Solo un 13,2% de los españoles acude a misa de domingo

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Misa El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha realizado una encuesta en la que cifra en 13,2% de la población española, aquellos que acuden a misa todos los domingos y festivos. El aumento frente al año pasado es del  1,1%, a la vez que se reduce en un 2,4% la cantidad de españoles que se definen como católicos.

Según el barómetro de junio de 2014 realizado por dicho centro, solamente ha aumentado el número de personas que asisten a misa alguna vez al año (sin contar bodas, bautizos y primeras comuniones), cifra que se plasma en un 5,7% de crecimiento. Dentro de este considerable crecimiento, están comprendidos un 13,2% que dicen acudir todos los domingos (frente al 12,1% del año pasado), un 2,8% que dice asistir varias veces por semana, un 8,5% que asiste quizás una vez al mes, y un 15,3% que afirma que asiste más de una vez al año. Sin embargo, un 59,3% dice nunca asistir a misa durante el año.

Estas cifras son contrastables con aquellas que realizó la Fundación Carmen de Noriega (publicadas en junio de este año), en donde el 81% de los católicos que van a misa dominical eligen la iglesia y horario al que asisten en función de las homilías del sacerdote, y un 68,4% consideraba también la proximidad de la iglesia a su casa.

Según las encuestas del CIS, el 69,7% de la población española se sigue definiendo como católico, lo que representa una importante caída frente al 72,1% que respondió de manera positiva a la misma pregunta el año pasado.

El abandono del catolicismo también se ha plasmado en que un 15,3% de la población se define como «no creyente» y un 10,2% como «ateo», mientras que el 2,1% se define como de otras religiones.

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Comentarios
10 comentarios en “Solo un 13,2% de los españoles acude a misa de domingo
  1. El titular dice «solo» un 13.2%

    Pero a mí sinceramente me parece «mucho» ese 13.2% en relación a lo que veo en mi vida.

    Me alegro que haya habido un aumento del número de practicantes. Que al fin y al cabo es lo que cuenta, pues la disminución del número de católicos es mero formalismo.

  2. Estrictamente, con ir una vez al año a misa ya eres católico. Y es aquí todos somos muy estrictos con lo estrictamente necesario.

  3. Es fruto directísimo, maduro y en sazón, de la aportación durante años de «lo peor de los obispos que ordenaron a lo peor de los canndidatos de los seminarios; sacerdotes que se levantan contra lo mejor de los obispos».
    Y si ese porcentaje lo centramos en los jóvenes que van a misa los domingos, prácticamente el porcentaje se torna irrelevante como número: ni entraría en la encuesta.
    ¿En mannos de qué catequistas ha estado la catequesis de los niños de Primera Comunión, a los que en tantos sitios se los ha llevado sin confesarlos antes? ¿Qué se les ha enseñado que es la Misa? ¿Y qué implicaciones debe tener en la ávida de unb hijo de Dios? ¿Se ha enseñado a se ha silenciado la obligación moral gravce de asistir a la Misa, y la obligación gravísima de los padres de llevar a sus hijos?¿Se ha fomentado y cuidado el ser monaguillos?
    Me contaba hace unos días un párroco mayorcete, ccon mucha «mili» a las espaldas, que cuando le nombraron para la última parroquia en la que está ahora, al cabo de pocos días aparecieron dos niñas que querían ser monaguillas, como había en otros sitios, y como había habido allí mismo. El párroco las acogió con una sonrisa,, les dio un pequeño obsequio…, y les explicó lo siguiente: -Mirad, vosotras seguro que lo hacéis mucho mejor que los niños; lo sé por experiencia; pero si os cojo como monaguillas… me quedo sin monaguillos. Y eso no lo puedo hacer. Se fueron tan contentas, y entendiendo; y tan amigas del sacerdotee,, que quedo con ellas para encargarles otras cosas de la paroquia.
    Y lo mismo, o peor, se ha hecho con las catequesis de Confirmación. Y con los cursillos prematrimoniales. Y con la distribución de la Comuni´pon por laicos, a enfermmos y en las misas. Y se ha fomentado y consentido la comunión en las misas «sin discernir», como ya ponía San Pablo el acento, para evitar «comer y beber su propia condenación». ¿Y el párroco y el obispos de rositas, y llamándose andana?

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