Si los estados que lo están estudiando acaban aprobando leyes que hagan obligatorio denunciar a penitentes que se confiesen de delitos, los sacerdotes tendrán que ir a la cárcel antes de violar el sigilo sacramental, asegura el obispo de Spokane, en Washington.
Los estados de Washington y Vermont están estudiando la posibilidad de aprobar leyes que obligarían a los sacerdotes a divulgar información sobre abusos sexuales, incluso si se han enterado del caso durante una confesión sacramental. Hasta ahora, las leyes de deber de denuncia eximen a los sacerdotes, por cuanto la Iglesia considera un gravísimo pecado vulnerar el sigilo sacramental.
Y aquí está el dilema: ¿qué debe hacer el sacerdote en el caso estudiado? ¿Ir a la cárcel o vulnerar el secreto? Thomas Daly, obispo de de Spokane, Washington, lo tiene clarísimo, y así se le ha comunicado al Washington Examiner: «Los sacerdotes y los obispos irán a la cárcel antes que romper el secreto de confesión», dijo Daly. «Estoy seguro de que los sacerdotes en Spokane y mis hermanos en el episcopado lo preferirán, tan sagrado es ese vínculo».
Para los sacerdotes, el secreto de confesión no es negociable, explicó Daly, y señaló que la mayoría de las instituciones seculares lo reconocen y respetan. «Me preocupa que haya quien piense que es negociable», dijo. «Me preocupa que ese vínculo de confianza por el que la gente ha dado su vida de repente parezca estar sujeto a renegociación».
El obispo de Spokane también se preguntó qué tipo de motivación podría haber detrás del proyecto de ley y señaló que las fuerzas seculares del estado estaban criticando la participación de la Iglesia Católica en los servicios sociales y de salud.
«Los sacerdotes ya son informantes obligatorios en todos los asuntos menos en el sacramento de la penitencia», dijo. «¿Por qué se ha vuelto ahora un problema?».