Sobre el Papa Francisco se manifestó de la siguiente manera “A mí me encanta. Espero que sea ese Papa providencial que Dios tiene destinado para la Iglesia y para la Historia. Ya ha empezado a predicar con las encíclicas de su vida, que son los gestos; un hombre que es humilde, que viajaba en autobús y metro; que iba a las villas miseria a compartir con los pobres; era un hombre despojado, pobre. Pues como intentó y vivió en su tiempo Francisco de Asís u otros franciscos. Estamos muy ilusionados con un Papa de esta categoría, de esta humanidad, de esta sencillez. Creo que puede devolver mucha ilusión a muchos creyentes porque ve que el Papa es una persona buena y sencilla y pueden entender todos sus mensajes”. En la CEE desde 2008 es miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar. En el año 2005 entró a formar parte de la Comisión para la Vida Consagrada.
Arzobispo de Toledo. Su lema episcopal es “Cor Jesu fons evangelizationis pauperibus”, que significa “El corazón de Jesús fuente para evangelizar a los pobres”.
En palabras del propio Obispo explicando su lema “Los pobres también son llamados a evangelizar nuestro mundo donde, en ocasiones, prevalece el “tener” y “la eficacia”. Sólo los pobres podremos avanzar y llevar a esta humanidad sedienta de amor a las fuentes de Agua Viva, (cf.Jn 4,10)”. Francisco Cerro Chaves nació el 18 de octubre de 1957 en Malpartida de Cáceres y cursó los estudios de bachillerato y de Filosofía en el Seminario de Cáceres, completándolos en el Seminario de Toledo. Fue ordenado sacerdote el 12 de julio de 1981 en Toledo. Se licenció y doctoró en Teología Espiritual en 1997 en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Además, es doctor en Teología de la Vida Consagrada en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Desempeñó diversos ministerios antes del episcopado, entre ellos, el de Vicario Parroquial de “San Nicolás”; Consiliario de Pastoral Juvenil; Colaborador de la Parroquia de “Santa Teresa” y Director de la Casa Diocesana de Ejercicios Espirituales de Toledo. Es miembro fundador de la “Fraternidad Sacerdotal del Corazón de Cristo”. Desde 1989 trabajó pastoralmente en Valladolid, donde fue capellán del Santuario Nacional de la Gran Promesa y Director del Centro de Formación y Espiritualidad del “Sagrado Corazón de Jesús”. También fue Director diocesano del “Apostolado de la Oración” y miembro del Consejo Presbiteral Diocesano; delegado Diocesano de Pastoral Juvenil y Profesor de Teología Espiritual del Estudio Teológico Agustiniano. El 2 de septiembre de 2007 fue ordenado Obispo de Coria-Cáceres. Cuando llegó a la diócesis el seminario contaba con 11 seminaristas.
El panorama en 2013 dista mucho de haber mejorado ya que cuenta con 8 seminaristas. Sobre el asunto del seminario declaró “Estamos en buen camino. Ahora tenemos ocho seminaristas y yo he ordenado hace poco a cuatro sacerdotes. Hay otros siete chavales que están en torno a nosotros que están planteándose ingresar. Creo que la Pastoral Vocacional está realizando una gran labor, asumiendo la realidad que tenemos y, por su supuesto, las dificultades que hoy tiene un muchacho si quiere hacerse sacerdote, encontrándose muchas incomprensiones ante el ambiente de la sociedad actual, ya que en muchos ambientes no se lleva ser cristiano ni ser cura”.
“En 2007 llegó como obispo Don Francisco Cerro…Y como obispo vino con síndrome de Estocolmo. Pero reconozco con mucho gusto que lo ha superado y va encarrilando la diócesis. Piadoso como pocos, devotísimo del Sagrado Corazón, de quien fue en Valladolid ejemplar propagador de ese culto, creo que tanto Don Madeo como él son dos buenos obispos”, estas palabras le dedicó la cigueña de la torre a nuestro protagonista. Siendo preguntado sobre si la Iglesia estaba en crisis dijo “Vivimos en una situación de crisis que afecta a todo y que también lo hace a la Iglesia, porque no está al margen de la humanidad y de sus sufrimientos y de sus esperanzas”. Sobre la crisis del matrimonio “A la gente le cuesta mucho asumir un compromiso definitivo en cualquier campo; eso de “para toda la vida”. También hay un cierto bajón en la fe, que es lo que exige el matrimonio cristiano. Casarse por la Iglesia requiere fe y esperanza en el futuro”.
Sobre la renuncia de Benedicto XVI ha dicho “Las tres razones que él ha dado son las fundamentales, aunque luego se puedan hacer muchas especulaciones. Creo que esas razones son bastante serias: tiene una avanzada edad; su salud no era buena; y, tercero, afrontar ciertos retos cuesta más a esa edad y con una salud delicada. Y además, el Papa es un hombre muy inteligente, muy listo, un gran maestro, y era consciente de que ahora vienen una serie de acontecimientos que obligan a que el Papa esté presente y le habían dicho que ya no podía viajar. Creo que no hay que buscar más razones”.