100 Seminarios Redemptoris Mater

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El número de Seminarios Misioneros Diocesanos Redemptoris Mater (Camino Neocatecumenal) en todo el mundo alcanza ya la centena. Existían 93 y acaban de nacer 7 más en una convivencia de seminaristas en Italia. Forman presbíteros al servicio de la Nueva Evangelización.  El Camino Neocatecumenal acaba de finalizar una convivencia de seminaristas en Italia en la que han participado 357 nuevos provenientes de todo el mundo y en la que han nacido 7 nuevos seminarios diocesanos misioneros Redemptoris Mater. En total, son ya 100 los seminarios de estas características que están presentes en los cinco continentes. Los nuevos seminarios corresponden a Filadelfia (USA), Vancouver (Canadá), Belén (Brasil), Carúpano (Venezuela), Kampala (Uganda), Úzhgorod (Ucrania) y Campobasso (Italia).
 
En el transcurso de la convivencia, estos 357 jóvenes fueron distribuidos en los cien seminarios en los que a partir de ahora comenzarán a formase y a estudiar para el ministerio presbiteral al servicio de la Nueva Evangelización. En la convivencia también participaron el Cardenal Christoph Schönborn y varios obispos, entre ellos el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput; el obispo de Carúpano, Jaime Villaroel y el obispo greco-católico de Úzhgorod, Milan Shashik. Como ha sido expresado en los Estatutos y la Regla de Vida, los Seminarios Redemptoris Mater no son seminarios del Camino Neocatecumenal, sino que son verdaderos Seminarios diocesanos que dependen del Obispo. Los estudiantes en dichos colegios reciben la misma formación teológica que los otros seminaristas de la diócesis. Durante un año realizan el trabajo pastoral en las parroquias como diáconos y dos años más en la diócesis como presbíteros, antes de que el Obispo los pueda mandar en misión. Pero si el Obispo tiene la necesidad de ellos en su diócesis, puede incorporarlos donde desea, dado que son ordenados sin ninguna condición previa. Una característica de estos Seminarios Redemptoris Mater es que son internacionales: Están a disposición de todo el mundo y en el servicio de la Iglesia. La experiencia ha mostrado que, combinar la iniciación a la vida cristiana – el Camino Neocatecumenal – con la formación del presbítero, es una ayuda magnífica para el desarrollo psicológico, afectivo y humano de los candidatos. (Antes que presbíteros ellos son cristianos, y en el camino de la fe ellos aprenden la oración, la obediencia, el sentido de la Cruz, para estar en comunión, etc.) Sobre todo, es una ayuda para unir la misión con la parroquia, ya que el Camino Neocatecumenal es un tiempo de formación que termina en la parroquia, en donde, de forma adulta, viven las comunidades la misión en unión con el Párroco y con el Obispo

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