El Papa autorizó en Junio la salida del manuscrito del Secreto de Fátima de los archivos del Santo Oficio, que será expuesto en el Santuario de Fátima. El tercer secreto de Fátima ha sido objeto de fuerte discusión por lo inverosímil de la explicación oficial, que lo vincula con el atentado fallido a Juan Pablo II.
En el santuario de Fátima será expuesto el manuscrito de la Tercera Parte del Secreto que la Virgen María reveló a los tres pastores en 1917. Lo indica la página web del santuario que precisa que será visible en la parte llamada de la Reconciliación, de basílica de la Santísima Trinidad. La exposición de los objetos y recuerdos relacionados con las apariciones, llevará por nombre “Secreto y Revelación” y el manuscrito de la Hermana Lucía, una de las videntes, será expuesto por primera vez al público.
El anuncio fue realizado por el director del Mueso del Santuario de Fátima y responsable de la exposición, Marco Daniel Duarte que precisó: “Entre los bienes que integrarán la exposición estará el manuscrito de la Tercera Parte del Secreto de Fátima, revelado el 13 de mayo del 2000”.
“Es una de la piezas fundamentales para el discurso museológico de la exposición que tratará sobre las tres partes del Secreto de Fátima. Será traído desde el Vaticano, gracias a la autorización que el papa Francisco concedió 10 de junio de este año”, reveló el responsable de la exposición.
El manuscrito pertenece al Archivo Secreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde entró el 4 de abril de 1957.
En declaraciones a la sala de Prensa del Santuario de Fátima, Marco Duarte recordó que “el manuscrito salió rarísimas veces del Archivo Secreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe” la primera vez “por petición del Papa Juan Pablo II, después del atentado del 13 de mayo de 1981, y en el año 2000 cuando el prefecto de la Congregación, como emisario del papa, vino a Coímbra para ver a Lucía que hizo el reconocimiento del manuscrito”.
El texto del secreto ha sido el centro de fuertes polémicas, fundamentalmente desde que el periodista Antonio Socci acusara en su libro “El cuarto secreto de Fátima” al Vaticano de haber ocultado una parte del secreto al hacerlo público.
El texto del tercer secreto, según se dio a conocer, es:
«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Angel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: ‘algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él’ a un Obispo vestido de Blanco ‘hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre’. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Angeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios.»
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Jesús nuestro Señor y Dios ya nos avisó de que estuviésemos alerta en todo momento ,Mt 24, Mc 13 y Lc 21, así pues el que quiera ser engañado será engañado; pero el que no quiera ser engañado que esté atento a los «signos de los tiempos», que se aplique en el don que Dios le ha dado que es la inteligencia y el saber acogerse al amparo de la maternal protección de María la Madre de Dios.
El mal hace ya tiempo que estaba hecho, y porque después de la espantada de Benedicto XVI todo es posible, y el que viniese después, por lo menos para mí, estaba señalado, se vistiese de Papa o de Virgen del Pilar.
Si alguien cree que cuando Benedicto XVI fue amenazado de muerte si no abandonaba y esa huida se produjo justo un año después eso es pura casualidad: yo no lo creo.
Si alguien cree que lo anunciado a los cuatro vientos y realizado el 13 de octubre fue una consagración al Mundo: yo no lo creo.
Si alguien cree que la consagración pedida por la Madre de Dios en Fátima ya la realizó Juan Pablo II, beato o santo: yo no lo creo.
Si alguien cree que Jorge Mario Bergoglio Sívori era un desconocido que vino del fin del mundo: yo no lo creo. Ya lo había intentado otra vez pero quedó segundo, entonces no era el momento no era su hora.
Y si alguien cree que vamos hacia una Iglesia diferente y radiante y no hacia el engaño y la segura apostasía: yo no lo creo.
Como se dice en español con acento andaluz: hay gente pa too. Lo dicho, digan lo que digan, hagan lo que hagan o se vistan de Papa o de Virgen del Pilar: yo no lo creo.
El secreto de Fátima lo comprendieron muy bien unos niños que cuidaban cabras. El ángel pidió penitencia y la Virgen reparaciones por los pecadores. ¿Por qué será que en énfasis nunca se hace sobre este pedido que nos involucra a todos y si sobre la consagración que ya se ha hecho tantas veces?