La Diócesis Católica de Columbus, en el estado norteamericano de Ohio, ha anunciado su decisión de cerrar 15 iglesias y un colegio en el condado de Franklin. ¿Razón? El declive de la práctica católica y la falta de sacerdotes.
La medida se produce en medio de una caída en la asistencia a la iglesia a nivel nacional y a la escasez de sacerdotes, y después de dos años de consultas entre el clero y los feligreses dentro de la diócesis. Una comisión recomendó el cierre de 19 de las 108 parroquias de la diócesis en noviembre del año pasado, pero el obispo, Earl Fernandes, ha decidido limitar el número a 15.
Varias de las iglesias que cierran en Columbus tienen importantes congregaciones africanas y latinoamericanas. Corpus Christi y Parroquia Santa Cruz ofrecen misas en español, mientras que St. Matthias es popular entre las comunidades haitianas, nigerianas y brasileñas. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa sirve a muchos africanos de habla francesa.
La Iglesia de Estados Unidos Católica lleva años cerrando parroquias a medida que disminuye el número de sacerdotes y feligreses. Los primeros se han reducido en un 42 % en los últimos cincuenta años, según investigadores de la Universidad de Georgetown, y aunque la cantidad total de quienes se declaran católicos ha aumento modestamente, desde los 71,1 millones en 2000 a unos 73,5 millones en 2022 (debido, en buena medida, a la masiva inmigración hispana), el porcentaje de católicos activos cayó en casi 20 puntos durante aproximadamente el mismo período.