Una nueva medida legal en Francia incluye un nuevo tipo penal: obstaculizar el aborto no sólo físicamente, lo que ya estaba en vigor, sino también psicológicamente.
(Aleteia) Una nueva medida legal propuesta en Francia, contraria a quien está contra el aborto, incluye un tipo penal: obstaculizar el aborto no sólo físicamente, lo que ya estaba en vigor, sino también psicológicamente.
La lectura de los trabajos preparatorios revela que la intención del legislador es prohibir que en los hospitales las mujeres sean informadas sobre las alternativas al aborto; prohibir, también, que los voluntarios de los centros de apoyo a la vida circulen por los hospitales; y prohibir, incluso, aun fuera o en la proximidades de los hospitales que haya protestas o divulgación de informaciones pro-vida a las mujeres.
Esa ley fue aprobada en la primera sesión, pero debe ser sometida a una segunda.
La ministra francesa de los Derechos de las Mujeres, Najat Belkacem-Vallaud, fue los suficientemente lejos para declarar que el número de abortos en Francia aún es “muy bajo”. Aparentemente, ella piensa que es poco el hecho de que 35% de las mujeres francesas ya abortaron y que, sólo el año pasado, 220 mil niños fueron abortados en el país, frente a 810 mil que nacieron. Otra ministra francesa, y de Salud, Marisol Touraine, llegó a pedir que Francia haga una “movilización” contra la ley del país vecino, España, que pretende establecer algunas restricciones al aborto.
La “abortofobia” parece destinada, por lo tanto, a tener larga vida en tierras francesas. Y la primera víctima fue un hombre de 84 años, Xavier Dor, conocido activista pro-vida que fue declarado culpable de dar a una mujer embarazada un par de zapatos de bebé con el fin de disuadirla de abortar. Él deberá pagar una multa de 10.000 euros o corre el riesgo de quedar aún un mes en la cárcel.
A causa del “delito” de “abortofobia”, los franceses pro-vida pueden ahora ser procesados y condenados simplemente por realizar actividades de información y disuasión en los hospitales, por indicar un número de teléfono a una mujer embarazada o por proponerle una reflexión sobre lo que es el aborto.
De la misma forma, son criminalizados aquellos que organizan y participan en las Marchas por la Vida o mantienen páginas web con informaciones contrarias al aborto. La pena máxima prevista por la ley es de dos años de prisión a 30.000 euros de multa.
Ante los magistrados que leyeron su sentencia, Xavier Dor, que desde hace años define el Estado Francés como “République luciférienne”, declaró, desde lo alto de sus 84 años: “Delito es asesinar a un niño”.
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¿Y la libertad de expresión donde queda? Me parece una ley inconstitucional y que atenta a los derechos humanos.
Xavier Dor tendría que recurrir al Constitucional o a Estrasburgo.
¿¿¿porque le tienen tanto miedo a la verdad????
Tenemos que salir a las calles a título personal, sentados frente al PC no se consigue nada.