Así hablaba el Cardenal Rodé sobre Maciel

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STOLNICAHomilía de Mons. Franc Rodé en la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en 2005.

Estimado padre fundador, reverendo padre director general, queridos hermanos en Jesucristo:

Un saludo particular va dirigido al P. Marcial Maciel que fue el instrumento elegido por Dios para llevar a cabo uno de los grandes designios espirituales en la Iglesia del siglo XX.

Saludo especialmente al nuevo director general, P. Álvaro Corcuera y su consejo, que asume la guía de una congregación consolidada y pujante, con un innegable dinamismo apostólico y una visión penetrante de su misión presente y futura en la Iglesia y en el mundo.

Un saludo cordial a todos los participantes al tercer capítulo general ordinario de la congregación de los Legionarios de Cristo.

Estimado y querido P. Maciel, después de haber ejercido con gran prudencia, sabiduría y firmeza la función de director general por más de 60 años, deja usted el mando de la Legión en manos más jóvenes, con el sentimiento legítimo de haber cumplido su deber como un verdadero soldado de Cristo, acompañado por la veneración y la gratitud de sus hijos. Estoy seguro que la fidelidad a las normas tan precisas que ha legado a la Legión de Cristo, y que hacen de ella un modelo de armonía y madurez, seguirá brillando en la Congregación como un faro luminoso para las generaciones venideras.

Un capítulo general es siempre un momento privilegiado, una hora de gracia, un καιρός para una Congregación religiosa. Espero que las reflexiones de estos días, con la ayuda del Señor, les hayan llevado a consolidar los fundamentos y a echar una mirada profética hacia el porvenir.

Permítanme, en este sentido, una reflexión de mi parte.

El mundo en el cual nos toca vivir, aunque las situaciones cambien bastante de un continente a otro, es un mundo cuyos ídolos son el bienestar, el dinero, la libertad sin límites, el propio yo. El hombre se considera como el centro y como el dios de si mismo, la medida y la norma del mundo. Para Europa, el Papa habla de una silenciosa apostasía, que se expresa en la rebelión contra la Iglesia y contra las raíces cristianas de nuestra cultura, en el rechazo de la fe. Pero el fenómeno más frecuente no es la negación explícita, sino la apatía, el desinterés, la aceptación pasiva de las tendencias dominantes. La indiferencia reemplaza la fe.

Contra el intento de implantar una cultura laicista y una sociedad sin Dios, tenemos que comprometernos por una visión global de la vida, en la que Dios tenga su puesto y el hombre sea visto en la perspectiva de su fin último, promover una cultura cristiana en todos los sectores de la vida. Si queremos llevar el Evangelio al mundo, tenemos que ser más fuertes que el mundo «y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe» (1 Jn 5, 4). Es necesario recuperar el vigor de nuestra fe, viviendo intensamente la comunión con Cristo, profundamente enraizados en Él, conscientes de la responsabilidad de ser sus testigos, portadores de su Palabra siempre nueva.

Todo esto tiene un nombre: la aspiración a la santidad, la aceptación de la llamada universal a la santidad. Es la primera recomendación que nos hace su Santidad Juan Pablo II al comienzo del nuevo milenio. Solo una Legión fiel a su vocación profunda se hará escuchar por el hombre de hoy; los compromisos condescendientes y las exigencias minimistas no atraen ni convencen a nadie.

Y recordemos: las crisis de la historia y de la Iglesia han sido superadas siempre por grupos enérgicos, atractivos, que sabían lo que querían y lo querían con fuerza. «El Reino de los Cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan» (Mt 11, 12).

Para tener un verdadero impacto sobre el mundo de hoy, hay que comenzar por adoptar una actitud crítica respecto al tiempo en que vivimos. Como dice Romano Guardini «trascender el tiempo, para luego estar dentro del tiempo más firmemente».

En este sentido tengo que felicitarles por su actitud frente a los movimientos que han invadido ciertos sectores de la vida de la Iglesia después del Concilio Vaticano II. Sabiamente han resistido a la oleada de secularización y a sus consecuencias. No han tenido miedo en presentar la vida religiosa como es: aceptar el Evangelio en toda su radicalidad, es decir, en toda su belleza. Lo que conlleva siempre una cierta separación del mundo, una ruptura con las formas de vida seglar. No es posible ser religioso y vivir una vida mundana. El vestido sacerdotal que llevan con dignidad, es un signo de su fidelidad y -permítanme que se lo diga- de su inteligencia.

Frente al desorden, al cual han cedido ciertos sectores de la Iglesia, ustedes han sabido reconocer el valor de la disciplina. Vivida en el equilibrio de la fe y motivada por el amor de Dios, la disciplina lleva a la libertad, al equilibrio personal, al dominio de sí, y, evidentemente, a la eficacia apostólica.

Queridos amigos, sed fieles a la gran herencia que os lega el padre fundador. Amad a Jesucristo con amor personal y apasionado. Que Él sea el centro y el punto de convergencia de todos sus pensamientos, aspiraciones y deseos, el primer y el último anhelo de sus corazones, el modelo sin igual al cual conformar su vida, el Redentor que hay que anunciar al mundo.

Como hijos, amad tiernamente a la Santísima Virgen, Madre de Jesús y Madre nuestra. María tiene que encontrar un puesto en su vida espiritual. Lo exige la salud y el equilibrio de la vida interior. Imitad sus virtudes, su fe, su obediencia, su humildad, su disponibilidad a colaborar en el plan redentor de Dios. Amad apasionadamente a la Iglesia, una, santa, católica y apostólica, imagen y comienzo del Reino de Dios sobre la tierra.

Prestad siempre un obsequio sincero de la voluntad y de la inteligencia a las decisiones del Vicario de Cristo y a las orientaciones que imprime a la Iglesia. La fidelidad y la adhesión incondicional al Santo Padre, sea el distintivo y el honor de la Legión de Cristo.

Tratad de colaborar lealmente con los obispos en su labor pastoral. Amad a todos los hombres sin distinción, como el Señor os ha amado, recordando que todo hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, hecho para vivir con Él. El hombre no puede prescindir definitivamente de Dios, sin anegarse en un mar de soledad y desesperación.

El ateísmo actual, que es el invierno del mundo, no es la situación normal. Llegará el momento en que el hombre se dará cuenta que Dios no es una amenaza para su libertad, sino el fundamento de su dignidad, la fuente de su felicidad. Será la primavera de la fe.

Trabajemos para que llegue ese día, anunciando sin temor el Evangelio de la libertad y de la esperanza, reflejando en nuestra vida el verdadero rostro de Jesucristo.

¡Venga tu Reino! Amén.

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Comentarios
0 comentarios en “Así hablaba el Cardenal Rodé sobre Maciel
  1. ¿Qué pretendéis al venir ahora con esto? No alcanzo a entender qué bien buscáis para las almas y para la Iglesia publicando esto ahora. Venga a enmerdar la Iglesia cuanto más mejor. Dios os pedirá cuentas.

  2. No se entiende este ataque gratuito a Rodé por un discurso hecho en 2005, porque Rodé no dice nada que no hubieran dicho antes el cardenal Sodano, el cardenal Diwisz o el mismo Juan Pablo II. Haciendo honor a la VERDAD, podríais publicar ahora aquella alocución de 1994 en la que el Papa polaco, todavía EN PLENAS FACULTADES, presentó a Maciel como «guía eficaz de la juventud» (sic). Eso sí que es «vergüenza ajena» y «meter la pata hasta el corvejón». Y no es la única referencia laudatoria que Karol Wojtyla hizo sobre el pederasta mexicano.

  3. Este blog por lo que se ve la tiene tomada con los Legionarios, el otro dia, que si Papa Francesco les dio planton y no fue a comer con ellos a Notre Dame porque era muy lujoso ese lugar gestionado por los Legionarios. Vamos a ver señores del blog, que algunos lectores conocemos las cosas, si Papa Francisco considera muy lujosa Notre Dame pues es un problema suyo, ( del Papa) porque Notre Dame ( como seguramente
    ustedes tambien lo saben, pero no lo dicen) es propiedad del Vaticano, es decir del Papa, (no de Bergolio, claro). Y los Legionarios justamente, han hecho alli una labor muy buena, sacando economicamente adelante Notre Dame, que cuando ellos tomaron la gestion estaba en perdidas. Y ahora salen con el Cardenal Rode, vamos a ver, a ustedes les consta que el Cardenal Rode sabia lo que sucedia con Maciel? pues seguramente no les consta verdad? entonces? a que viene esta historia? Porque hay que tener cuidado cuando se habla, por ejemplo; de pobreza y riqueza.
    Por ejemplo, no es lo mismo dos habitaciones o tres muy normales en los palacios apostolicos, por mucho que diga la prensa, que toda una planta inhabilitada en Santa Marta que no es un hotel de 1 estrellas, y tampoco el precio de unos zapatos (especialmente si son ortopedicos) cambia por el color de los mismos, y asi….. podemos seguir enumerando……..1,2,3 y mil cosas.

  4. Sin duda Sr. Catalpa, esta claro que el Papa tiene otras razones, que son incluso comprensibles. pero entonces, vamos a dejar la ridicula y demagogica historia sin fin de la humildad y la pobreza, porque con ello se esta ofendiendo tambien a los Papas anteriores, aparte de convertirse en algo totalmenter ridiculo y vaciar de contenido esas dos virtudes.

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