El Gobierno argentino hizo pública una supuesta carta del Papa a Cristina Fernández. Poco después, el portavoz del Vaticano dijo que era falsa. «Está hecho con mala leche«. Con estas palabras, Guillermo Karcher, cercano colaborador del Papa, negó que Francisco enviara una carta que posteriormente fue colgada en la página web de la Presidencia argentina. En declaraciones al canal C5N, Karcher dijo que «no hay bronca» y agregó que «uno mira estas cosas y se ríe. Y decimos ¿quién se le ocurre algo así? Por otro lado el contenido no es que está fuera de lugar. Son los deseos que todos los argentinos nos deseamos para Fiestas Patrias. Pero está mal haber hecho uso del nombre del Papa». También subrayó el error del artista al colocar el Vaticano como el lugar desde donde se redactó la carta pero con el membrete de la Nunciatura Apostólica de Buenos Aires. Para él «son señal clara de que no era una nota oficial«. Sin embargo también aclaró que sería difícil comprobar si se envió algo parecido ya que el Papa «tiene la libertad de escribir y mandar como quiere» una misiva. La carta falsa a la presidenta –dirigida a «Cristina» y firmada como «Francisco»–, señala que «me es grato hacerte llegar mi saludo y cercanía con motivo de la Fiesta Nacional, junto con mi más sentida felicitación a todos los argentino (sic), para quienes pido al Señor, por intercesión de María Santísima de Luján, que encuentren caminos de convivencia pacífica, de diálogo constructivo y mutua colaboración, y crezca así por doquier la solidaridad, la concordia y la justicia».
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resulta que este sr Karcher, especialista en ceremonial del vaticano, después de su desatinada actuación, acaba de admitir que era autentica, es increible el manoseo a la figura del Papa
Muchachos, si necesitan un vocero no se olviden de Karcher que tiene ‘amplia experiencia’… Que papelón, por favor. Pobre Papa Francisco…
«es increible el manoseo a la figura del Papa»
A él le gusta que lo manoseen, no lo dude. No se olvide que el que empezó todo este circo de dimes y diretes, entrevistas, llamadas al cartero, a la señora divorciada, a su curandero chino, que si ha dicho tal y ahora lo desmiente, etc…, contribuyendo con ello a la terrible confusión reinante en la Iglesia, fue el pobre manoseado.