Beatificación en Barcelona del hermano marista Lycarion May, mártir de la fe y educador de los pobres

Retrato del hermano marista Lycarion May antes de su beatificación en Barcelona

Este sábado 12 de julio se celebrará en Barcelona la beatificación del hermano marista Lycarion May, religioso suizo asesinado en 1909 durante la conocida Semana Trágica. La ceremonia será presidida por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, en representación del Santo Padre.

Una vida entregada a la educación de los más necesitados

Nacido como François Benjamin May en Bagnes (Suiza) el 21 de julio de 1870, ingresó a los 18 años en el Instituto de los Hermanos Maristas, donde tomó el nombre de Lycarion. Tras su formación, fue enviado a España, donde desarrolló una intensa labor educativa, primero en Mataró y Girona, y más tarde en el País Vasco. En Barcelona fundó y dirigió una escuela para niños de familias obreras en el barrio de Pueblo Nuevo, una zona marcada por la pobreza y el conflicto social.

En ese contexto, el hermano Lycarion se destacó por su dedicación como docente, optando por una pedagogía basada en la cercanía y el respeto, más que en discursos o métodos impositivos. Su testimonio cristiano se expresó especialmente a través del acompañamiento personal de los alumnos y su compromiso con las comunidades más desfavorecidas.

El martirio durante la Semana Trágica

El 27 de julio de 1909, en el marco de los disturbios anticlericales que marcaron la Semana Trágica en Barcelona —originados por el rechazo popular a la movilización militar para la guerra en Marruecos—, el colegio de los maristas fue atacado e incendiado. Durante la mañana, varios religiosos fueron agredidos. El hermano Lycarion fue abatido y su cuerpo mutilado, víctima de la violencia desatada contra la Iglesia.

Un testimonio de fraternidad y reconciliación

Según explicó el postulador de su causa, fray Guillermo José Villarreal Cavazos, Lycarion May representa un modelo de evangelización sin protagonismos, marcado por la fraternidad universal, el diálogo intercultural y la fidelidad silenciosa.

Su vida nos interpela hoy a vivir el Evangelio no solo con palabras, sino a través de la presencia, el respeto y la entrega cotidiana, señaló.

La beatificación tendrá lugar en la iglesia de San Francisco de Sales, en el corazón de la ciudad condal. La Iglesia reconoce en Lycarion May el testimonio de un mártir que supo vivir y morir como educador cristiano al servicio de los más pobres.

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