El Papa Francisco se ha unido al dolor de las familias de las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela y reza por los fallecidos en la catástrofe, a los que encomendará durante la Santa Misa que celebrará hoy en Río de Janeiro, según han informado el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Cuando el Santo Padre fue informado del grave accidente que había tenido lugar en Santiago, telefoneó en la noche de este miércoles al presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, Rouco Varela, que se encuentra en Brasil, participando junto a otros 12 obispos españoles y miles de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro.
Según fuentes de la Conferencia Episcopal, el Papa se interesó por los detalles de la tragedia ferroviaria y por la situación de las familias de las víctimas, se une al dolor de todos los afectados, pide al Señor muy particularmente por los que han fallecido en el accidente y los encomendará durante la Santa Misa que celebrará hoy en Río de Janeiro. El portavoz vaticano dijo que el Papa se unió al dolor de las familias españolas por la muerte de decenas de personas y heridos del accidente. Según Lombardi, el Pontífice fue informado del accidente y expresó su tristeza. Lombardi recordó que el accidente se produjo en la vigilia de la festividad del Apóstol Santiago y que posiblemente entre los muertos pueda encontrarse algún peregrino que iba a Compostela, y pidió a los periodistas acreditados para la JMJ un minuto de silencio por las víctimas.
El secretario de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha enviado una carta al arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, en la que dice «En nombre de todos los miembros de nuestra Conferencia Episcopal, que estamos espiritualmente cerca de usted, de los accidentados y de sus familias. Nos unimos a sus oraciones por el eterno descanso de los fallecidos; que, por intercesión del Apóstol Santiago, el Dios del amor los acoja junto a Él y otorgue el consuelo y la serenidad a sus familiares. Pedimos también por el restablecimiento de los heridos y por todos los que están prestando socorro médico y espiritual». En la carta, los obispos señalan también que «toda la comunidad católica en España se siente profundamente conmovida por esta tragedia, ocurrida precisamente en la víspera de la solemnidad del Apóstol Santiago, patrono de España» y concluyen pidiendo a Dios, por medio del Apóstol, «su bendición para quienes han sido tan inesperadamente tocados por el sufrimiento y para sus familias». Los obispos invitan a todos los católicos a rezar por los difuntos, por los heridos y por sus familiares; a participar, al menos espiritualmente, en todas las celebraciones litúrgicas que se organicen. «Comparto la gran consternación y el profundo dolor que ha supuesto este gravísimo accidente ferroviario en el que han perdido la vida 77 personas. Rezamos por ellas para que el Señor las haya acogido en su bondadosa misericordia», ha declarado Barrio, quien confiesa que «he pensado esta noche que el Apóstol Santiago les habrá acompañado al Pórtico de la Gloria».
«Pedimos, movidos por la fe, para que los heridos se vayan recuperando y, por supuesto, tenemos muy presentes la aflicción y el dolor de las familias para que el Señor les conceda esa serenidad, esa paz y ese consuelo que, sin duda alguna, necesitan», añadió el arzobispo, quien mostró su confianza en «tener una celebración propia y específica por las víctimas de este accidente ferroviario».
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