Día 8: Novena a N. Sra. del Carmen

Día 8: Novena a N. Sra. del Carmen

La devoción a la Virgen del Carmen ocupa un lugar destacado en la vida espiritual de millones de fieles en todo el mundo, especialmente entre quienes confían en su poderosa intercesión como Madre y Reina del Carmelo. En InfoVaticana, ofrecemos esta novena como una guía para preparar el corazón con fervor y recogimiento en los días previos a su festividad, el 16 de julio. Esta práctica espiritual no solo fortalece la fe, sino que también nos recuerda la promesa de protección que la Virgen del Carmen otorga a quienes portan con devoción su santo escapulario.

Saludo

(Oración para todos los días)

Oh María, Virgen del Carmen, Madre amorosa y cercana, aquí llego sediento de tu abrazo y de tu mirada, buscando en Ti consuelo y fuerza para seguir adelante.

Al cruzar el umbral de tu presencia, me encuentro con tus ojos, esos ojos que miran con ternura infinita y firmeza segura, una mirada que alienta y sostiene cuando la vida se vuelve tormenta, una luz serena que disipa las sombras del desaliento.

Con espíritu alegre y humilde, me acerco a saludarte, con el gozo sencillo de quien ha hallado un refugio verdadero. Es un encuentro de confianza plena, de fe sin reservas, de esperanza viva que no se apaga ni ante la prueba más dura.

La ilusión se renueva en mi corazón porque sé que soy tu hijo, y el ánimo crece porque en tu corazón inmaculado está la promesa de un amor que no falla, de una protección constante, de una guía firme hacia la cima donde Cristo, el Monte de la perfección, nos espera para darnos la vida plena.

Madre y Capitana del Escapulario, que proteges a tus cruzados y guías la barquichuela de nuestra vida, cúbreme con tu capa blanca, ciérrame por dentro para que ningún temor ni sombra pueda alejarme de Ti, acompaña cada paso, ilumina cada decisión, y lleva mi corazón hasta la alegría eterna que solo en tu Hijo se encuentra.

Oh estrella de los mares, refugio de los navegantes, sé mi faro en las noches de tormenta, guía firme que conduce a la paz del puerto seguro.

Día 8

Tú nos amas, María, como Jesús nos ama,
por nosotros aceptas verte alejada de él.
Amar es darlo todo, darse incluso a sí mismo:
quisiste demostrarlo quedando con nosotros
como fuerte y visible ayuda nuestra.

Oración-meditación

Mi amiga del cielo, Teresita,
que me enseñaste el amor sin límites,
ayúdame a seguir fiel bajo la capa blanca de mi Madre,
a ser fuerte y valiente en la entrega diaria,
y a reflejar siempre la luz de la Virgen Sacratísima,
que es faro y refugio para mi alma.

Oh Reina y hermosura del Carmelo,
cúbreme con tu manto y guía mi barquichuela,
que navego a veces entre tormentas,
pero bajo tu estrella de los mares siempre encuentro la paz.

Amén.