Obispo de Huelva
“Soy el único obispo que no está licenciado”. Y es que, desde muy joven, el obispo de Huelva, José Vilaplana, fue llamado por sus superiores para caminar por los lugares más recónditos llevando el Evangelio. “Hoy, sigo siendo un cura de pueblo”, cuenta convencido. José Vilaplana Blasco, nació en Benimarfull, provincia de Alicante y archidiócesis de Valencia, el 5 de diciembre de 1944.
Cursó estudios eclesiásticos en el seminario metropolitano de Valencia, recibiendo la ordenación sacerdotal el 25 de mayo de 1972. Durante el curso 1980-1981 realizó estudios de Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Tras su ordenación sacerdotal desarrolló su ministerio, de 1972 a 1974, como coadjutor en la parroquia Cristo Rey de Gandía (Valencia). Desde ese año y hasta 1980 fue Rector del Seminario menor de Játiva y Responsable del Instituto de BUP de la misma población.
Fue Vicario Episcopal de la zona de Alcoy-Onteniente y párroco de Penáguilla, Benifallim y Alcolecha entre 1981 y 1984. En 1984 fue párroco de San Mauro y San Francisco en Alcoy (Alicante).
El 20 de noviembre de 1984 fue nombrado obispo auxiliar de Valencia y recibió la ordenación episcopal el 27 de diciembre de ese mismo año. El 23 de agosto de 1991 fue trasladado a la sede episcopal de Santander. En la Conferencia Episcopal Española es el Presidente de la Comisión Episcopal del Clero.
Con fecha 17 de julio de 2006, fue nombrado por el Papa Benedicto XVI, Obispo de Huelva, sede de la que tomó posesión el día 23 de septiembre de 2006. Un retrato de Juan XXIII preside el austero despacho del prelado, junto a otro de Pablo VI. Dicen de él que demuestra cercanía y conocimiento de una diócesis, la onubense, que literalmente se ha “pateado” en los años que lleva de obispo desde 2006.
Al poco tiempo de empezar su mandato, y preguntado por la diferencia con su diócesis anterior, la de Santander, decía: «Sí, sí que la hay. Santander es una diócesis de interioridad: la gente siente mucho, aunque a veces expresa menos. Y la diócesis de Huelva tiene una riqueza expresiva extraordinaria, de tal manera que llevas dos años y medio y te da la sensación de que llevas toda la vida aquí. La cultura de la calle, del sol, frente a la de la casa, la lluvia».
De Huelva dice «Esta diócesis es muy extensa, tiene 10.000 km2. Creo que Huelva es una gran desconocida. Es una iglesia joven, pues la diócesis apenas tiene 54 años, y que cuenta con la ventaja de tener a la población (490.000 habitantes) bastante concentrada» y destaca que «Aquí se vive muy intensamente la religiosidad popular, con centros muy importantes como El Rocío o la Reina de los Ángeles» y anade «Lo que estamos haciendo es tratar de acercar el Evangelio, de una forma más profunda, a esa religiosidad popular».
Sobre la religiosidad popular, tan típica de su diócesis dice «La religiosidad popular tiene unas raíces en el sentimiento. Y lo que hay que ayudar es que ese sentimiento profundo vaya encontrando maduración y desarrollo».»Tras la primera Semana Santa que viví, intuí que había algunos problemas, pero sobre todo me esperanzó ver muchas posibilidades».
Hablando de su forma de llevar la pastoral declaro «Me siento muy identificado con una escena de la película sobre Juan XXIII, cuando le preguntan qué quiere ser. “Yo, un pobre cura de pueblo”. Yo siempre he querido ser cura, lo de ser obispo fue una sorpresa y lo acepté, porque me ampliaba la posibilidad de ser cura de una parroquia muy grande, pero el proponer y sobre todo, proponer a una persona que se sienta querida, es muy importante. A veces el mensaje puede no entrar si la persona se siente extraña. Pero si te acercas como hermano, y porque le quieres le ofreces lo mejor que has conocido, que es Cristo y su mensaje…. Por ahí es por donde quiero trabajar».
Dentro de su diócesis se encuentra uno de los centros de peregrinación mariana más importantes de España, el Rocío. El Obispo dice que la imagen que se tiene desde fuera y desde la prensa rosa de este acontecimiento «molesta, y a mi ahora me duele» confiesa «Yo llegué conociendo sólo el aspecto más superficial que se exporta de Sierra Morena para arriba. Para conocer El Rocío hay que ir».
«Cuando ves a las familias llevando al enfermo a la Reja, la pareja de novios que ponen delante de la mirada de la Virgen su proyecto matrimonial… Cuando estás una tarde sentado en los bancos del Rocío y vas observando las personas que se acercan a la Reja, y ves la cantidad de personas que se acercan a rezar. O has tenido la oportunidad de escuchar en confesión a peregrinos. En El Rocío hay una experiencia penitencial muy importante, de personas que van buscando ayuda, perdón, renovación… Cuando hay un fenómeno macro de número de personas, es muy fácil seleccionar lo que uno quiera ver. Pero El Rocío es mucho más de lo que se puede ver en la prensa rosa, afortunadamente».
El 14 de marzo de 2013, al día siguiente de la elección del Papa Francisco dijo: “Acojo con profunda emoción, alegría y sorpresa la noticia de este Papa que habla nuestra lengua y que ha elegido el entrañable nombre de Francisco I, que nos remite a las figuras de San Francisco de Asís, que destacó por su sencillez y pobreza, y a San Francisco Javier, por su carácter evangelizador».
«Invito a los fieles de nuestra Diócesis a dar gracias porque, en estos días, hemos tomado conciencia de la importancia del Sucesor de Pedro. Francisco I ha tenido varios gestos significativos. Ha orado por Benedicto XVI, mostrando que la Iglesia es una cadena que nunca se rompe. Ha pedido al pueblo que rece por él, manifestando así que la fuerza de la Iglesia no está en nosotros, sino en Dios. Además, ha invitado a que Pueblo y Obispo emprendan juntos un camino de evangelización».
Y terminó diciendo «Este Papa nos dio unos ejercicios espirituales a los Obispos españoles, impregnándonos con su enseñanza y su finura espiritual. En estos ejercicios nos decía que fuéramos siempre acogedores y que dejáramos que las personas se acercaran al Maestro. Ahora tiene que confirmarnos en la fe y ayudarnos a mostrar al mundo la belleza y la esperanza que proceden del Evangelio».
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Distinguido Obispo
El interés que me mueve desde hace bastante tiempo para poner en funcionamiento un proyecto de esta calibre dirigido a fines sociales es por la grave situación social en la que yo y muchos ciudadanos estamos atravesando y la difícil situación socio económica laboral en la que estamos envueltos debido a una pésima gestión administrativa de los gobiernos en general, de hay surge una idea con su memoria descriptiva desarrollada dirigida a los mas desfavorecido en todos sus aspecto sociales
Este proyecto es de carácter innovador nunca jamás se a presentado en ningún medio tal maestría de conseguir que todas las personas de un perfil definido puedan participar y por sus habilidades se pueda crear un fondo de valores económicos destinados en proporción a las distintos colaboradores como pueden ser
Iglesia católica, caritas diocesana, organizaciones, empresas, asociaciones de parados etc. Pero el pilar de este proyecto se basa en el apoyo del proyecto y el lanzamiento a mantener las relaciones precisas para su puesta en funcionamiento
Este proyecto no hacer falta inversión de ningún tipo lo inicio es trabajo constancia lealtad y buenas formas son los pilares del mismo llegando a ver sus frutos en mi corto plazo de tiempo dando unos resultados como beneficios muy interesantes para las distintas agrupaciones que la comprendían
Espero y así lo deseo que reflexionéis sobre el asunto siendo este de un valor esencial para la sociedad, por otra parte entiendo que tanto la iglesia como caritas son instituciones que depende de las obras de muchos de los ciudadanos y o empresas que con ellas avivan el sustento de la labor cristina en la que todos estamos recogidos bien sean con fe o sin ella
Afectuosamente
Domingo J García
Teléfono 603537630