Antes de la audiencia general, el Papa Francisco se reunió con los obispos del CELRA y les destacó la importancia de preservar la esperanza en un Oriente Medio marcado por un conflicto que parece volverse crónico. Subrayó que la presencia cristiana en la región es fundamental para promover el diálogo y la reconciliación, y que es crucial fortalecer la formación cristiana en áreas donde la Iglesia es minoritaria.
El Papa Francisco expresó su agradecimiento a los obispos, reconociendo que ellos son «la llama de la esperanza en lugares donde parece extinguirse», y los alentó a seguir manteniendo viva esa esperanza en un Medio Oriente donde el conflicto entre Israel y Hamás parece haberse vuelto permanente. El Papa se dirigió a los miembros de la Conferencia de Obispos Latinos de las Regiones Árabes (CELRA) durante su reunión plenaria antes de la audiencia general.
Recordó que Oriente Medio atraviesa momentos de gran tensión, que en algunos casos han derivado en enfrentamientos abiertos y destellos de guerra. El conflicto, desencadenado por la agresión terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, en lugar de encontrar una solución justa, parece perpetuarse, con el riesgo de extenderse y desestabilizar toda la región. Francisco subrayó que la guerra, tras la ocupación de la Franja de Gaza por el ejército israelí, ha causado miles de muertos, enormes destrucciones y un inmenso sufrimiento, alimentando sentimientos de odio y rencor que podrían llevar a futuras tragedias.
El Papa también expresó su cercanía a los obispos y a las Iglesias que representan, orando para que «el Señor les dé siempre la fuerza de testimoniar su fe en Él, también a través del diálogo respetuoso y sincero con todos». Los animó a ser signos de esperanza para todos, a promover palabras y gestos de paz, fraternidad y respeto, y a fomentar la reconciliación y la superación de divisiones y enemistades que se han arraigado con el tiempo.
Finalmente, el Papa Francisco deseó éxito a los prelados del CELRA en sus iniciativas pastorales, esperando que encuentren la mejor manera de asegurar una formación cristiana adecuada en contextos donde la presencia cristiana es minoritaria. Esta formación es esencial para que los contenidos de la fe sean conocidos, reflexionados y fortalecidos, permitiendo así que la fe pueda ofrecer razones para la esperanza cristiana.
El saludo del Papa concluyó con una invocación a la Virgen María, pidiéndole que los «proteja» y «conforte».