Taybeh, el último pueblo íntegramente cristiano de Palestina, ha lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional tras una serie de ataques sistemáticos de colonos israelíes que amenazan su existencia, su patrimonio religioso y la seguridad de sus habitantes.
En una declaración conjunta, los sacerdotes de las tres iglesias del pueblo —la Iglesia latina, la Iglesia greco-católica melquita y la Iglesia greco-ortodoxa— han denunciado lo que consideran una campaña para borrar su legado cristiano y apoderarse de sus tierras ancestrales.
Ataque cerca de la iglesia bizantina de San Jorge
El pasado 7 de julio de 2025, un grupo de colonos israelíes prendió fuego de forma intencionada a un terreno próximo al cementerio y la iglesia bizantina de San Jorge, un templo del siglo V considerado uno de los más antiguos de Tierra Santa. El padre Bashar Fawadleh, párroco de la iglesia latina Cristo Redentor, señaló que la rápida actuación de los vecinos y los bomberos fue crucial para evitar una tragedia mayor.
“Nunca había visto algo así en mis cuatro años en Taybeh”, declaró el sacerdote, quien también denunció que los incendios continuaron durante horas y que los residentes tuvieron que luchar por sus propios medios para protegerse y apagar las llamas.
Colonización progresiva con ganado
A 30 kilómetros de Jerusalén, en el centro de Cisjordania, se encuentra la ciudad de Taybeh, último pueblo cristiano de Palestina. Según los habitantes, los colonos israelíes emplean un nuevo método de ocupación: llevan rebaños de vacas a pastar diariamente en las tierras agrícolas de Taybeh, impidiendo el acceso a los legítimos propietarios. Esta práctica, que daña gravemente los olivos —clave en la economía local gracias a la producción de aceite de oliva—, ya se observa en numerosos pueblos de Cisjordania.
La revista Terre Sainte explica que se trata de una forma de colonización silenciosa: los colonos primero se acercan con sus animales, permanecen un tiempo y finalmente intentan reclamar esas tierras como propias. La situación compromete la cosecha de aceite de oliva de este año.
Impunidad, miedo y silencio de las autoridades
El padre Bashar denuncia la impunidad total de los colonos. “Ninguna autoridad —ni el gobierno israelí, ni los militares, ni los coordinadores civiles— ha intervenido para protegernos”, lamenta. Aunque se han hecho llamadas y se han presentado quejas, “hasta ahora no han hecho nada”.
Esta inacción oficial ha generado un sentimiento de abandono entre los cristianos del pueblo. “Los niños viven con miedo constante. Algunos lloran al escuchar la palabra ‘colono’”, afirma el sacerdote. “La vida cristiana en Taybeh se encuentra bajo amenaza constante”.
«Expulsar por la fuerza a los agricultores de sus tierras, amenazar sus iglesias y rodea sus pueblos es una herida en el corazón vivo de esta nación»
Petición a la comunidad internacional y a las Iglesias
En su comunicado, los tres sacerdotes de Taybeh hacen un llamamiento a diplomáticos, organismos internacionales y representantes eclesiásticos para que intervengan y protejan la presencia cristiana en Tierra Santa. Aludiendo a que Taybeh es último pueblo cristiano de Palestina. Recuerdan que Taybeh —antiguamente conocida como Efraín— es mencionada en el Evangelio de San Juan como el lugar donde Jesús se retiró antes de su Pasión.
Exigen que se impida el ingreso de colonos a sus terrenos, que se investiguen los ataques sufridos y que se garantice la seguridad de la población cristiana. “Pedimos que vengan a ver con sus propios ojos lo que ocurre en nuestra tierra”, afirman.
Alerta también en las aldeas vecinas
La situación de Taybeh no es aislada. En los últimos días, cuatro jóvenes palestinos fueron asesinados en pueblos cercanos a causa de agresiones de colonos y disparos del ejército israelí. El padre Bashar y sus feligreses sueñan con el fin de las agresiones, de los puestos de control y de la ocupación militar.
“Solo queremos vivir en paz y con justicia”, concluye.
En una escena que se ha convertido en una provocativa rutina, los colonos siguen pastando su ganado en las tierras agrícolas de Taybeh, incluidos campos de propiedad familiar y zonas cercanas a viviendas, sin que las autoridades lo impidan ni intervengan. Estas violaciones van más allá de la provocación: causan daños directos a los olivos, una fuente vital de sustento para la población de Taybeh, e impiden a los agricultores acceder a sus tierras y cultivarlas.
La zona oriental de Taybeh, que comprende más de la mitad del territorio de la ciudad e incluye la mayor parte de su actividad agrícola, se ha convertido efectivamente en un objetivo abierto para los asentamientos ilegales que se expanden silenciosamente bajo protección militar. Estos asentamientos sirven de base para nuevos ataques contra la tierra y su población.
Como sacerdotes, tenemos una responsabilidad pastoral y moral hacia nuestra comunidad. No podemos permanecer en silencio ante estos ataques implacables que amenazan nuestra propia existencia en esta tierra. Taybeh, conocida en el Evangelio como «Efraín», el lugar al que se retiró Jesús antes de su Pasión (Juan 11, 54), es la última ciudad totalmente cristiana que queda en Cisjordania. Su población, íntegramente cristiana, representa una presencia única en la región, un testimonio vivo que se remonta a la época de Cristo.
Este perdurable legado espiritual y cultural, conservado fielmente por el pueblo de Taybeh a lo largo de generaciones, corre ahora un grave riesgo de erosión y desplazamiento debido a los ataques sistemáticos contra la tierra, los lugares sagrados y la comunidad local.
Hacemos un llamamiento a los actores locales e internacionales, especialmente a los cónsules, embajadores y representantes de las iglesias de todo el mundo, para que adopten las siguientes medidas:
- Iniciar una investigación inmediata y transparente sobre los incidentes de incendio provocado y los continuos ataques contra propiedades, tierras agrícolas y lugares sagrados.
- Ejercer presión diplomática sobre las autoridades ocupantes para que pongan fin a las acciones de los colonos y les impidan entrar o pastar en las tierras de Taybeh.
- Enviar delegaciones internacionales y eclesiásticas para realizar visitas sobre el terreno, documentar los daños y dar testimonio de la deteriorada realidad sobre el terreno.
- Apoyar al pueblo de Taybeh mediante iniciativas económicas y agrícolas, y reforzar su resiliencia con un acompañamiento jurídico eficaz.
Creemos que Tierra Santa no puede seguir viva sin su pueblo indígena. Expulsar por la fuerza a los agricultores de sus tierras, amenazar sus iglesias y rodea sus pueblos es una herida en el corazón vivo de esta nación. Sin embargo, nos mantenemos firmes en nuestra fe y esperanza compartidas: que la verdad y la justicia prevalecerán finalmente.
P. Daoud Khoury (Iglesia Ortodoxa Griega – Taybeh)
P. Jack Nabel Ahed (Iglesia Católica Melquita – Taybeh)
P. Bashar Fawadleh (Patriarcado Latino – Taybeh)
