El pasado miércoles, al inicio de la audiencia, el Santo Padre dio su aprobación al mosaico que le han realizado para la Basílica de San Pablo Extramuros. El mosaico ya ha sido instalado.
Bajo las ventanas de la nave central de la Basílica de San Pablo Extramuros están los retratos en mosaico de todos los Papas desde San Pedro hasta nuestros días. La serie de retratos fue iniciada por el papa León Magno (440-461). De aquellas antiguas pinturas al fresco se salvaron sólo 41, que en la actualidad se conservan en el museo de la Basílica.
Pío IX comenzó en 1847 la restauración de la serie, esta vez en mosaico en vez de frescos. Para hacer los retratos en mosaico fue necesario hacer modelos al óleo. Los trabajos fueron dirigidos por Felipe Agrícola, director del Estudio Vaticano del Mosaico.
Además de un indudable valor de investigación iconográfica, los retratos de los Papas de la Basílica de San Pablo responden a importantes exigencias históricas y teológicas. Sobre todo, por las fechas de los diversos pontificados y la necesidad de hacer evidente la sucesión apostólica desde Pedro hasta el último Papa viviente.
A modo de curiosidad, en la nave central de la basílica no queda más que un hueco, aparte del que le corresponde al Papa Francisco. Esto ha dado pie a numerosas teorías apocalípticas.
Fuente de las imágenes: Secretum Meum Mihi/Associated Press
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