En una entrevista televisiva emitida ayer, en el marco de los preparativos para su viaje a Roma con motivo del pre-cónclave, el Cardenal Timothy Dolan ofreció algunas claves sobre lo que espera del futuro sucesor de Pedro.
Consultado sobre qué características buscará en el próximo Papa, Dolan respondió: “El corazón cálido de Francisco… ¿cómo lo diría? Más claridad en la enseñanza, más refinamiento de la tradición de la Iglesia, más profundización en los tesoros del pasado”.
Estas palabras, pronunciadas con un tono medido pero firme, parecen apuntar a un deseo de equilibrio entre la cercanía pastoral del Papa Francisco y una vuelta a una mayor precisión doctrinal y apego a la tradición. Dolan, arzobispo de Nueva York y figura influyente en el Colegio Cardenalicio, viaja a Roma como uno de los participantes más destacados en el cónclave que elegirá al próximo pontífice.
La declaración no ha pasado desapercibida, ya que podría interpretarse como una señal del rumbo que algunos sectores del episcopado norteamericano desearían para el futuro de la Iglesia: una continuidad afectiva con el actual pontificado, pero acompañada de una orientación más clara y tradicional en lo doctrinal.