La Iglesia católica de Gaza, alcanzada por un bombardeo esta mañana: herido el párroco, Gabriel Romanelli

El padre Gabriel Romanelli herido tras bombardeo a la Iglesia católica de Gaza

La parroquia de la Sagrada Familia, la única iglesia católica en la Franja de Gaza, ha sido alcanzada esta mañana por un ataque que ha provocado varios heridos, entre ellos el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco del enclave. La noticia ha sido confirmada por el Patriarcado Latino de Jerusalén, que ha emitido un comunicado oficial en el que detalla que, por el momento, no se han registrado víctimas mortales, aunque el templo ha sufrido daños materiales.

El ataque tuvo lugar esta mañana. Hay varios heridos en el lugar, incluyendo al párroco, P. Gabriel Romanelli. Por ahora no se han confirmado fallecidos. La iglesia ha sufrido daños, indica el comunicado difundido este jueves por el Patriarcado, que ha asegurado que ofrecerá más detalles a medida que se confirmen.

La comunidad cristiana en Gaza, pequeña y acosada por la violencia de la guerra, ha sido objeto de creciente preocupación por parte de la Santa Sede y de organismos internacionales humanitarios. La parroquia de la Sagrada Familia ha sido en los últimos meses un centro de acogida para cientos de civiles desplazados, entre ellos niños, ancianos y personas con discapacidad.

El padre Romanelli, miembro del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), ha permanecido en Gaza desde el comienzo del conflicto para acompañar a los fieles. Su labor pastoral y caritativa ha sido ampliamente reconocida tanto por la Iglesia como por organizaciones humanitarias en la región.

El impacto directo sobre un lugar de culto cristiano y el daño al párroco han causado consternación entre católicos de Tierra Santa y de todo el mundo. El Patriarcado ha pedido oraciones por los heridos y por la paz en la región, al tiempo que ha reiterado su disposición a continuar su misión pastoral entre los más vulnerables.

La situación en Gaza continúa siendo crítica, y este incidente subraya una vez más la extrema fragilidad de las comunidades cristianas en zonas de conflicto.