Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el Cielo

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Mateo 18, 15-20. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»

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Comentarios
0 comentarios en “Todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el Cielo
  1. ¿Por qué en la última frase se dice «dos o tres», cuando en la anterior se había especificado «dos»? Cada uno de los que se ponen de acuerdo, amaría al otro como a sí mismo. Entonces el amor propio de uno y otro tenderían a ser iguales: cada amor propio buscaría englobar a los dos. ¿Cómo puede culminar esa tendencia? Quizá si hay un tercer individuo que ama a los otros dos como a sí mismo, entonces la representación de los otros dos que se da en la mente de ese tercer individuo lleva a la perfección la igualdad exigida por el sí mismo.

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