La periodista ha criticado duramente el «Padrenuestro blasfemo» y ha lamentado que los premios Ciutat de Barcelona se convirtieran en «un escaparate del desprecio a la fe católica» pagado con dinero público. La periodista y ex diputada independentista Pilar Rahola ha criticado duramente el «Padrenuestro blasfemo» pronunciado por la poetisa Dolors Miquel en los Premios Ciutat de Barcelona ante la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau. Rahola, que se ha manifestado «atea» y desvinculada de los dogmas católicos, ha arremetido en un artículo en La Vanguardia contra el «padrenuestro» de contenido sexual. «Nunca he entendido que, para triunfar un cuarto de hora en un informativo, haga falta herir a los creyentes«, explica la periodista en un artículo en el que pone en evidencia que «herir a los católicos» es «el deporte practicado en las tierras del pijoprogresismo». Si bien, sostiene, nadie se atreve a ofender las creencias del Islam. En opinión de Rahola, los premios que deberían haber sido principalmente un homenaje a la cultura, se convirtieron gracias a Dolors Miquel en «un escaparate del desprecio a la fe católica». Un desprecio que no fue condenado por la alcaldesa de Barcelona ya que, como bien pone de manifiesto Rahola, «todos felices, porque cuando se trata de los católicos se comen perdices». «¿Para hacerse el progre yupiyaya es necesario ser tan desagradable, hiriente y antiguo?», se pregunta la periodista catalana, al tiempo que cuestiona la necesidad de que la ofensa a la oración central de los católicos sea «la guinda» de unos premios culturales cuando es «doloroso para miles y es zafio para la mayoría». Asimismo, Rahola ha criticado con su artículo la estupidez de los que se ríen de las creencias religiosas: «El desprecio a los católicos ya no es un arma revolucionaria, sólo es el retrato preciso de la estupidez». «El problema viene cuando esa estupidez se paga con dinero público«, ha recalcado. La periodista continuó con sus críticas en un programa de televisión del canal 8TV, donde debatió con el teniente alcalde de Barcelona, Jaume Asens, y señaló las quejas que han llegado por cientos al Ayuntamiento. «Cuando todo el mundo está ofendido, ¿es que todo el mundo se ha equivocado?», fue la pregunta que Rahola lanzó al miembro del Consistorio que apoyó el ataque a los sentimientos religiosos de los católicos. La alcaldesa de Barcelona no sólo apoyó durante su discurso en los premios la lectura de una versión blasfema de la oración central de los católicos, sino que en días posteriores alabó la actuación de la poetisa como un canto «a la vida y a la libertad», en contraste con «la represión de una cultura patriarcal que aún hoy sufrimos». Es más, Colau advirtió que «ni la ley mordaza ni nadie nos va a callar». Muy distinta fue la actitud del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, que abandonó la ceremonia de los premios ante la lectura del ‘padrenuestro’ blasfemo. “No es un tema de creencias religiosas sino de respeto, y aquí ha faltado cuando se recitaba cual nueva versión del Padrenuestro. Con los católicos se atreven a todo, pero seguro que su libertad no la ejercen igual mofándose del Islam o los musulmanes”, manifestó el portavoz del PP a través de las redes sociales.
Pilar Rahola: ‘Herir a los católicos es el deporte del pijoprogresismo’
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