“Mantengo estas palabras de hace 5 años”, escribía en su cuenta de X el hasta entonces obispo de Tyler, Joseph Strickland, poco después de conocer su cese. “Mi voz ha sido eliminada de estas reuniones, pero espero que alguien, cualquiera, acepte el mensaje. El mundo necesita la Verdad de Jesucristo, Su Buena Nueva, ahora más que nunca”.
En su tuit, Strickland incluye un enlace de vídeo de una intervención suya de 2018. En su intervención ante la asamblea de obispos estadounidenses en Baltimore, formuló algunas preguntas sobre el caso del cardenal McCarrick acusado de abusos y sobre el tema de la memoria del ex nuncio apostólico en Estados Unidos Carlo Maria Viganò, un documento en el que se afirma que El Papa había sido informado de la conducta del arzobispo emérito de Washington y de la existencia de sanciones por parte de Benedicto XVI.
Strickland llegó incluso a preguntar directamente a sus hermanos en episcopado: “¿Cómo fue ascendido McCarrick, cómo sucedió todo?” Y más adelante: “¿Creemos o no en la doctrina de la Iglesia?”.
Refiriéndose al padre James Martin, el jesuita pro-LGBTQ, Strickland denunció: «Hay un sacerdote que viaja mucho y parece estar muy bien conectado en diversos sitios».
Respecto a la manifestación convocada en su apoyo y prevista para el próximo sábado frente a la cancillería de la diócesis de Tyler, el obispo escribe que espera que «este esfuerzo se base en la oración y sea respetuoso, centrado en Jesús», porque «Él es el único apoyo del que necesito y siento el profundo abrazo de Su Sagrado Corazón”. El obispo explica que aprecia “la fe vigorosa que inspira el encuentro, pero recuerden que yo no soy nada, Jesús lo es todo. ¡Viva Cristo Rey!”.
En resumen: apoya la manifestación, pero no que se convierte en una protesta contra el Papa.