Infovaticana ha entrevistado a Ángel Rubio, obispo de Segovia en el día en que se cumplen 9 años de su ordenación episcopal. Un obispo valiente que predica sin miedo la doctrina de la Iglesia.
¿Podría contarnos cómo surgió su vocación al sacerdocio?
Me atrevería a decir lo del profeta: “Desde el seno de mi madre”. Desde muy niño quería ser sacerdote. Eso sí, sin saber lo que podía significar. Y hubieron de pasar años, fuertes luchas, dudas, dificultades, problemas, crisis, gozos, alegrías, hasta que llegó el día en que vi claro que Dios quería que yo fuera sacerdote, y ahora cumplo 50 años de sacerdote.
¿Cómo es el día a día de un Obispo?
Orar, trabajar, descansar, enseñar, celebrar, pastorear, estudiar, consultar, escribir, hablar, atender las peticiones de encuentros personales a lo largo del día… Habitualmente hago una media de 100-200 kilómetros diarios para visitar todos los pueblos, las parroquias, y encontrarme con los sacerdotes, los fieles, los colegios…
Según los últimos datos publicados, el seminario tiene solamente un seminarista mayor. ¿Cómo afronta un pastor una situación de estas características? ¿Cuáles son los medios a poner?
La crisis vocacional es un motivo de preocupación y sufrimiento, eso sí sin perder la esperanza en el Señor. Segovia está viviendo una sequía vocacional pero hay proyecto de futuro para vivir con alegría y esperanza en medio de nuestras debilidades. Contamos con un grupo de adolescentes, lo llamamos el “seminario menor en familia”, unos doce, todavía incipiente, pero esperanzador. Ellos aspiran a ser sacerdotes y perseveran. Llevan 4 años con el deseo de ser seminaristas y un día recibir el sacramento del Orden. Además ha ingresado un seminarista, después de años, al seminario mayor de Ávila.
Toda la diócesis se siente sensibilizada ante esta situación que empieza a abrir pasos para la vida sacerdotal.
Ya hay numerosos pueblos sin sacerdotes y los pocos sacerdotes que hay muchas veces se ven con la responsabilidad de ir de pueblo en pueblo atendiendo pastoralmente, lo cual lastra la eficacia de una adecuada pastoral. ¿Qué pasará en el futuro si esto sigue así? ¿Se pedirán «refuerzos»? ¿Se otorgara más «poder» a los laicos como sucede en otros países?
Nuestra diócesis tiene 339 parroquias, de las que más de 200 tienen menos de 100 habitantes estables, por lo que es difícil tener sacerdotes para todas las parroquias. En los últimos años hemos recibido unos 20 sacerdotes americanos que están haciendo un papel impagable.
¿Cómo participan los laicos en la vida la diócesis?
Hay un grupo de laicos que colabora activa y responsablemente en la edificación de las comunidades cristianas. Son fieles a la doctrina de la Iglesia, obedientes a la autoridad eclesiástica, y a veces su empuje apostólico no genera demasiado entusiasmo pero son conscientes de su potencial en el mundo. Cada vez insistimos más en este aspecto.
También es muy escaso el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia en los laicos y por eso hemos organizado la Escuela de Teología para Laicos o la escuela de catequistas, para superar esta minoría de edad a nivel cristiano y eclesial.
Aunque todavía es minoritario va creciendo el número de laicos que, conscientes de su responsabilidad en la Iglesia, proponen iniciativas a sus párrocos. Está muy logrado el grupo de “celebradores” que actúan en espera del presbítero.
¿Cómo se prepara una homilía?
Partiendo siempre de los textos bíblicos que nos ofrece la liturgia. Leo el texto, lo medito, lo llevo ante el Señor para que con la luz del Espíritu Santo haga mi esquema mental. A veces la escribo. Siempre tengo en cuenta los destinatarios que han de escucharme y la realidad con la que me voy a encontrar. Trato de invitar a vivir una experiencia fuerte a la luz de la palabra de Dios y a sacar un compromiso.
¿A qué santos tiene especial devoción y por qué?
A San Pablo, por su ardor apostólico y por sentirme identificado con su vida. Yo también me avergüenzo de pertenecer al número de los obispos. Le tengo mucha devoción y le leo. También a San Enrique de Ossó, sobre el que hice la tesis doctoral y que me cautivó y me marcó para penetrar en su doctrina y buscar la verdadera santidad. Por supuesto a San José, al que invoco a diario por su admirable oficio de esposo de la Virgen. Además a San Juan de Ávila, no ya porque haya sido ahora declarado Doctor de la Iglesia, sino desde mis tiempos del seminario menor. Por último a mi Santo Ángel de la Guarda, al que siento muy cerca.
Resulta alarmante el aumento de divorciados entre los fieles, de hecho el Papa ha convocado un sínodo extraordinario para tratar la pastoral familiar. ¿Cuáles cree que deberían ser los pasos a dar en ese sentido?
Fue el Concilio Vaticano II el que calificó el divorcio de epidemia de nuestro tiempo. La Iglesia ha proclamado siempre el más riguroso sentido de las palabras del Evangelio: El matrimonio es indisoluble ante Dios y ante los hombres. No le es lícito al hombre dar la espalda al precepto del Señor y tomar por su cuenta la ley.
Es verdad que existen casos límites insostenibles, que quizá se estudien en el próximo sínodo, de esposos que por lo que sea no pueden menos que contraer un nuevo matrimonio, civil por supuesto, y no tienen nulidad. El sínodo va a estudiar esta situación. De cualquier modo los cristianos no deben juzgar ni menos condenar materia tan complicada y comprometida.
Hemos de tratar de prevenir estos casos de raíz con mejor formación, mayor madurez de los novios, etc…
¿Qué opina de las palabras del Papa Francisco en las que critica el «carrierismo» en la Iglesia, el querer utilizar una diócesis pequeña para acceder a otra más grande? ¿Cree que eso se da en nuestro país?
Puede ser una tentación de las muchas en las que puede caer un obispo pero no veo que sea una aspiración ni que exista mucho peligro de caer en esa tentación. Las diócesis pequeñas como la de Segovia tienen su encanto y es duro el trabajo de cada día y la cercanía. Hay carencia de medios pero te lleva al conocimiento personal y al contacto diario con toda la vida diocesana.
Yo, si quieres que me confiese, por mí no ha pasado esa tentación.
El Papa habla con mucha frecuencia del diablo, de sus tretas y sus maniobras ¿Cuál cree que es el mayor logro del diablo en la sociedad actual?
El diablo existe, está a nuestro alrededor para tentarnos, para que nos olvidemos de Dios. El mayor logro de Satanás es que vivamos en la mentira, en el fraude, y que nos lleve a la perversión.
¿Puede un católico votar a un partido que no defienda explícitamente los Principios no negociables definidos por Benedicto XVI?
Los católicos, antes de apoyar con su voto, tienen que valorar las ofertas políticas y los programas, para no aceptar de ninguna manera las propuestas que van contra la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, defender la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, evitando otras formas de unión que desestabilizan el orden social.
Pues ahora mismo no hay ningún partido con representación que defienda todas esas cosas…
La Iglesia respeta y promueve siempre la libertad y la responsabilidad política de los ciudadanos. La Iglesia está obligada a emitir un juicio moral, también sobre cosas que afectan al orden político. Los católicos pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos. También es cierto que no todos los programas son igual de compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana. El ciudadano no está obligado en conciencia a cumplir las leyes contrarias a la moral.
¿Cree que es necesaria una opción política en España que defienda explícitamente los principios no negociables definidos por Benedicto XVI?
Yo creo que no hay ningún partido político con la equidad, limpieza y transparencia necesarias. Hay que buscar en muchas ocasiones, sino en todas, el mal menor. Cuando hay varios males y tengo que elegir uno he de elegir el mal menor. Es un principio moral clásico.
¿Dónde van los niños cuando son abortados?
Para no entrar en cuestiones teológicas largas y discutidas, yo afirmo que el alma creada por Dios es inmortal para siempre y no perece al separarse del cuerpo con la muerte sino que se unirá de nuevo al cuerpo con la resurrección. Y por tanto como toda alma inocente, estará siempre con el Señor.
¿Qué opina de la adopción de embriones congelados para evitar su destrucción?
Lo que me atrevo a decir, como doctrina general, es que todo embrión tiene que ser defendido en su integridad, como todo ser humano debe ser atendido y cuidado. Es inmoral producir embriones humanos destinados a ser tratados como material biológico disponible.
Todo lo que sea manipulaciones contrarias a la dignidad personal del ser humano, a su integridad, y a su identidad única e irrepetible, no se debe aceptar.
¿Cómo valora la ley del aborto que ha anunciado el gobierno?
La Iglesia no debe callar ante el aborto. Hay que eliminar el aborto como una opción para la mujer. Decidir abortar es optar por quitar la vida a un hijo ya concebido, y eso sobrepasa las posibles decisiones sobre el propio cuerpo. Eso de decir “yo hago con mi cuerpo lo que quiero”. ¡Cuidado! Porque como lo lleves a las últimas consecuencias no sabes lo que dices.
No es una decisión sobre maternidad, sino la decisión sobre un hijo indefenso y totalmente dependiente del seno de su madre.
El estado que otorga la calificación de derecho a algo que es un atentado es un estado que ataca a la base de su propia legitimidad. El derecho a la vida no es una concesión del estado sino que es un derecho anterior al estado, y el estado tiene la obligación de guardarlo y de tutelarlo.
¿Qué legislación sobre convivencias homosexuales cree que podríamos admitir los católicos?
Todas estas personas han de ser acogidas con respeto y delicadeza. Hay que evitar todo signo de discriminación injusta. Hay que buscar la terapia adecuada, como en cualquier otro caso de desviación o desequilibrio.
Es urgente la reforma de la legislación sobre el matrimonio, en el sentido de restituir a todos los españoles el derecho de ser expresamente reconocidos por la ley, como esposos. Se trata de recuperar una definición legal de matrimonio que no ignore la especificidad de una de las instituciones más decisivas para la vida social.
El homosexual tiene el deber de controlarse a sí mismo y sus instintos, igual que cualquier heterosexual. Un homosexual dotado de una personalidad muy madura puede normalmente triunfar en el control de sus tendencias, y hay casos que así lo demuestran. Las personas homosexuales están también llamadas a la castidad. Y si cae, pues acude al Señor misericordioso, como cualquiera que cae.
Si quiere casarse es preciso ayudarle a descubrir el sentido de la heterosexualidad, de la vocación conyugal y paternal, a fin de que pueda entregarse en un grado de realización en el genuino amor matrimonial.
¿Cree que la unidad de España es un bien moral?
La Iglesia no tiene nada que decir acerca de las diferentes fórmulas políticas. Ninguna de ellas tiene carácter absoluto y por tanto ningún cambio podrá resolver automáticamente los problemas que puedan existir.
Hay que valorar la historia, que nos enseña los bienes de la unidad de siglos, y hay que guiarse por criterios de solidaridad y respeto hacia el bien de los demás
La Iglesia reconoce la legitimidad de las posiciones nacionalistas que sin recurrir a la violencia pretenden modificar la unidad política de España, pero siempre las propuestas nacionalistas deben ser justificadas con referencia al bien común de toda la población, directa o indirectamente afectada.
¿Hay algún movimiento, institución u orden religiosa de la Iglesia que le guste especialmente o al que pertenezca?
La orden Franciscana, a la que conocí en el pueblo desde que nací y con los que recibí la catequesis de primera comunión y de confirmación.
Mi pueblo, Guadalupe, está en manos de los franciscanos desde hace más de 100 años y fue un franciscano el que me acompañó en toda mi iniciación cristiana hasta ser sacerdote.
¿Qué es lo mejor de ser sacerdote? ¿Qué les diría a los jóvenes para animarles a entregar su vida a Dios en el sacerdocio?
Ser sacerdote es lo mejor que me ha ocurrido en mi vida. Llevo 50 años y volvería a ser sacerdote si volviera a nacer de nuevo.
Merece la pena proclamar la palabra, anunciar la Buena Nueva de Cristo, en esta sociedad de hoy en tantos aspectos rica y en tantos otros tremendamente empobrecida, que tiene necesidad de hombres que hagan presente a Jesucristo, que vayan a proclamar la buena noticia a los pobres y la libertad a los cautivos. Sacerdotes para salir al encuentro de los alejados, para atender a los jóvenes, a los marginados. Sacerdotes para los hombres de campo y de la ciudad, para los pueblos pequeños y para las grandes capitales, sacerdotes para los intelectuales y los trabajadores de este mundo, para los que sufren y los desalentados, sacerdotes capaces de unificar la fe y la vida. Sacerdotes que perpetúen el memorial de la cena del Señor en las distintas comunidades cristianas, que perdonen los pecados en nombre del Señor…
La mies es mucha y los obreros pocos.
¿Cómo ve la Iglesia en España? ¿Estamos en un buen momento histórico?
La Iglesia está en buenas manos: en las manos de Dios que la guía y la sostiene. Hay que dejar de balconear y de mirarse al ombligo. Son palabras del Papa, sino quizá no las diría…
Después del régimen anterior la Iglesia quedó iluminada por el Concilio Vaticano II superando cualquier añoranza del pasado y colaboró decididamente para hacer posible la democracia, con el pleno reconocimiento de los derechos de todos, sin discriminación por razón religiosa, y eso provocó una transición fundada sobre el consenso de los españoles.
Cuando ahora se dice que la Iglesia es un peligro para la democracia se olvidan que los católicos colaboraron para establecer la democracia y han respetado en todo momento sus normas.
¿Cuál debe ser el límite de la tolerancia del obispo ante un sacerdote, religioso o religiosa que “va por libre” o que predica cosas contrarias a la doctrina de la Iglesia?
Hay que resaltar la comunión eclesial. El camino es la corrección fraterna y buscar la reconciliación y el buen ejemplo del obispo con sus sacerdotes, religiosos y fieles.
¿Y ante un sacerdote acusado de pederastia?
En ese caso hay que examinar en profundidad cada situación, lograr un diagnóstico claro de sus causas, encontrar remedios eficaces, aplicar las penas canónicas en vigor, pedir siempre perdón, reparar el escándalo, someterse a la justicia, y ofrecer siempre la misericordia infinita de Dios hasta el final y en cualquier caso.
¿Qué cambiaría de la Iglesia?
La Iglesia tiene que cambiarla el Espíritu Santo, pues es santa, con trigo y cizaña. Con qué empeño quieren algunos en la Iglesia ser trigo limpio, cosa que no quiere el Señor. Yo amo a la Iglesia aunque me haga sufrir, porque cuanto le debo… Y en medio de los escándalos, oscurantismo, estructuras, he llegado a entender mejor la Santidad y no he encontrado nada más puro y más santo que la Iglesia.
¿Cuál considera que es su principal defecto como obispo?
Yo soy un obispo con muchas deficiencias y limitaciones. Siento no estar a veces a la altura de las circunstancias y defraudar a los fieles. Soy consciente de mis deficiencias, fallos, errores, lentitudes y pecados en el ejercicio de mi ministerio. Este tesoro lo llevamos en vasijas de barro.
Yo les tengo dicho a mis sacerdotes que cuando me tengan que hacer una corrección que por favor me la hagan, y algunos lo hacen.
¿Cuál es su lema episcopal y por qué lo eligió?
«Pro Vobis et Pro Multis», porque fui elegido en el año de la Eucaristía.
Precisamente esas palabras de la consagración que en España están mal traducidas…
Yo he estado en Colombia y ahí en la Eucaristía en todos los misales dice “Por vosotros y por muchos”. De todas maneras yo mi lema, no sé si por sutileza, no lo traduzco, lo tengo en latín… Cuando la Iglesia de España haga esa traducción oficial ya se traducirá.
Dice “La cigüeña de la Torre” de usted: Don Ángel es próximo, amigo, eclesial, hombre de oración, sensato, apostólico. ¿Es acertado?
Yo tengo muchos defectos y pecados, que el que mejor los conoce es Dios, y algunos también son conocidos. Mi palabra y mi conducta a veces no están a la altura de mi misión, pero si experimento lo que le decía el Señor a San Pablo de “Te basta mi gracia”.
Me pregunto yo a veces “¿por qué no soy distinto y tengo menos limitaciones?” y siento que el Señor me dice “Mi fuerza se manifiesta en la debilidad”.
¿Qué libros está leyendo ahora?
“Pedagogía del primer anuncio”, de Juan Carlos Carvajal. Además la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, que espero que no se escandalice nadie de que aún hoy no he terminado de leerla, pero es que leo una página y la releo… También me estoy leyendo “Del Vaticano II a la Nueva Evangelización”, de Ricardo Blázquez.
¿Qué música escucha?
Me gusta más cantar que escuchar música. Cuando voy en el coche… A estas horas de la mañana ya he cantado alguna canción.
¿Cuál es su comida preferida?
Legumbres, carne y pescado.
¿Fuma?
Fumé en la juventud y durante poco tiempo.
¿Le gusta beber alcohol? ¿Alguna bebida especialmente?
No, solamente bebo Coca-Cola light.
Le preguntaban al Papa el otro día en una parroquia “Si pudiera hacer milagros ¿qué milagro haría?”
Hacerme santo, a mí y a los demás, que sería un milagro…
¿Si no hubiera sido sacerdote, en qué le habría gustado trabajar?
En actividades de caridad, ONGs, actividades artísticas…
¿Con qué personaje del siglo XX le gustaría tomar un café y charlar?
Con Benedicto XVI.
En Abril cumplirá 75 años y presentará su renuncia al Papa. ¿Qué hará cuando “se jubile”?
Quiero que se parezca a lo que ha hecho Benedicto XVI: Arreglar las cuentas con Dios y arreglar las cuentas con los hombres. Rezar mucho, lo que no he rezado y tenía que haber rezado, preparar muy bien la maleta para el encuentro definitivo, que se va aproximando.
Unos llegan y otros se van. Hace 2 días conocíamos el nombramiento del nuevo auxiliar de Santiago de Compostela. ¿Qué consejos le daría a Obispo más joven o recién electo sobre el ejercicio del episcopado?
Que acepte la elección, venida de Dios, que se ponga en sus manos y que tenga presente esta oración que le oí a Juan Pablo II: “Señor, tú aquí lo haces todo, yo lo demás.”
Por último y para terminar ¿Le gusta Infovaticana?
La verdad es que estos días he preguntado mucho a obispos y algunos ya os habían respondido, y hablan muy bien de vosotros, como yo.
¿Qué diría a un grupo de laicos interesados por informar sobre la Iglesia?
Creo que cumplís un buen papel y vuestra misión es muy importante, aunque delicada y exige alta responsabilidad. Debéis tener mucho respeto a la verdad, por ética profesional, por respeto a vuestros lectores.
El acto de comunicar, por su naturaleza, está vinculado a un valor ético y a las virtudes que son el fundamento de la moral.
¿Cuál cree que debe ser nuestra actitud ante temas “delicados” sobre los que informar, o ante divisiones o actuaciones censurables de miembros de la jerarquía eclesiástica?
Recordando al Papa emérito Benedicto XVI yo os aliento a que alimentéis y recuperéis la pasión por la verdad y la bondad. Yo sé que en ocasiones la comunicación parece tener la pretensión no solo de representar la realidad sino también de determinarla, gracias al poder y la sugestión que tienen.
En estos temas delicados se constata que los medios no se utilizan para una adecuada función de información sino para crear algo que puede ser calumnioso. Benedicto XVI también decía que “no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable”. Además tenéis que tener en cuenta que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Como dice San Agustín: “En lo necesario, unidad (que son las menos), en lo dudoso, libertad (que son muchísimas cosas), y en todo Caridad.”
Muchas gracias por su atención y por dedicar su tiempo a Infovaticana.com
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Muy buena la entrevista, parece un hombre muy humilde y espiritual! Gracias!!
No ha podido ser mas tajante en la respuesta de con quien se tomaria un cafe, estoy de acuerdo, opino exactamente igual…y el tema es que aun se podria….es del todo improbable pero sigue vivo!!! y en el «ostracismo»!!!!!!!!
Me parece un hombre espiritual, no apegado al poder…el es muy mayor ya, que lastima, pero xqe no alguien de este perfil para madrid o barcelona?
A ver si es verdad y Francisco pone a gente de ese perfil en diocesis importantes…gente con los pies en el suelo y en contacto con la gente «normal»
«En estos temas delicados se constata que los medios no se utilizan para una adecuada función de información sino para crear algo que puede ser calumnioso».
que gran verdad, unos para un lado…otros para otro, nada de objetividad y pureza….
Menos mal que esta infovaticana!!!! Seguir asi, no cambieis nunca
Increible la arenga a los jovenes sobre el sacerdocio!
Que bonita perspectiva de tan especial camino…
Gracias excelencia!!
Y seguro que con un obispo asi pronto habra frutos vocacionales!