Jesús no muestra un camino, ¡Él es el Camino!

Jesús no muestra un camino, ¡Él es el Camino!

Uno de los últimos tuits del Papa Francisco en su cuenta oficial ha suscitado revuelo y perplejidad entre los fieles.

La frase “Jesús nos abre un camino, nos muestra un modo, nos indica una meta” parece, a primera vista, una afirmación piadosa y bienintencionada, pero encierra un matiz que distorsiona uno de los mensajes más claros del Evangelio: Jesús no es un guía que simplemente señala por dónde ir; Jesús es el Camino.

Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida

Las palabras de Cristo en el Evangelio de Juan son contundentes: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Juan 14,6). No dice que muestra un camino entre muchos posibles, ni que Él indica una meta como si fuese un profeta más. Cristo no es un mapa ni un cartel de dirección. Es el Camino mismo. Reinterpretar esto de manera ambigua puede llevar a graves errores teológicos: diluir la centralidad de Cristo en nuestra vida y en la salvación.

Del modo a la confusión

Hablar de “modo” y “meta” es propio del lenguaje de autoayuda o del coaching espiritual, pero no es fiel al mensaje bíblico. Jesús no es solo un ejemplo moral o un faro ético; es Dios encarnado que nos llama a caminar en Él, no simplemente detrás de Él. El riesgo de este tipo de mensajes es caer en un cristianismo diluido, donde Jesús es percibido como un buen maestro entre muchos, en lugar de ser la única fuente de redención.

La importancia de la precisión

Este tipo de publicaciones hacen que nos preguntemos si se trata de un descuido lingüístico o de una estrategia pastoral para agradar a todos. Lo que está en juego no es un simple matiz, sino la esencia misma de nuestra fe. El Papa tiene la responsabilidad de hablar con claridad para fortalecer a los fieles, no para sembrar confusión con frases ambiguas que parecen querer contentar a creyentes y no creyentes por igual.

Un llamado a la fidelidad

Los fieles necesitamos recordar que no seguimos solo consejos, enseñanzas o guías de comportamiento, sino a una Persona: Jesucristo. Por eso, cuando el sucesor de Pedro habla, debería ser siempre con la seguridad de quien proclama que Jesús no “muestra” el camino, sino que Él es el único Camino.

Quizá la mejor respuesta a este tuit sería recordar las palabras de San Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6,68). Solo Él nos lleva al Padre. Todo lo demás es ruido.

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