¿Y defenestración del actual? Seguro que algún malagueño nos dirá quienes son los nuevos, además del currículum publicado, y tal vez los motivos del cese del que había. En mi opinión bastante mejor que el anterior aunque eso no suponga mucho pues le mejoraría casi cualquiera.
Catalá está a pinto de cumplir 68 años, el próximo 22 de este mes, y es bastante posible que concluya sus días en Málaga. Pues no tiene ninguna diócesis de ascenso y las archidiócesis le iban a pillar ya de septuagenario. Valladolid, Toledo, Zaragoza, Tarragona, Burgos, Madrid, Valencia, Sevilla.
Cierto que el Papa Francisco ha nombrado, o trasladado, arzobispos ya muy mayores y puede repetir. ¿Eso es bueno salvo en casos muy especiales? Pontificados muy largos pueden no ser convenientes pero brevísimos, tampoco.
Catalá era una brillantísima esperanza de la Iglesia española aunque a mí no me lo pareciera. Y me temo que yo tenía razón. Muy breve obispo auxiliar (1996-1999), discreto obispo de Alcalá ( 1999-2008) y obispo de Málaga desde esa fecha se ha caracterizado allí como un obispo mediocre y cuasi inexistente. No era fácil la encomienda en una diócesis muy complicada que el predecesor de su predecesor, Buxarrais, tuvo que renunciar ante su manifiesta insuficiencia mitral, pero Catalá llegó a hacer casi bueno, que ya es, a Dorado. De inteligencia y protagonismo muy superior aunque a mí me pareciera desdichado nombramiento.
A lo que, además, el valenciano añade ser un «esaborío» de libro que no es lo que se valora precisamente en Andalucía. Aunque sea en la Oriental.
Es muy posible que estos dos nuevos vicarios generales sean lo últimos del pontificado de Catalá en Málaga y en su episcopado que ya no da para mucho más. Dios quiera que le ayuden a unos últimos días mejores. Difícil sería que fueran peores. Pero si eso ocurriera creo que sería mucho más mérito de los vicarios que de Catalá.