El obispo de Almería da la espalda a los cofrades y a la Semana Santa

Obispo de Almería vestido con ornamentos litúrgicos morados leyendo un documento durante una ceremonia religiosa

El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, quien llegó a la provincia andaluza como el ‘obispo del pueblo’ parece haberse olvidado de él o al menos de los cofrades y de su Semana Santa.

Gómez Cantero se ausentó del pregón de la Semana Santa de la capital almeriense. La escena del pasado domingo en el Teatro Apolo dejó a muchos con una misma pregunta: «¿Y el obispo, dónde está?»

Y es que su ausencia no pasó desapercibida. No era para menos: en los últimos quince años no se recuerda un pregón sin la presencia del prelado al frente de la diócesis. La sorpresa fue general y el desconcierto, razonable. En su lugar, apareció el vicario general Ignacio López Román, lo cual no hizo más que subrayar el hueco visible que dejó el titular del obispado.

Todo este desaguisado lo cuenta La Voz de Almería, pero desde el propio Obispado se excusó la ausencia alegando cuestión de agenda. Mientras en el Apolo se abría oficialmente la Semana Santa almeriense, Gómez Cantero presidía una misa en la parroquia de la Sagrada Familia de Almerimar. Será por días, pensarán algunos.

Las reiteradas ausencias de Gómez Cantero

Más aún cuando esta no ha sido una excepción, sino parte de una tendencia. A estas alturas, podríamos empezar a hablar de patrón de comportamiento. El obispo tampoco asistió a la presentación del cartel de Semana Santa ni al viacrucis general de hermandades en la Catedral. Y ahora, tampoco al pregón. Tres actos relevantes, tres ausencias. No es solo una mala racha de agenda: es una señal. Y no precisamente de cercanía o compromiso.

Nadie pone en duda que parroquias como la de Almerimar merecen atención, pero choca que una y otra vez el obispo opte por alejarse de una de las realidades más vivas y activas de la Iglesia en Almería: las cofradías. ¿No es esa, precisamente, parte de la Iglesia en salida que tanto se predica últimamente?

Y lo cierto es que lo de Gómez Cantero empieza a ser una rareza incluso a nivel regional. Como apunta La Voz de Almería, mientras arzobispos y obispos de toda Andalucía acuden sin falta a los pregones de Semana Santa —como muestra de comunión, apoyo y presencia pública de la Iglesia—, en Almería parece que el calendario episcopal va por libre. El único ausente en Jerez tenía una justificación institucional de peso: estaba en El Rocío con una misión episcopal nacional. En Córdoba, el nuevo obispo aún no ha tomado posesión. ¿Cuál es la excusa de Almería?

Si a esto le sumamos que Gómez Cantero tampoco estuvo en la bienvenida oficial a los Reyes Magos el pasado 5 de enero —acto simbólico donde la Iglesia suele hacer acto de presencia para recordar el sentido cristiano de la Navidad—, la ausencia no es solo física: empieza a ser simbólica.

¿Casualidad o desinterés? ¿Problemas de agenda o prioridades discutibles? En cualquier caso, empieza a ser vox pópuli en Almería las prioridades del obispo: buenas comilonas y viajes con sus acólitos preferidos.

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