Dicen que el que paga, manda, y en la Iglesia católica los ricos son los alemanes, que reparten sus dineros entre las iglesias nacionales del Tercer Mundo, no sin injerencia ideológica. Pero en Malawi acaban de decir aquello de que “en mi hambre mando yo”, y se empecinan en prohibir a sus sacerdotes que bendigan parejas pecaminosas aunque Alemania les deje a la cuarta pregunta.
Lo cuenta el Nyasa Times, en traducción del inapreciable blog Secretum Meum Mihi. Thomas Luke Msusa, arzobispo de Blantyre, dijo en una homilía que los obispos de Malawi no se arrepienten de su decisión, aunque tienen muy claro que influirá en la llegada de fondos.
“Nuestros sacerdotes no deberían bendecir a gays y lesbianas porque va en contra de las enseñanzas bíblicas. Como obispos de la Conferencia Episcopal de Malawi, fuimos los primeros en el mundo en responder condenando esta orden. Lo sorprendente es que la declaración no cita ningún versículo de la Biblia ni declaraciones previas de otros Papas como ha sido el caso antes.
“Nosotros decimos no a esto y nuestras relaciones con algunos de nuestros benefactores, por ejemplo en Alemania, se han deteriorado. Teníamos una buena relación con nuestros benefactores en Alemania, quienes nos daban dinero para comprar autos para nuestros sacerdotes. Pero me gustaría decir: trabajemos duro por nuestra cuenta en lugar de aceptar dinero porque quieren que hagamos algo contrario a la enseñanza bíblica”.
Que no solo de pan vive el hombre.
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