El Papa ha nombrado al cardenal de Guinea Conakry para el organismo encargado de velar por la Liturgia. Era hasta ahora Presidente del Pontificio Consejo Cor Unum.
Si algún día llega a ser Papa, Robert Sarah será el primer Papa Africano desde Gelasio I en 492. Nacido el 15 de junio 1945, en Ourous, Guinea, Después de la escuela primaria y secundaria, en 1957 se vio obligado a salir del país para continuar sus estudios en el seminario menor de Bingerville, en Costa de Marfil. De regreso a Guinea después de la independencia, en octubre de 1958, completó sus estudios en el seminario menor de Dixinn. Cuando la escuela fue requisada por el gobierno guineano, tuvo que regresar a la parroquia de Sainte Croix, en Kindia, para completar sus estudios. Fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1969 y poco después fue enviado a Roma donde obtuvo la licenciatura en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, habiendo enriquecido su formación en el Pontificio Instituto Bíblico. Después de un período de estudios en el Instituto Bíblico de Jerusalén (1971-1972), obtuvo la licencia en sagrada escritura. De vuelta a su patria, fue nombrado párroco de Boké, donde permaneció desde 1974 a 1976 y posteriormente asumió el rectorado del seminario menor Juan XXIII de Kindia. Fue consagrado arzobispo el 8 de diciembre de 1979, por el Cardenal Giovanni Benelli. Cuando recibió la ordenación episcopal, era el obispo más joven del mundo, con 34 años de edad. El 1 de octubre de 2001, Juan Pablo II lo nombró secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cargo que ocupó durante nueve años, hasta el 7 de octubre de 2010, cuando el papa Benedicto XVI lo nombró presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”, en sustitución del Cardenal Cordes. En palabras de John Allen, Sarah es una encarnación clásica de la ética que prevalece entre muchos prelados africanos – profundamente tradicionalista en las guerras de la cultura, pero fuertemente progresista sobre temas de justicia social como el medio ambiente, la guerra y la paz, la igualdad económica y el buen gobierno. Tan clásico como discreto, el Cardenal Sarah no tiene grandes dotes mediáticas, probablemente por eso no tiene un historial de declaraciones polémicas o embarazosas , sino que siempre ha preferido el trabajo de perfil bajo, detrás de la escena, campo en el que ha demostrado su valía. Lea su perfil completo aquí.
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Me alegro mucho de este nombramiento. El card. Sarah un verdadero príncipe de la Iglesia.
Bueno más bien un pastor según Cristo quiere. Por cierto que es de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, unida al Opus Dei.