Atentos al destino de López Quintana

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arca-noe--647x331 Como ya había hecho Infovaticana, el Correo plantea el futuro del arzobispo y añade algunas claves importantes. Como ya había hecho Infovaticana (aquí y aquí) , el Correo se plantea las hipótesis del futuro del arzobispo español y añade algunas claves importantes.

El artículo del Correo recuerda que «el Papa recibió en audiencia el pasado lunes al arzobispo Pedro López Quintana, que dejó hace tres meses la nunciatura apostólica –embajada– de Canadá tras haber permanecido en esta sede diplomática los últimos cuatro años. La víspera, Francisco se había reunido –como hace otros fines de semana– con el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregración para los Obispos, el ‘ministro’ encargado de lo que se conoce como ‘fábrica’ de obispos, por ser el ministerio en el que se deciden los nombramientos de todas las diócesis del mundo.» 

Añade además datos sobre la relación entre López Quintana y Marc Ouellet de los que asegura que «pasan por ser muy amigos. El purpurado canadiense ha sido arzobispo de Quebec y primado de Canadá, país en el que López Quintana ha dejado buen sabor de boca como nuncio de la Santa Sede. La despedida que le tributaron sus colegas a finales del verano fue calurosa. El prelado gallego, que sucedió a Ouellet como arzobispo titular de Agropoli –región de Salerno en el sur de Italia–, había hecho saber sus deseos de regresar, en cuanto hubiera una oportunidad, a España. Ahora, en efecto, la hay, aunque también es verdad que el servicio diplomático del Vaticano podría buscarle acomodo en la propia Curia –que conoce muy bien– o destinarle a una nunciatura en Europa.»

El Correo recuerda que el nombre de Pedro López Quintana ya ha sonado en otras ocasiones para dirigir alguna diócesis española. Figuró en la terna para convertirse en arzobispo-coadjutor de Sevilla y se coló en las quinielas para Toledo y Zaragoza. «donde sonó con más fuerza fue en Oviedo. Nacido en Barbastro hace sesenta años, pero criado en Galicia, siempre ha sido etiquetado como un ‘hombre de Rouco‘. De hecho se encardinó en el clero de la archidiócesis de Santiago de Compostela. Por eso, cuando en 2009 se hablaba de él como inminente arzobispo de la sede ovetense, y luego fue nombrado Jesús Sanz, aquello fue interpretado como una sonora derrota del cardenal de Lugo. Sin embargo, algunas fuentes sostienen que las relaciones entre ambos jerarcas han sido más bien frías que calurosas.»

Destaca además Pedro Ontoso la amistad de López Quintana con Juan del Río, con quien estudió en Roma.

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