En su debut ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Argentina, Javier Milei, lanzó duras críticas contra el organismo internacional, al que acusó de haberse desviado de sus principios fundacionales para promover lo que él considera una «agenda ideológica global».
En su discurso, Milei reafirmó que Argentina no suscribirá la Agenda 2030, calificándola como un «programa de gobierno de corte socialista».
En su intervención ante la 79ª Asamblea General, Milei enfatizó que la ONU, en lugar de velar por la paz mundial, se ha convertido en un ente que busca «imponer un modelo de gobierno supranacional», en detrimento de la soberanía de los Estados. “La ONU nació para evitar que se repitiera el horror de la guerra más cruenta de la historia”, afirmó, destacando que en sus primeras décadas la organización cumplió su objetivo de mantener la paz y facilitar el crecimiento económico global. Sin embargo, Milei señaló que la ONU ha mutado en una institución que busca controlar a los Estados y a sus ciudadanos.
Rechazo a la Agenda 2030
Uno de los puntos clave de su discurso fue la Agenda 2030, a la que Milei calificó como un proyecto de «gobierno supranacional» que atenta contra la libertad individual y los derechos de los ciudadanos. “Aunque bienintencionada en sus metas, la Agenda 2030 no es más que un intento de imponer un modelo colectivista a nivel global”, afirmó el mandatario argentino. En este sentido, Milei defendió su postura de que la prosperidad solo se garantiza limitando el poder del Estado y defendiendo la libertad, la vida y la propiedad.
Milei fue aún más contundente al describir la actual estructura de la ONU, a la que tildó de “leviatán de múltiples tentáculos” que busca interferir no solo en las decisiones de los gobiernos, sino también en las vidas de los ciudadanos. Además, se refirió al «Pacto del Futuro», un proyecto que pretende reformar la arquitectura de la ONU, y que, según el presidente argentino, es un paso más hacia la imposición de una agenda ideológica global.
Políticas económicas y gobernanza global
En el ámbito económico, Milei atacó las políticas promovidas por la ONU, calificándolas de intervencionistas y perjudiciales para los países en desarrollo. “Se han promovido políticas colectivistas que atentan contra el crecimiento económico y violentan los derechos de propiedad”, afirmó, subrayando que estas políticas entorpecen el desarrollo económico natural y restringen a los países más desfavorecidos, convirtiéndolos en “deudores perpetuos” de las élites globales. Milei señaló que las regulaciones impuestas por la ONU son contradictorias, ya que “los mismos países que hoy promueven estas políticas lograron su desarrollo económico mediante acciones que ahora condenan”.
Durante su discurso, el presidente argentino reiteró su postura de que la ONU ha adoptado un enfoque intervencionista que viola los derechos de los individuos y limita la soberanía de los Estados. Al finalizar su intervención, hizo un llamado a los miembros del organismo para que reconsideren el rumbo actual de la institución. “Todavía estamos a tiempo de apartarnos de este camino”, advirtió, dejando claro que Argentina, bajo su mandato, “va a estar a la vanguardia de la defensa de la libertad”.
Milei concluyó reafirmando que Argentina no continuará con su tradicional neutralidad diplomática y que se alineará con las naciones que defienden los valores de la libertad individual y el respeto a la soberanía. A diferencia de sus predecesores, el presidente argentino mantuvo su postura crítica a lo largo de su discurso, lo que marcó un contraste con intervenciones anteriores de líderes argentinos en la ONU. “A partir de este día, sepan que la República Argentina ha decidido abrazar las ideas de la libertad”, subrayó.