En audiencia concedida a los participantes en el encuentro sobre migrantes y refugiados organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana, el Papa subrayó (al fin) la importancia del ‘derecho a no emigrar’.
“Creo que es oportuno realizar más estudios sobre el llamado ‘derecho a no emigrar’, dijo Francisco durante la audiencia. “Es importante reflexionar sobre las causas de los flujos migratorios y sobre las formas de violencia que conducen a la salida hacia otros países. Naturalmente, me refiero a los conflictos que asolan tantas regiones del mundo”.
“El planeta está debilitado por la explotación desmedida de sus recursos y desgastado por décadas de contaminación. Debido a esto, cada vez más personas se ven obligadas a abandonar sus tierras, que se han vuelto inhabitables. El mundo académico, especialmente el mundo católico, está llamado a desempeñar un papel de liderazgo para dar respuestas a los desafíos ecológicos. Sobre la base de datos científicos, podéis ayudar a iluminar y orientar las opciones de los gobernantes hacia un cuidado eficaz de la casa común”, añadió el Papa.
Luego lanzó otro llamado a la acogida: “Los migrantes con su trabajo, su capacidad de sacrificio, su juventud y su entusiasmo enriquecen a las comunidades que los acogen. Pero esta contribución podría ser mucho mayor si se mejora y apoya a través de programas específicos. Este es un enorme potencial, listo para expresarse, si solo se le diera la oportunidad».