Osoro advierte que «cuando los hombres se olvidan de Dios se instaura la cultura de la muerte»

Osoro advierte que «cuando los hombres se olvidan de Dios se instaura la cultura de la muerte»

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha dedicado su carta pastoral de esta semana para hablar sobre «la cuestión social más importante: promover la vida».

«No es fácil en estos momentos acercarse al corazón de todos los hombres para plantear una cuestión social de primer orden como es la vida, la defensa de la vida desde el inicio hasta su término. Hoy es la cuestión social más importante y con las consecuencias más graves, ¿por qué me atrevo a hacer esta afirmación? Porque, cuestionada la vida, se puede cuestionar absolutamente todo», avisa el arzobispo.

Osoro plantea dos preguntas: «¿cómo promover la vida?, ¿cómo se escoge la vida?» Para responderlas, «necesariamente me tengo que atrever a hacer algunas afirmaciones que es urgente que entren en nuestro corazón y en nuestras reflexiones», agrega el cardenal.

El purpurado sostiene que «debemos tenerlas presentes porque no es posible hacer una opción por la vida cuando nos arrogamos la vida para nosotros. ¿Acaso eres tú el dueño de la vida? La humanidad ha tenido que dar muchos pasos para descubrir, valorar y defender la dignidad del ser humano. Además, nosotros, los cristianos, tenemos una clara conciencia de que la vida la encontramos dándola, no reteniéndola o tomándola. Aquí está el sentido último de la cruz: no tomar para sí, sino dar la vida».

El arzobispo de Madrid, hace hincapié en la idea de que «la vida humana es una relación; solamente podemos tener la vida en relación, nunca la tendremos encerrados en nosotros mismos. Y sabéis que la relación fundamental es con el Creador, porque todas las demás relaciones son frágiles y adquieren densidad, fundamento y hondura cuando las ponemos en relación con Dios».

Carlos Osoro subraya que «lo esencial es escoger a Dios». De igual modo afirma en su misiva semanal que «en un mundo con vacíos muy grandes, quizá el mayor es apartar a Dios de la vida. Cuando se intenta que los hombres se olviden de Dios, ciertamente pierde la vida y se comienza a instaurar la cultura de la muerte. ¡Cuántas manifestaciones tenemos en la vida social de que la pérdida de una relación con Dios trae consecuencias reales en la vida cotidiana de los hombres! No olvidemos que quien tiene vida y la da es Dios», sentencia el cardenal.

Además, el vicepresidente de la CEE cree que «el vacío que trae a la existencia humana la no presencia de Dios, la instauración de un olvido interesado de Dios en la vida social, hace perder el interés por la vida y que se instaure la cultura de la muerte».

«Como vemos en este momento que vivimos, al querer manejar la vida nosotros mismos a nuestro antojo, perdemos horizontes, nos aislamos y no percibimos lo que está sucediendo. Hemos de enterarnos de las necesidades y urgencias que viven los niños y adolescentes, los jóvenes, los adultos y los ancianos, las soledades e incomprensiones que se producen, la falta de sentido… Urge recuperar la profunda comunión que viene de un fondo común a los seres humanos, de ese Dios que nos une a todos y del que todos tenemos necesidad», concluye Osoro.

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