Monseñor Jacques Habert, obispo de la diócesis francesa de Bayeux-Lisieux, ha anunciado la reducción al estado laical del fundador de la Misión Teresiana.
El obispo de Bayeux-Lisieux, Monseñor Jacques Habert, que ya suprimió la asociación canónica de fieles Misión Teresiana en junio del 2022, ha emitido un comunicado en el que ha confirmado que el padre Bruno Thévenin, sacerdote de la diócesis de Bayeux y Lisieux, que estuvo durante mucho tiempo en el ministerio en la región de París para la asociación Misión Teresiana que él mismo fundó y que actualmente reside en la diócesis de Bayeux-Lisieux, ha sido objeto de un proceso penal extrajudicial a petición del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El obispo confirma que las acusaciones en su contra «son tanto abuso de personas como ofensas a los sacramentos de la penitencia y la Eucaristía». «El trámite fue realizado por la Oficialidad de la Diócesis de París», se lee en la nota.
La sentencia de Doctrina de la Fe lo ha declarado culpable y lo ha condenado a la destitución del estado clerical y a la excomunión latae sententiae. «El padre Thévenin puede apelar su condena ante el Dicasterio. Actualmente sigue excluido de cualquier ministerio», confirma el obispado francés.
¿Qué es la Misión Teresiana?
Fue una asociación que invita a los niños y sus familias a orar por la Iglesia, los sacerdotes y las vocaciones. Fundada en Francia en 1975 por el padre Bruno Thévenin, reconocida por el obispo de Bayeux-Lisieux en 1992.
Más de 6.500 sacerdotes son confiados a la plegaria de los niños y niñas que de este modo se convierten en padrinos espirituales de un sacerdote o de un religioso. Contagiados por sus hijos, muchos padres y sus amigos desean también un compromiso espiritual mayor en el seno del movimiento.
La asociación pretendía ser una contribución de vida evangélica a la acción pastoral de las parroquias, movimientos y escuelas. Proponía a las familias y a los padres, los medios para profundizar su fe con el objetivo de transmitirla a los niños, ya que ellos son los primeros responsables del provecho de su vida espiritual y sacramental.
Se comprometían a promover el lugar que corresponde al niño en la Iglesia, que por la gracia del Bautismo y posteriormente de la Confirmación se convierte en miembro activo en la Iglesia. La asociación animaba a sus miembros a alimentarse frecuentemente de la Eucaristía, a recibir el sacramento del perdón Divino, a practicar la oración diaria (para los niños la “oración silenciosa”), el sacrificio y la devoción mariana.
El obispo Habert retiró el reconocimiento canónico del grupo el 30 de mayo del 2022.