El Ayuntamiento de Neda derriba una cruz con el apoyo del PP

El Ayuntamiento de Neda derriba una cruz con el apoyo del PP

El Concello de Neda ha ejecutado la retirada de la cruz de los caídos que durante 85 años presidió los jardines de O Couto, un monumento erigido en 1939 en memoria de los fallecidos durante la Guerra Civil.

Esta acción, en cumplimiento de la totalitaria Ley de Memoria Democrática, ha despertado críticas por considerarse un ataque a los sentimientos religiosos de muchos ciudadanos. *El traslado de la cruz y la lápida al depósito municipal se completó en apenas media hora.

El BNG presentó una moción en el pleno municipal solicitando su eliminación definitiva y contó con el apoyo del PP local. Aunque el gobierno local, favorable a la propuesta, decidió posponer los trabajos hasta contar con un informe histórico que respaldara la legalidad de la retirada, esta decisión ha sido percibida por algunos como una estrategia para evitar las posibles acciones judiciales que una medida de este tipo podía acarrear.

El informe finalmente llegó, suscrito por tres historiadores locales, José Manuel Suárez, Bernardo Maiz y Eliseo Pita, quienes dictaminaron que la cruz formaba parte de la campaña del régimen franquista para conmemorar a los caídos del bando sublevado. «Como elemento globalmente considerado, es contrario a la memoria democrática y debe ser retirado de acuerdo con la ley», afirman los supuestos expertos, en un análisis que, sin embargo, no tiene en cuenta el valor religioso que muchos atribuyen a este símbolo.

Este dictamen condujo a una reunión en septiembre entre el Ayuntamiento y los representantes de los distintos grupos políticos, en la que se acordó por unanimidad proceder a la retirada. Sin embargo, no han sido pocos los que consideran que esta decisión ignora el profundo significado que la cruz tiene para muchos fieles, quienes la ven no solo como un símbolo político, sino también religioso.

La retirada de la cruz supone un nuevo atropello totalitario contra los sentimientos religiosos y una falta de respeto a la historia del lugar. La cruz de los caídos no solo representaba un capítulo del pasado político, sino que también era un lugar de recogimiento para quienes deseaban honrar a los fallecidos en el conflicto, independientemente de su bando.

Hoy, la cruz de los caídos de Neda es historia, pero para muchos, su desaparición supone una pérdida irremediable en el patrimonio espiritual y cultural del municipio.

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