El obispo de Córdoba recuerda que la Iglesia está «constituida jerárquicamente» y pide oraciones por las vocaciones al sacerdocio

El obispo de Córdoba recuerda que la Iglesia está «constituida jerárquicamente» y pide oraciones por las vocaciones al sacerdocio

Se acerca la celebración del día del seminario y el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, no ha dejado pasar la ocasión para dedicar la carta pastoral de esta semana para hablar de la necesidad de pedir a Dios por las vocaciones al sacerdocio.

«La Iglesia es del Señor, no es una empresa humana, y por eso recurrimos en primer lugar a la oración para pedirle a Dios que nos dé pastores», comienza escribiendo Demetrio Fernández.

El obispo de Córdoba considera que esta es una de las necesidades básicas de la Iglesia en todo tiempo, «tener pastores suficientes para las necesidades de las parroquias, de las diócesis, del mundo entero al que hay que evangelizar. Porque si no hay pastores, no hay Iglesia. Jesucristo al fundar su Iglesia, la fundó sobre el fundamento de los Apóstoles y los envió al mundo entero».

Monseñor Fernández remarca que «necesitamos pastores para las comunidades cristianas» ya que «sólo el sacerdote ordenado puede celebrar la Eucaristía y administrar el perdón de Dios, que tanto necesitamos». Señala también que decir esto «no es clericalismo, esto es voluntad de Cristo, que ha constituido a su Iglesia de esta manera». «Nosotros recibimos del Señor esta Iglesia, constituida jerárquicamente, en la que los ordenados por el sacramento del Orden, representan a Jesucristo personalmente. Y donde no hay sacerdotes o escasean, las comunidades cristianas languidecen hasta llegar a desaparecer», subraya el prelado.

En esta misiva semanal, el obispo de Córdoba anima a que en las familias cristianas «esta sea una petición constante: Señor, envíanos pastores, y si tú lo quieres haz que alguno de nuestra familia sea llamado para este servicio en tu Iglesia santa». Monseñor Demetrio Fernández también invita a que «en las catequesis parroquiales y en cualquier otro ámbito católico, también en los colegios y en las clases de religión, presentemos continuamente esta necesidad, hablemos con entusiasmo de esta vocación tan necesaria para la Iglesia y no nos cansemos de pedirle a Dios que nos mande pastores».

«Que los sacerdotes tengan como tarea primordial proponer a todos, y especialmente a los que manifiestan alguna inclinación al sacerdocio, la alteza de esta vocación y acompañen a los llamados, participando en las jornadas de monaguillos o en las distintas actividades de la pastoral vocacional diocesana», añade en la carta.

El obispos andaluz concluye su carta haciendo hincapié en que pedir por los sacerdotes «es una necesidad de primer orden, que nadie puede suplir».

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