El Papa Francisco ha recordado una vez más cuál es la dimensión principal de la liturgia celebrada en la Iglesia. Cuál, por tanto, el sentido esencial del templo cristiano, del altar cristiano, de la celebración litúrgica, del rito, de los cantos, del silencio y las oraciones que dice el celebrante. Se trata de la dimensión vertical, es decir, la adoración al Altísimo. Por supuesto que la “perfecta glorificación de Dios” lleva también consigo “la salvación del género humano” como nos enseña el Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.
Lea el artículo completo en el blog de Jorge Salinas
Ayuda a Infovaticana a seguir informando