El obispo de la diócesis de Worcester, Robert McManus, ha emitido una ley diocesana con el objetivo de reforzar la lucha contra los pecados de los sacerdotes contra el sexto mandamiento.
El Obispo McManus anunció al clero diocesano la semana pasada que ha promulgado una ley particular en la diócesis de Worcester, que complementa el Código de Conducta Ministerial existente en lo que respecta al clero y sus tratos con cualquier adulto.
«La nueva ley recuerda a los clérigos que cultiven y conserven la virtud de la castidad, así como la promesa del celibato para los sacerdotes y los diáconos solteros o viudos. Esta ley en particular hace referencia específicamente a la solicitación digital, el acicalamiento, la pornografía y/o el intercambio de dicho material en las redes sociales como formas de violar su compromiso de por vida con la observancia del celibato casto», se lee en el comunicado de la diócesis estadounidense.
Según el obispo McManus, esta ley fue vista como una forma proactiva de recordarle al clero la gravedad moral de los temas abordados por esta ley en particular, especialmente a la luz de las noticias recientes de otras partes del país en las que los sacerdotes y diáconos estaban siendo apartados del ministerio público por violaciones al sexto mandamiento (sobre el adulterio y la vocación a la castidad).
Decreto del obispo McManus
El obispo recuerda en el decreto emitido que «el sacerdocio de Jesucristo es un don precioso otorgado a los hombres escogidos por Dios y llamados y consagrados por la Iglesia para servir a Su pueblo con corazones desinteresados, generosos y amorosos. Es un don sagrado y precioso que requiere una fe profunda, madurez, amor por la Iglesia de Cristo, el Pueblo de Dios, y un deseo ardiente de servir a Dios con mente y alma entregadas al Señor».
Por ello, «este compromiso y servicio al Señor ya su pueblo exige que el sacerdote observe el celibato y la continencia perfecta, como signo poderoso del reino de Dios para que pueda servir al Señor con el corazón indiviso», añade McManus.
El obispo de la diócesis de Worcester ha decretado que «un clérigo que cree una cuenta, haga uso de una cuenta creada por otra persona o participe en cualquier actividad en cualquier medio de comunicación social específicamente diseñada para facilitar las violaciones del sexto mandamiento del Decálogo con un adulto será castigado con una pena justa según la gravedad de la falta».
«Es política de la Diócesis de Worcester que un clérigo que cree una cuenta, haga uso de una cuenta creada por otra persona o participe en cualquier actividad en cualquier otro medio de comunicación social, con el objetivo de establecer contacto con el propósito de la violación del sexto mandamiento del Decálogo con un adulto, a menudo denominada grooming, debe ser castigada con una pena justa, según la gravedad de la infracción», ha decretado McManus.
Unido a lo anterior, el obispo añade que «un clérigo que envíe, reciba intencionalmente o solicite material sexualmente explícito (pornografía) de otra parte, ya sean palabras o imágenes de adultos, incluido él mismo, por cualquier medio de comunicación social, ya sea en formato analógico o en formato digital o en medios impresos, será reprimido con una pena justa, según la gravedad de la infracción».