El pasado Domingo los croatas decidieron en referéndum definir el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. El Arzobispo de Zagreb valora el triunfo de la familia. «No es un voto en contra de nadie, sino que es un voto a favor del matrimonio como una unión permanente entre un hombre y una mujer. Un voto que quería reforzar constitucionalmente lo que ya se ha establecido por la legislación croata. Nadie va a poder hacer pasar como matrimonio lo que no lo es.» Señala también en sus declaraciones al diario italiano Avvenire: cómo «este resultado también implica una invitación a profundizar en la esencia de la institución del matrimonio y para estudiar el comportamiento de los distintos componentes de la sociedad en este proceso que ha sido exquisitamente popular. En el sentido de que era la gente la que quería este referéndum y lo ha logrado recogiendo las firmas necesarias. Y fue al pueblo a votar por él». El arzobispo de Zagreb también cree que el resultado del domingo tendrá una influencia positiva en la Unión Europea. «Croacia está en la Unión Europea y creo que el resultado del referéndum es una contribución real que Croacia quiere dar Europa, donde, por desgracia, no hay unos ejes en la dirección opuesta». Bozanic, que desde 1997 es arzobispo de Zagreb, aclara que, contrariamente a las afirmaciones de algunos de propaganda, «no era un referéndum promovido directamente por la Iglesia católica, entendida como el episcopado, sino por los ciudadanos y las asociaciones ordinarias, incluyendo por supuesto también los de inspiración católica«. «Pero en esta iniciativa también se han sumado representantes de los ortodoxos, musulmanes y el mundo judío. Fue entonces, yo diría, un referéndum que tuvo un apoyo ecuménico e inter-religioso también.» A escala nacional, el ‘sí’ en el referéndum pasa el 65% de los votos. Un «resultado esperado«, dice el cardenal. «Sin embargo, lo que nos sorprendió – dice el cardenal de Zagreb – fue la actitud de las altas autoridades institucionales que se han expresado a favor de una opción violando así la neutralidad del Estado.»
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