
Las que se ponen. Y son ya unas cuantas.
Antes eran religiosos y religiosas quienes mayoritariamente se ocupaban del apostolado juvenil con base en sus colegios, congregaciones marianas, cooperadores salesianos… Jesuitas e hijos de San Juan Bosco eran seguramente los más destacados y activos pero también con presencia importante de otras órdenes y congregaciones masculinas y femeninas. Eso prácticamente se murió o lo han matado. Y parece imposible resucitarlo porque prácticamente ya no hay operarios. En no pocos colegios no ven ya los alumnos a un religioso o religiosa porque o no los hay o son tan mayores los pocos que quedan que están ya incapacitados para todo apostolado juvenil. Mataron la gallina de los huevos de oro porque de ahí salían las vocaciones que ahora no tienen.
El clero secular ha tomado el relevo y ahora la pastoral juvenil es sobre todo parroquial. Y cada vez tenemos más muestras de ello. Los obispos, bastantes, se han implicado en ello y eso va a más. En estos días veraniegos han sido no pocas las muestras que hemos visto de trabajo bien hecho. Más de mil jóvenes peregrinaron a Santiago con presencia del cardenal arzobispo de Madrid, del obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño y del obispo auxiliar de Valladolid. Días después era al cardenal arzobispo de Barcelona a quien veíamos al frente de un grupo numerosos de chicos de su diócesis. Ahora es Tarrasa la que peregrina a Fátima con un nutrido grupo juvenil y un denso programa catequético.
http://www.revistaecclesia.com/iv-peregrinacion-diocesana-jovenes-terrassa/
Pues felicitar a los jóvenes que se implican, a los párrocos que los movilizan y a los obispos que los apoyan. Me parece importantísima la relación entre la juventud católica y sus obispos. Estos no pueden ser los grandes desconocidos de nuestros jóvenes. Y si alguno es manteado, con cariño, pues tampoco me parece mal.
Y mejor que Salinas se abstenga porque si los jóvenes llegaran a conocer sus antecedentes sería verdaderamente un antitestimonio.