Dos periodistas de Radio María despedidos por un artículo sobre el Papa

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 gnocchi-e-palmaroSe trata de Alessandro Gnocchi y Mario Palmaro, que publicaron la pasada semana un artículo en el diario Il Foglio titulado «Este Papa no nos gusta»  y fueron despedidos por teléfono al día siguiente.

Gnochi y Palmaro fueron despedidos por teléfono el jueves pasado, un día después de que fuera publicado el artículo de Il Foglio dirigido por Giuliano Ferrara, donde criticaban a Francisco porque sus actos y gestos son en realidad «una muestra de relativismo moral y religioso«.

Los periodistas opinaron que «la atención del circuito mediático-eclesiástico» está centrada en la figura de Francisco «y no en la de San Pedro», una apreciación que fue mal recibida por el director de la emisora católica. «El padre Livio sostiene que no se puede ser locutor de Radio María y, al mismo tiempo, criticar al papa» afirmaron los periodistas.

«Como no compartimos esta línea editorial, tomamos nota de este hecho y subrayamos de todas formas que nuestras críticas al papa Francisco no contienen ni una sola línea que no se atenga a la doctrina católica y que no hayan sido expresadas en los micrófonos de Radio María», rearfirmaron.

Extrañados por la repercusión obtenida, los periodistas expresaron que las opiniones «son discutibles, ciertamente, pero legítimas» y señalaron que en diez años de trabajo dentro de la emisora abordaron temas «más sensibles con total libertad».

El artículo que provocó el despido se tituló «Este papa no nos gusta», y lo traemos por su interés.

ESTE PAPA NO NOS GUSTA

por Alessandro Gnocchi y Mario Palmaro

Cuánto haya costado la imponente exhibición de pobreza de la que el papa Francisco fue protagonista el 4 de octubre en Asís, no es cosa que se sepa. Cierto es que, en tiempos en los que está tan de moda la simplificación, se nos ocurre que la histórica jornada ha tenido muy poco de franciscano. Una partitura bien escrita y bien interpretada, si se quiere, pero privada del quid que hizo que el espíritu de Francisco, el santo, resultara único: la sorpresa que desaira al mundo. Francisco, el papa, que abraza a los enfermos, que se apretuja con la multitud, que bromea, que improvisa discursos, que asciende al Panda, que abandona a los cardenales durante el almuerzo con las autoridades para ir a la mesa de los pobres, era cuanto menos descontado que pudiera esperarse, y ocurrió puntualmente. Naturalmente con gran concurso de prensa católica y para-católica lista a exaltar la humildad del gesto y soltando un suspiro de alivio porque, esta vez, el papa habló del encuentro con Cristo. Y de la prensa laica diciendo que, ahora sí, la Iglesia se pone a tono con los tiempos. Toda buena mercadería para el titulador de medio calibre que quiere cerrar de prisa el diario y mañana se verá.

No hubo ni siquiera la sorpresa del gesto clamoroso. Pero incluso ésta sería bien poca cosa, en vistas de cuánto el papa Bergoglio ha dicho y hecho en sólo medio año de pontificado concluido con los guiños a Eugenio Scalfari y con la entrevista a Civiltà Cattolica.

Los únicos que se vieron derrotados, en este caso, habrían sido los «normalistas», aquellos católicos que se esfuerzan patéticamente en convencer al prójimo, y aún más patéticamente en convencerse a sí mismos, de que nada ha cambiado. Es todo normal y, como de costumbre, es culpa de los diarios que tergiversan al papa a gusto, el cual diría sólo de manera distinta las mismas verdades enseñadas por sus predecesores.

 

Aunque el periodismo sea el oficio más antiguo del mundo, resulta difícil dar crédito a esta tesis.«Santidad», pregunta por ejemplo Scalfari en su entrevista, «¿existe una visión única del Bien? ¿Y quién la establece?». «Cada uno de nosotros», responde el papa, «tiene una visión del Bien y del Mal. Nosotros debemos animar a cada uno a dirigirse a lo que piensa que es el Bien». «Usted, Santidad» acosa jesuíticamente Eugenio, a quien no le parece real, «ya lo escribió en la carta que me mandó. La conciencia es autónoma, dijo, y cada uno debe obedecer a la propia conciencia. Creo que esta es una de las frases más valientes dichas por un Papa». «Y aquí lo repito», confirma el papa, a quien tampoco le parece cierto: «cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo».

A Vaticano II ya concluido y a post-concilio más que aviado, en el capítulo 32 de laVeritatis Splendor Juan Pablo II escribía, refutando a «algunas corrientes de pensamiento moderno» que «se han atribuido a la conciencia individual las prerrogativas de una instancia suprema del juicio moral, que decide categóricamente e infaliblemente acerca del bien y el mal (…), al punto que se ha llegado a una concepción radicalmente subjetivista del juicio moral». Incluso el «normalista» más antojadizo debiera encontrar difícil conciliar el Bergoglio 2013 con el Wojtyla 1993.

En presencia de un tal cambio de ruta, los diarios hacen su honesto y descontado trabajo. Retoman las frases del papa Francisco en evidente contraste con aquello que los papas y la Iglesia han enseñado siempre y las transforman en titulares de primera página. Y entonces el «normalista», que dice siempre y doquiera aquello que piensaL’ Osservatore Romano, sacan el contexto a colación. Las frases extrapoladas del bendito contexto no reflejarían la mens de aquel que las pronunció. Sin embargo -y es la historia de la Iglesia quien así lo enseña-, ciertas frases de sentido completo tienen sentido y son juzgadas con prescindencia del contexto. Si en una larga entrevista alguien sostiene que «Hitler ha sido un benefactor de la humanidad», difícilmente podrá evadirse ante el mundo invocando el contexto. Si un papa dice en una entrevista «yo creo en Dios, no en un Dios católico», es que el pastiche se ha consumado sin atenuantes. Hace dos mil años que la Iglesia juzga las afirmaciones doctrinales aislándolas del contexto. En 1713, Clemente XI publica la constitución Unigenitus Dei Filius, en la que condena 101 proposiciones del teólogo Pasquier Quesnel. En 1864, Pío IX publica en el Syllabus un elenco de proposiciones erróneas. En 1907, san Pío X adjunta a la Pascendi dominici gregis 65 frases incompatibles con el catolicismo. Y son sólo algunos ejemplos para decir que el error, cuando se encuentra, se reconoce a ojos vista. Un repasito al Denzinger no haría mal.

Por otro lado, en el caso de las entrevistas de Bergoglio, el análisis del contexto puede incluso empeorar las cosas. Cuando, por ejemplo, el papa Francisco le dice a Scalfari que «el proselitismo es una solemne tontería», el «normalista» explica de prisa que se está hablando del proselitismo agresivo de las sectas sudamericanas. Lamentablemente, en la entrevista, Francisco dice a Scalfari «no quiero convertirlo». Se sigue que, en la interpretación auténtica, cuando se define «solemne tontería» el proselitismo, se entiende el esfuerzo hecho por la Iglesia para convertir a las almas al catolicismo.

Sería difícil interpretar el concepto de otra manera, a la luz de las bodas entre Evangelio y mundo, que Francisco bendijo en la entrevista de Civiltà Cattolica. «El Vaticano II», explica el papa «supuso una relectura del Evangelio a la luz de la cultura contemporánea. Produjo un movimiento de renovación que viene sencillamente del mismo Evangelio. Los frutos son enormes. Basta recordar la liturgia. El trabajo de reforma litúrgica hizo un servicio al pueblo, releyendo el Evangelio a la luz de una situación histórica completa. Sí, hay líneas de continuidad y de discontinuidad, pero una cosa es clara: la dinámica de lectura del Evangelio actualizada para hoy, propia del Concilio, es absolutamente irreversible». Así, justamente: no más el mundo medido a la luz del Evangelio, sino el Evangelio deformado a la luz del mundo, de la cultura contemporánea. Y quizás cuántas veces tendrá aún que ocurrir, a cada vuelta del cambio cultural, emplazando cada vez la relectura precedente: no otra cosa que el «concilio permanente» teorizado por el jesuita Carlo Maria Martini.

Suguiendo este surco se va elevando sobre el horizonte la idea de una nueva Iglesia, el «hospital de campaña» evocado en la entrevista a Civiltà Cattolica donde resulta que los médicos, hasta el día de hoy, parecen no haber cumplido bien su oficio. «Estoy pensando en la situación de una mujer que tiene a sus espaldas el fracaso de un matrimonio en el que se dio también un aborto», continúa diciendo el papa. «Después de aquello esta mujer se ha vuelto a casar y ahora vive en paz con cinco hijos. El aborto le pesa enormemente y está sinceramente arrepentida. Le encantaría retomar la vida cristiana. ¿Qué hace el confesor?». Un discurso construido sabiamente para ser rematado con una pregunta después de la cual se vuelve al comienzo para mudar argumento, casi destacando la incapacidad de la Iglesia para responder. Un pasaje desconcertante si se piensa que la Iglesia satisface desde hace dos mil años tal dilema con una regla que permite la absolución del pecador, con la condición de que esté arrepentido y que se esfuerce en no permanecer en el pecado. Y sin embargo, subyugadas por la desbordante personalidad del papa Bergoglio, legiones de católicos se han tragado la fábula de un problema que en realidad no ha existido jamás. Todos allí, con sentimiento de culpa por dos mil años de presuntas supercherías a expensas de los pobres pecadores, a agradecerle al obispo venido desde el fin del mundo, no el haber resuelto un problema que no existía, sino el haberlo inventado.

El aspecto inquietante del pensamiento subentendido en tales afirmaciones es la idea de una alternativa insanable entre rigor doctrinal y misericordia: si está el uno, no puede estar la otra. Pero la Iglesia, desde siempre, enseña y vive exactamente lo contrario. Son la percepción del pecado y el arrepentimiento por haberlo cometido, junto al propósito de evitarlo en lo futuro, los que hacen posible el perdón de Dios. Jesús salva a la adúltera de la lapidación, la absuelve, pero la despide diciendo «vete y no peques más». No le dice: «vete, y date por segura de que mi Iglesia no ejercitará ninguna injerencia espiritual en tu vida personal».

Visto el consenso prácticamente unánime del pueblo católico y el enamoramiento del mundo, contra el cual y no obstante el Evangelio debiera poner sobre aviso, diríase que seis meses del papa Francisco han cambiado una época. En realidad se asiste al fenómeno de un líder que dice a la multitud aquello que la multitud quiere que se le diga. Pero es innegable que esto se ejecuta con gran talento y mucho oficio. La comunicación con el pueblo, que se ha convertido en pueblo de Dios allí donde de hecho no hay más distinción entre creyentes y no creyentes, es sólo -en una pequeñísima parte- directa y espontánea. Incluso los baños de multitud en la plaza San Pedro, en la Jornada Mundial de la Juventud, en Lampedusa o en Asís, son filtrados por los medios de comunicación que se encargan de suministrar los acontecimientos juntamente con su interpretación.

El fenómeno Francisco no se substrae a la regla fundamental del juego mediático sino que, más aún, se sirve de él casi hasta volvérsele connatural. El mecanismo fue definido con gran eficacia a comienzos de los años ochenta por Mario Alighiero Manacorda en un provechoso librito con el provechosísimo título de El lenguaje televisivo. O la loca anadiplosis. La anadiplosis es una figura retórica que, como ocurre en este renglón, hace empezar una frase con el término principal contenido en la frase precedente. Tal artificio retórico, según Manacorda, se ha convertido en la esencia del lenguaje mediático. «Estos modos puramente formales, superfluos, inútiles e incomprensibles en lo tocante a la sustancia» decía, «inducen al oyente a seguir la parte formal, es decir la figura retórica, y a olvidar la parte sustancial».

Con el tiempo, la comunicación de masas ha terminado por sustituir definitivamente el aspecto formal por el sustancial, la apariencia a la verdad. Y lo ha hecho, en particular, gracias a las figuras retóricas de la sinécdoque y de la metonimia, con las cuales se representa el todo por la parte. La velocidad crecientemente vertiginosa de la información impone descuidar el conjunto y lleva a concentrarse sobre algunos particulares elegidos con pericia para dar una lectura del fenómeno complexivo. Cada vez más a menudo, diarios, tv, sitios de internete, resumen los grandes eventos en un detalle.

Desde este punto de vista, parece que el papa Francisco estuviera hecho para los mass media y que losmass media estuvieran hechos para el papa Francisco. Basta sólo con citar el ejemplo del hombre vestido de blanco que desciende por la escalera del avión llevando un andrajoso bolso de cuero negro: perfecta utilización de sinécdoque y metonimia a la vez. La figura del papa resulta absorbida por aquel bolso negro que anula la imagen sacral transmitida por siglos para devolver otra completamente nueva y mundana: el papa, el nuevo papa, está todo presente en aquel particular que exalta la pobreza, la humildad, la entrega, el trabajo, la contemporaneidad, la cotidianidad, la proximidad a cuanto de más terreno se pueda imaginar.

El efecto final de tal proceso lleva a disponer el concepto impersonal de papado como telón de fondo, y a la contemporánea salida a escena de la persona que lo encarna. El efecto es tanto más detonante si se observa que los destinatarios del mensaje asumen el significado exactamente opuesto: exaltan la gran humildad del hombre y piensan que éste le da lustre al papado.

 

Por efecto de sinécdoque y de metonimia, el paso sucesivo consiste en identificar la persona del papa con el papado: una parte por el todo, y Simón ha destronado a Pedro. Este fenómeno logra ciertamente que Bergoglio, aun expresándose formalmente como doctor privado, transforme de hecho cualquiera de sus gestos y cualquiera de sus palabras en un acto de magisterio. Si luego se piensa que aun la mayor parte de los católicos está convencida de que todo lo que dice el papa sea sólo y siempre infalible, el juego está completo. Por más que se pueda protestar que una carta a Scalfari o una entrevista a quien sea valgan incluso menos que el parecer de un doctor privado, en la época mass-mediática el efecto que producirán resultará inconmensurablemente mayor que el de cualquier pronunciamiento solemne. Es más: cuanto más formalmente pequeños e insignificantes resulten el gesto o el discurso, tanto mayor efecto tendrán y serán considerados como irreprochables e irrecusables.

No por caso la simbología que sostiene este fenómeno está hecha de pobres cosas cotidianas. El bolso negro llevado en la mano en el avión es un ejemplo de escuela. Pero también cuando se habla de la cruz pectoral, del anillo, del altar, de los objetos sagrados o de los paramentos, se habla del material con el que están hechos y ya no más de lo que representan: la materia informe le ha sacado ventaja a la forma. De hecho, Jesús ya no se encuentra más en la cruz que el papa lleva al cuello porque la gente es inducida a contemplar el hierro con el que el objeto fue producido. Una vez más la parte se engulle al Todo, que acá se escribe con T mayúscula. Y a la «carne de Cristo» se la busca en otra parte y cada uno acaba por identificar donde quiere el holocausto que más le viene a gusto. En estos días, en Lampedusa; mañana, quién sabe.

Es el éxito de la sabiduría del mundo, que san Pablo rechazaba como estulticia y que hoy es empleada para releer el Evangelio con los ojos de la tv. Pero ya en 1969 Marshall McLuhan escribía a Jacques Maritain: «los ambientes de la información electrónica, que han sido completamente etéreos, nutren la ilusión del mundo como sustancia espiritual. Éste es un razonable facsímil del Cuerpo Místico, una ensordecedora manifestación del anticristo. Al fin de cuentas, el príncipe de este mundo es un destacadísimo ingeniero electrónico».

Más tarde o más temprano tendremos que despertarnos del gran sueño mass-mediático y volver a cotejarnos con la realidad. Y será también necesario aprender la verdadera humildad, que consiste en someterse a Alguien más grande, que se manifiesta a través de leyes inmutables incluso por el Vicario de Cristo. Y será necesario recobrar el coraje de decir que un católico sólo puede sentirse turbado ante un diálogo en el que cualquiera, en homenaje a la pretendida autonomía de la conciencia, sea incitado a caminar hacia una suya y personal visión del bien y del mal. Porque Cristo no puede ser una opción entre tantas. Al menos para su Vicario.

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Comentarios
0 comentarios en “Dos periodistas de Radio María despedidos por un artículo sobre el Papa
  1. Conocia el artículo.
    Un análisis perfecto con el que estoy completamente de acuerdo. Francamente, los autores lo han bordado aunque era pevisible el despido de Radio María.

    ¿Cómo nos va a gustar un Papa que no hace de Papa, tal como entendemos los católicos, apostólicos y romanos lo que significa el Sumo Pontífice en este mundo, que no es otra cosa que ser el representante de Dios Nuestro Señor?.

    No veo en «casi» nada de lo que dice y hace a Jesucristo, veo a un personaje que va por libre y nos va a dejar una Iglesia… a no ser que el Espiritu Santo intervenga. Pero por favor, que no tarde mucho.

  2. La idea de que el bien lo establezcamos cada uno de nosotros y que estamos obligados a seguir lo que entendamos por tal es muy peligroso y justifica, por ejemplo, todos los asesinatos que los terroristas suicidas mahometanos están causando.

    Hay que seguir sí la conciencia pero ¡ la conciencia formada!

  3. A ver…
    De verdad yo creo que hay gente muy alarmada sin razones para estarlo.
    Mucha gente dice que este hombre hace las cosas en plan showman para ganarse a los medios y hacerse el humilde.
    Estaria de acuerdo si lo hubiera hecho ahora que es Papa, pero cuando casi ninguno le conociamos era igual. Bergoglio ha sido asi siempre para bien o para mal (yo creo que para bien.
    Tan malo no debe ser cuando ese Papa tan diferente a el como decis, juan pablo II, le nombro cardenal. Tan malo no debe ser cuando Benedicto XVI le habia elegido para presidir una conferencia importante en america latina hace unos meses.

    Y para nada estoy de acuerdo en que no mencione a Cristo…esta dando unos discursos alucinantes. Esta diciendo cosas que para nada son acordes a lo politicamente correcto. Otra cosa es que los medios enemigos de la Iglesia resalte lo que quiere resaltar. Ese es otro problema.

    Paciencia Paciencia…no nos precipitemos. Tiene errores, como no, pero ideas que ha ido diciendo en sus discursos, homilias, alocuciones y demas estos meses…si se llevan a la practica, creo que seran un despertar en la Iglesia maravilloso.

  4. Merry, los católicos estamos alarmados e incluso el algunas ocasiones hasta escandalizados.

    Nadie se precipita, en todo caso el que se precipita es el mismo Papa.
    ¿O acaso es de recibo que invite una semana al rabino Skorka a Santa Marta?, esto por poner un ej. reciente.

    Sí tenemos que fiarnos de sus homilías y gestos y a continuación hemos de interpretarlos, apañados vamos.

    El despertar en la Iglesia puede ser realmente lo nunca visto y no se sí me gustará verlo.

    Pero hay que confiar en Dios Nuestro Señor y rezar por Francisco, para que como Vicario de Él en la tierra, sea su vivo ejemplo.

  5. El 15 de agosto edité en Google el tema: «2029-2031: Fin del Papado en Roma y fin de…», donde al final del mismo escribía sobre este Papa.
    Por cierto, de consagración al Mundo el pasado 13 de octubre nada de nada: una plegaria a la Madre de Dios -algo es algo-; pero de consagración al Mundo y menos de mencionar a Rusia, nada de nada.

  6. Ha invitado al rabino a santa marta….y?
    Y cuando Juan Pablo ii beso el coran? Y cuando se pasaba el dia en mezquitas y sinagogas? Y fue un Papa extraordinario. Que tendra que ver.
    Y no, no tienes que interpretar sus homilias y discursos, son bastante claros.
    En esta web suelen ponerlos y la verdad, no salgo de mi asombro, los medios internacionales intentan vender una imagen de el que no es tal.

  7. Y todavía pregunta lo del rabino… alucinante !!

    Los enemigos de la Iglesia están más que encantados con Francisco. Por algo será, digo yo. Despues están los católicos buenistas, que haga lo que haga les parece bien, pero lo que en realidad pasa es que no entienden nada de nada. ¿Es su caso?

    Todo lo que dice y repito hay que interpretarlo SIEMPRE. Porque todo lo que dice, se presta a confusión.

    A Benedicto XVI que era un teólogo brillante, culto y refinado se le entendía de maravilla. Francisco años luz con el anterior, es un papa totalmente atipico en la historia del papado, y tampoco creo que le interese demasiado elevar el nivel de sus discursos siempre populistas.

    No se cual es su finalidad, pero ya empezó mal al no querer residir en el Palacio Pontificio. A partir de ahí parece que vale casi cualquier cosa.

    Pero el Papa es el papa y hay que rezar por él. En este caso, hasta el mismo nos lo está pidiendo constantemente.

  8. Creo que exageráis. Creo también que esos dos periodistas se pasaron tres pueblos en sus críticas. Lo que no significa que esté de acuerdo en que se les despida ni mucho menos en el modo en que se ha hecho. Yo no veo relativismo en las palabras del Papa ni mucho menos. Si acaso imprecisión y excesivo afán por quedar bien. Decir que este papa es «atípico» demuestra una enorme ignorancia de la historia del Papado. Lo cierto es que lo ocurrido desde 1846 hasta 2005 (en que TODOS los Papas elegidos han sido grandes Papas, cada cual a su modo) es la excepción, no la regla. Que hemos tenido también Papas corruptos (Inocencio VIII, que sobornó a tutiplén para llegar a Papa), maquinadores (Sixto IV, que participó en la conspiración para matar a los Medici), disolutos (Alejandro VI, Pablo III y muchos otros papas renacentistas), sacrílegos (Esteban VI con su infame «juicio» al cadáver del Papa Formoso) , y hasta sodomitas (Julio III, cuyo amante era Innocenzo Ciocchi, «el Ganímedes papal», como se le apodaba). Y también hemos tenido a muchos Papas marionetas de poderes temporales (principalmente durante los siglos VII o X).

  9. Papas pecadores pues claro que los han habido en toda la historia del papado.
    Pero cuando digo que es un papa atípico creo que se tiende perfectamente, que veo que Vd. no lo ha entendido o no lo ha sabido interpretar.

    Uno puede pecar, como así lo hicieron diversos papas que Vd.cita y que aún no he constatado del todo por falta de tiempo, pero luego daban la talla como Vicarios de Cristo.

    Atípico Sr.mío es hacer lo contrario de lo que debe hacer un Papa una vez entronizado, que deja de ser el cardenal X. No voy a empezar a enumerar los hechos, gestos y frases «ingeniosas» con las que nos ha obsequiado, aparte de lo dicho en mis comentarios anteriores, pues llenaría varias páginas. Y las homilias tan confusas que según quién las lea las interpreta de una manera u otra. Hay muchas maneras de hablar y debe ser más afortunado y menos populachero porque ha dejado de ser el cardenal Bergoglio.

    El Papa, al ser el representante de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra, tiene que hablar como lo haría Él, tiene que actuar como lo haria Él. Tenemos que ver al Papa a imagen de Jesús, y desgraciadamente y de momento, no lo veo.

  10. «Cada uno de nosotros», responde el papa, «tiene una visión del Bien y del Mal. Nosotros debemos animar a cada uno a dirigirse a lo que piensa que es el Bien», digo yo los musulmanes creen hacer el bien y ganarse el cielo inmolándose y matando, según el Papa hay que animarlos a seguir lo q ellos entienden por el bien? si es así entonces, como decimos en Argentina, «estamos al horno».

  11. La Teologia socialista del Papa Francisco es relativista como es obvio por sus frutows los conoceran aunque es bien astuto que habla de manera ambigua pero su libro sobre el cielo y la tierra es un ejemplo de errores doctrinales lleno de herejias modernas el predica un mero humanismo sus conceptos de pecado son hereticos. Que tristeza 🙁 A rezar el Rosario y al Arcangel Miguel porque cuando Dios permite malos pastores como en el pueblo de Israel es por castigo porque se ha cambiado la verdad por la mentira y se ha caido en Idolatria donde el centro y foco de atencion del hombre es el mismo hombre y le da la espalda a Dios

    Jer. 23:14 Yo he visto a los profetas de Jerusalén
    hacer cosas horribles:
    cometen adulterios y fraudes,
    animan de tal modo a los malvados
    que nadie se aparta de su maldad.
    Ellos y los habitantes de la ciudad
    son para mí como Sodoma y Gomorra.(…)
    21 «Yo no envié a esos profetas,
    y ni siquiera les hablé,
    pero ellos salieron corriendo
    a hablar en mi nombre.
    22 Si hubieran conocido mis secretos,
    habrían anunciado mi palabra a mi pueblo;
    lo habrían hecho apartarse de su mal camino
    y dejar sus malas acciones.»

  12. Donde esta las obras de misericordia con estos dos pobres samaritanos? , donde esta la libertad de expresión?
    Al Papa Juan Pablo II casi lo matan y perdono a sus enemigos?
    Donde esta la misericordia que tanto ha predicado el Papa Francisco?
    Se puede hacer un Juicio Objetivo sobre los actos de cualquier persona que pueden ser buenos o malos o confusos lo que no nos esta permitido es hace Juicio condenatorio que le corresponde a Dios. Entonces porque no se hizo primero una corrección fraterna antes de llegar al extremismo del despido? No que todos somos hermanos eso no es lo que predica el Papa?
    Y Si estos dos periodistas han visto irregularidades estan obligados por la misma escritura a sacarlos a la luz como lo dice la escritura acaso ver el error y callarlo no se llama PECADO DE OMISIÓN?
    Efesios 5:11-13
    No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible.

  13. Donde esta el espíritu generoso de caridad de poner la otra mejilla.
    «Si alguno te abofetea en la mejilla derecha, muéstrale también la otra».
    Acaso no hay que dar buen ejemplo de «vencer el mal con el bien» (Rom 12, 21)
    Donde esta la disposición de ánimo del discípulo de Cristo para saber perdonar?.
    Al que quiera litigar contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto
    Esta actitud nos demuestra que hay que dar aunque lo que el hermano no merece.
    Donde esta el espíritu de benevolencia?
    Si el Papa Francisco pensaba que convenía podría tener derecho a una legítima defensa haciendo un articulo que explicara o diera respuesta a las inquietudes que plantearon estos dos periodistas. Pero un despido es propio de un régimen totalitarista y no nos da buen ejemplo de ser un buen samaritano.

  14. Acaso Francisco esta en una Isla bien que se entera de quien gano en el Futbol en Argentina y los llama por telefono para felicitarlo pero al Sacerdote Ignacio Peries Kurukulasuriya quien invitó a dos parejas de homosexuales y una de lesbianas para abordar la temática de «construir familias» en su programa “Huellas de Navidad” de Canal 3 de Rosario sigue vivito y coleando sin que nadie la llame la atencion alli su Obispo hizo un escrito en contra de que no aprobaba el programa y quien a dicho que ese programa necesita imprimatur. Lo que se necesitaba era una excomunion y aun sigue este descarado perverso que en su cuenta de twitter se burla de Jesucristo y tiene enlaces de pornografia como si nada Ahora siguen los despidos en Radio Maria que verguenza que ahora no se pueda decir las verdades
    http://eponymousflower.blogspot.com/search/label/Mario%20Palmaro

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