Catecismo de la Iglesia, del Manual de las Indulgencias y de la tradición.
Muchos de los presentes en la Plaza llevaron también imágenes del niño Jesús del pesebre, para que el Papa los bendijera. Ahí ellos escucharon cómo Francisco aseguró que “el corazón del hombre desea la alegría”.
El Santo Padre, en su discurso previo al rezo mariano explicó por qué a este día se le llama “De la alegría”: “Se llama así porque la misa inicia con una antífona que dice ‘Alegraos siempre en el Señor’, recogiendo la exhortación del apóstol San Pablo”.
“Toda familia, todo pueblo aspira a la felicidad”, dijo para explicar después cuál es la alegría a la que está llamado el cristiano para vivir y testimoniar.
“Es aquella que viene de la cercanía de Dios, de su presencia en nuestra vida”.
El Papa recordó que la llegada de Jesús a la historia, con su nacimiento en Belén, ha hecho que “la humanidad haya recibido el germen del Reino de Dios, como un terreno que recibe la semilla, promesa del futuro recogido”.
Para el Santo Padre “no se trata de una alegría que hay que esperar o pospuesta hasta el Paraíso: que aquí en la tierra estamos tristes, pero en el Paraíso estaremos jubilosos”, sino que “es una alegría real y se puede experimentar ahora”.
A mi me vale con un simple devocionario y el SANTO ROSARIO. Esto del librito de Francisco me da igual. Si fuera un Papa normal me detendría a ver qué pretende con este manual suyo de oración, pero con las cosas raras que hace prefiero no arriesgarme.
Viva Cristo Rey
Alguien me puede decir que oraciones pone el librito?
No vaya a ser que nos ponga oraciones suyas , es decir compuestas por el con los rabinos, los imanes o con otras religiones y mezcle todo,.
VCreo que habla de los 5 dedos.
Yo tambien digo que a mi me valen los devocionarios de la Iglesia.
Heinvestigado si hay alguna relacion de los dedos de la mano y la masoneria , encontre esto, no lo transcribo completo para no darle publicidad
El dedo y su simbolismo, y especialmente cada uno de los dedos es muy importante en la Masoneria. Ya que los dedos intervienen en gestos y posiciones rituales.
El dedo anular nos viene a representar los :::”,
el dedo indice “:::::::::::r”,
el dedo pulgar nos simboliza el ::::.
Desde la antigüedad siempre se ha creído que es sumamente desagradable señalar o indicar a alguien con la mano derecha, ya que los iniciados siempre han sostenido que las “Fuerzas Cosmicas” que se concentran en las extremidades…”.
No es que sea mal pensada, `pero como Francisco es rupturista, y no saca del tesoro de la Iglesia sino de su autoria, es mejor estar alertas
Seguí participado querida. Y al decir de Moria, si queres llorar, llorá, mi amor.
»La alegría de la Navidad es una alegría especial que no es sólo para el día de Navidad, es para toda la vida del cristiano. Es una alegría serena, tranquila, una alegría que acompaña siempre al cristiano. Incluso en los momentos difíciles, de dificultad, esta alegría se convierte en paz. El cristiano no pierde nunca la paz, cuando es un verdadero cristiano, incluso en los sufrimientos. Esa paz es un don del Señor». Papa Francisco
Me ausenté unos días, vuelvo y siguen estos cinco gatos locos escribiendo tonteras y ocurrencias en esta pagina digital. Como si en verdad sus “antojos” irían a cambiar el rumbo de los acontecimientos. Al contrario, yo veo que la figura del Santo Padre se agiganta con el correr de los días, su manera de comunicar, sencilla, directa, llana, llega al corazón de la gente que puede entenderlo sin medias tintas. Mal intencionadamente los que se dicen “Cristianos” y bla, bla, bla … solo demuestran ser como “esos jefes” de los sacerdotes que le preguntaban a Jesús con qué autoridad realizaba sus obras. El Papa Francisco explicó que se trata de una pregunta que pone de manifiesto el “corazón hipócrita” de aquella gente, puesto que a ellos “no les interesaba la verdad”, sino que sólo buscaban sus intereses, moviéndose “según el viento”: ‘Conviene ir por acá, conviene ir por allá…’ eran banderolas, ¡eh!, ¡todos! Todos sin consistencia, dijo Francisco. Con un corazón sin consistencia. Y así negociaban todo: negociaban la libertad interior, negociaban la fe, negociaban la patria, todo, menos las apariencias. A ellos les importaba salir bien de las situaciones”. Eran oportunistas: “se aprovechaban de las situaciones”. ¿Y ustedes, qué negocio hacen con estas difamasiones?