Y llegamos a miércoles y esto no para, no tenemos tiempo para la tregua. Audiencia en la Pablo VI, se van quitando filas de sillas y seguimos sin llenar, a lo más mediar, la asistencia. Las sillas del aula están sujetas al suelo, se van anulando filas para hacer creer que somos algunos más, ni por esas. El Papa Francisco deja la silla de ruedas justo antes de entrar, camina con mucha dificultad y con paradas, los pocos metros que separan la puerta de la presidencia, todo sigue abreviado y con pocos saludos.
Empezamos por un interesante artículo, como todos los suyos, de The Wanderer «De la farsa a la catástrofe» «El affaire Tucho no es una casualidad; es un método. Estamos bajo un régimen pontificio que bien puede ser señalado como pornocracia. Basta recordar nombres como Battista Ricca, Arthur McCarrick, Gustavo Zanchetta, Francesco Coccopalmiero, Godfred Daneels o Víctor Fernández para convencernos que, quienes manejan a la Iglesia, en buen número son personas capaces de las peores perversiones. Y todos ellos fueron elegidos personalmente por el Papa felizmente reinante». «¿cómo fue posible que se cometiera error tan garrafal como la publicación de Fiducia supplicans? (…) Como se dice en los ambientes de la terza loggia, «No estamos formados para ganar, sino para hacer perder a los demás», y hacer perder al Tucho fue la cosa más fácil del mundo: sólo era cuestión de animarlo a que siguiera haciendo lo que hacía».
«Nadie esperaba, por cierto, que con la revelación de sus aficiones por la redacción de relatos pornográficos, el Papa fuera a apartar a Fernández de su cargo. Jamás se permitiría tal muestra de debilidad, sin embargo, Tucho ha quedado gravemente herido. Y no sólo por la aparición del libro, sino también por el rechazo a sus maniobras pro-gay del episcopado de un continente entero y de muchos obispos más de todo el mundo. Ha sido desautorizado, entre otros, por el cardenal Fridolin Ambongo, presidente de todos los obispos africanos, y por el mismo Secretario de Estado, el cardenal Parolin. Tucho ya no tiene autoridad propia para imponer nada a los obispos del mundo. Se trata de una situación nunca vista con anterioridad en la historia de la Iglesia».
El Papa Francisco.» ¿Por qué lo permitió? Veo aquí tres posibilidades que no se excluyen totalmente entre sí. La primera es porque el pontífice está seriamente presionado por los episcopados progresistas, principalmente el alemán, sobre las reformas que prometió realizar en la Iglesia a cambio de votos, según fuera relatado en su momento por el cardenal Daneels». «Bergoglio está mayor y enfermo, y ya no tiene la astucia que tenía hace algún tiempo. Se deja envolver más fácilmente, cede a las zalamerías de su favorito y se confía ciegamente en él. Las cosas ya no funcionan tan bien como antes. Finalmente, podría darse el caso que Fiducia supplicans haya sido un error garrafal de Tucho, el que pagará muy caro».
Quarracino comenta la fiducia y la porno-teología. «La infame declaración homosexualista a favor de la bendición de iguales en situación irregular, elucubrada por el experto en cuerpos y orgasmos y buscada por la mayor parte del mundo católico, ha sido refrendada por Jorge Mario Bergoglio, quien en estos últimos días defiende, repitiendo los mismos “argumentos” justificadores, por ilógicos e irracionales que sean, del cardenal prefecto contra la Doctrina de la Fe». El pontificado de Jorge Mario Bergoglio se caracterizó por ser una capellanía al servicio del Nuevo Orden Mundial, totalmente contraria al mandato evangélico de Nuestro Señor Jesucristo y absolutamente antagónica al mandato misionero».
Continúa con el Sínodo sobre el Sínodo, «consistió en realidad en un ambiente de obispos, mezclados con laicos y con invitados especiales involucrados en el negocio de la inmigración ilegal, en el que la presencia de Jesucristo fue dejada de lado para reemplazarla por una dinámica jesuítica de «conversación con el Espíritu” , lo que llevó a la mayoría de sus asistentes a experimentar “una gran alegría y una gran felicidad por haber conocido a personas de otras latitudes con experiencias de vida desconocidas”, lo que produjo “sentimientos de hermandad, amistad y búsqueda entre los participantes». «Por primera vez en la historia, un documento oficial de la Santa Sede avalado por un Sumo Pontífice fue rechazado de forma masiva por una gran mayoría de creyentes en todo el mundo, por lo que el objetivo de Roma se situó en este asunto tan delicado fuera de comunión con la Iglesia católica , que ha apagado la infalibilidad en el creer, pilar de la infalibilidad pontificia de que goza un Papa en materia de fe y costumbres».
Julia Meloni ha publicado un libro que describe exactamente cómo la “mafia” de San Gallo llegó a influir en el liderazgo de la Iglesia, precipitando gran parte de la destrucción estructural, espiritual y moral prevaleciente en los últimos nueve años de la presidencia de Francisco. La “mafia” de San Galo es la “llave” que ayuda a desentrañar muchos enigmas del pontificado de Francisco. Fundado a mediados de la década de 1990, el grupo clandestino de eclesiásticos de alto rango se reunió en la ciudad suiza de St Gallen para oponerse al papado del cardenal Joseph Ratzinger. Organizado por el entonces obispo de San Galo, Ivo Fürer, con Policarpo de Lisboa, Martini, Danneels, Murphy-O’Connor, Silvestrini, Lubomyr Husar, Walter Kasper y Karl Lehmann. Sus esfuerzos en el cónclave de 2005 para instalar un candidato heterodoxo y progresista fracasaron, gracias en gran parte a la fuerte resistencia encabezada por el cardenal Joachim Meisner.
Entrevista a la autora. ¿Qué te motivó a escribir el libro? «Quería saber la historia de fondo de este pontificado. ¿Cómo llegamos a la elección del Papa Francisco, Amoris Laetitia y más allá? Una y otra vez, mi búsqueda me llevó al oscuro grupo conocido como la mafia de St. Gallen. Como una llave maestra, este grupo ayuda a desbloquear muchos de los enigmas de este pontificado. Mi libro cuestiona la idea, difundida por los biógrafos del cardenal Danneels, de que el grupo dejó de reunirse por completo poco después de la elección de Benedicto XVI en 2005. Múltiples fuentes hablan de una reunión en abril de 2012 en Suiza a la que asistió el cardenal Martini con algunos amigos obispos. Ese mismo año, como me señaló mi colega Maike Hickson, el cardenal mafioso Walter Kasper habló de un “viento del sur” que se estaba levantando». «Sí, creo que esta idea de empujar a Benedicto a dimitir, sin hacerlo sentir forzado o indebidamente influenciado, es lo que probablemente ocurrió».
Otro que no se calla es el padre Gerald Murray que critica duramente el documento del Papa Francisco que respalda las «bendiciones» de los homosexuales y alentó a los católicos a «rechazar esta innovación» en Lifesitenews . “El cardenal Fernández no confirmó la fe católica con Fiducia Supplicans”. “Y el Papa no apoyó la fe católica con Fiducia Supplicans”. “Esta innovación de una bendición de lo inmoral no permanecerá”. “Si el Papa o cualquiera de sus asistentes cometen un error, mantener la boca cerrada y pretender que tienen razón está mal. Decirles con caridad, pero con franqueza, que se han equivocado, Santo Padre… ésta es la caridad que mostró San Pablo a San Pedro». «El cardenal Sarah está expresando la opinión común de las personas que miran este documento y lo comparan con lo que han enseñado todos los Papas hasta este momento y dicen que esto no es cierto». «Hay enseñanzas heréticas contenidas en la Fiducia Supplicans». “El cardenal Sarah sólo cumplió con su deber como cardenal de apoyar la fe católica”.
«Cuando la gente se engaña a sí misma y piensa que está casada, no debemos contribuir a esta ilusión con esta bendición sin sentido». “La verdadera cuestión en juego es si la Iglesia Católica considera la actividad homosexual –la sodomía– un pecado mortal”. ¿Pueden las personas que prometen cometer este pecado entre sí de manera continua ser bendecidas en esa promesa, en esa relación?”. “El Vaticano dijo que sí. El Vaticano puede negarlo diciendo: «No bendecimos las uniones, sólo bendecimos las parejas». Este es un lenguaje ambiguo”.
El tema del panfleto del pornocardenal no cesa y tenemos un artículo escrito de Leonardo Lugaresi. «La presentación, en la p. 3, revela inmediatamente la ambigüedad fundamental sobre la cual se concibe y desarrolla la obra: por un lado, pretende ser atractiva, o más bien seductora, para un amplio público de lectores potenciales, ávidos de pasiones amorosas y anhelantes de sensaciones fuertes». «Por otra parte, reivindica una autoridad teológica y un atractivo espiritual de alto nivel , exhibiendo las credenciales de quien lo escribió, quien «es sacerdote, doctor en Teología, ha estudiado las Sagradas Escrituras y Sicología Religiosa en Roma». «La misericordia pastoral no se inventó en 2013, pero la Iglesia nunca ha hecho una sola cosa: llamar al mal bien y al bien mal.
Algunos artículos siguen con la última entrevista. Juan Pablo II sólo hizo una llamada telefónica, hablando en Porta a Porta y Bruno Vespa, haciendo gala de elegancia y gran profesionalidad en aquella ocasión, no se permitió hacer ni una pizca de pregunta, aunque la ocasión era tentadora por ser histórica. A Francesco le encanta ser popular y eso contribuye a erosionar la autoridad del vicario de Cristo -nombre que Francisco ha eliminado del anuario pontificio- aunque mantiene su papel autoritario. De buen carácter por fuera, autocrático detrás de la fachada. La sobreexposición mediática, por otro lado, deja un sabor suave en la boca de creyentes y no creyentes y una molesta sensación de embotamiento, incluso de mediocridad, de aburrimiento sartreno en el alma. La licuefacción de la figura del pontífice se produce porque se presenta como un producto comercial para ser consumido.
Artículo de Eric Sammons en la revista Crisis sobre la frase del Papa Francisco sobre el infierno. “Me gusta pensar que el infierno está vacío”, no es en realidad una afirmación dogmática, como él mismo señala. Así es como él imagina el infierno. Puedo imaginar el Cielo como un club de campo suburbano, un poco como el «Paraíso Protestante» de los Simpson, y no es una herejía: es sólo mi imaginación». El Papa Francisco va más allá de su imaginación, hacia sus deseos: “Espero que esté [vacío]”. Una vez más, ésta no es una afirmación dogmática. Espero que los Rojos de Cincinnati ganen la Serie Mundial este año, y puedo tener esa (algo improbable) esperanza si quiero. Asimismo, si el Papa desea que el Infierno esté vacío, puede hacerlo si quiere». La esperanza del Papa de que el infierno esté vacío no es tan inofensiva como mi esperanza de un campeonato mundial para mi equipo de béisbol favorito».
La esperanza de que el infierno esté vacío tiene un enorme impacto en la forma en que vivimos como católicos. La sabiduría convencional –y la enseñanza común escuchada desde el púlpito– era que los católicos tenían que asumir que los no católicos probablemente irían al infierno. Esta suposición común tuvo enormes implicaciones. La más importante es que los católicos sintieron el deber de trabajar por la conversión de los no católicos, tanto apoyando las obras misioneras como instando a los no católicos a convertirse en católicos. Hoy las misiones han colapsado, los barrios católicos han desaparecido y millones de católicos han abandonado la Iglesia. Si no cree necesario ser católico para ir al Cielo – o, más radicalmente, cree que todos van al Cielo independientemente de cómo vivan aquí en la tierra (“¡Hola, Sr. Hitler! Es un gusto verlo ¡Aquí en el Cielo!”) – entonces la importancia de practicar la fe y compartirla con los demás colapsa. El catolicismo se reduce a algo que hace sentir bien; un club social con algunas ceremonias bonitas».
«Un infierno vacío socava todo el propósito del catolicismo y se burla de las palabras de Jesús, quien nos advirtió que evitáramos el infierno y habló de personas que serían arrojadas al fuego eterno (ver Mateo 25:41). Jesús, de hecho, habló más del Infierno que del Cielo. ¿Por qué preocuparse si nadie va? De hecho, si el infierno está realmente vacío, esto convierte a Jesús en un engañador, porque sus palabras dan por sentado que la gente ha ido allí – y seguirá yendo allí». «Así que podemos ver que la esperanza del Papa Francisco de que el infierno esté vacío no es una ilusión inofensiva. Aleja a las personas de la práctica seria de la fe y las aleja de guiar a otros a la práctica seria de la fe. Irónicamente, la esperanza de que el infierno esté vacío contribuirá en gran medida a llenarlo».
Hace no mucho tiempo, teníamos la esperanza de que el Vaticano tuviera una legislación sólida en temas económicos, por desgracia no es así, El caos y la confusión que reinan por doquier no es menor en el mundo financiero y económico y vivimos una avalancha legislativa caótica que se vuelve inútil. Tenemos nuevo ‘motu proprio’ y ya van…, sobre los contratos públicos que prohíbe hacer negocios con personas o empresas contra las cuales «hay investigaciones pendientes por delitos de blanqueo de capitales y autoblanqueo, corrupción, fraude, terrorismo y su financiación y explotación de las personas». Operadores económicos o empresas contra las cuales «se han dictado sentencias u otras medidas de expropiación, aunque no sean definitivas, o se encuentran en cualquier caso procesos penales pendientes», o si «existen sospechas fundadas de afiliación, incluso externa, a organizaciones criminales». Otro documento inútil, facilísimo de evitar, en el Vaticano nos conocemos todos y demasiado, las personas son las mismas, las empresas cambian de nombre y limpian su pasado con mucha facilidad.
Por cierto, es muy grave que cada día la oficina de prensa de la Santa Sede no pueda elaborar un boletín que no tenga un solo error. ¿Le pagamos a esta gente para que haga qué? ¿Dejarle hacer pasarelas y presentar libros? Matteo Bruni, Andrea Tornielli y Paolo Ruffini, ¿qué hacen aquí exactamente? El último motu proprio, otro más, y está firmado por el Papa en español. El idioma oficial del Estado de la Ciudad del Vaticano es el italiano y dado que el asunto concierne a la Santa Sede, debería publicarse en latín. Para empeorar la situación, estas personas en la sala de prensa también escriben el 6 de enero en lugar del 16 de enero como fecha de aprobación. ¡Sobre un texto de ley! ¿Estamos bromeando?
Otro año más sin ejercicios de la Curia, los motivos no se dicen, pero todos sabemos que es imposible que el Papa Francisco resista horas de ‘convivencia’ con sus colaboradores. Suponemos que mucho no le apetece y no creemos que su estado de salud lo permita. Un año más que no se suprimen, pero no se hacen. Comunicado oficial que invita a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de dicasterio y a los superiores de la Curia romana, «a vivir personalmente un período de Ejercicios Espirituales, suspendiendo la actividad laboral y reuniéndose en oración durante la primera semana de Cuaresma: desde la tarde del domingo 18 hasta la tarde del viernes 23 de febrero de 2024». En esa semana se suspenderán todos los compromisos del Santo Padre, incluida la audiencia general del miércoles 21 de febrero.
Sigue adelante la comisión parlamentaria sobre el caso Olandi, Fratelli d’Italia asumirá la presidencia. Los dos secretarios presidenciales serán de Lega y Forza Italia, en el Senado y la Cámara de Diputados, un importante paso adelante.
Incluso cuando se hace el ridículo hay que hacerlo con una cierta solemnidad y más en San Pedro. El domingo por la mañana, en la sala de reuniones del Capítulo de la Basílica, los primeros sacerdotes recibieron sugerencias sobre cómo abordar el nuevo camino pastoral. En San Pedro se preparan para las bendiciones ‘tucheras’, que después de todo lo dicho y contradicho no es muy fácil de organizar. El sacerdote ‘colocado delante’, nunca por la espalda, del solicitante deberá recitar ‘en voz baja’ una frase de bendición, naturalmente muy breve para no exceder el tiempo sugerido por el Prefecto del Dicasterio de la Fe, mientras con el dedo traza una ‘pequeña’ cruz en la frente de los fieles. El gesto, ‘simbólico y sencillo’ al mismo tiempo, debe ser ‘muy rápido’, respetando siempre el plazo ‘obligatorio’ de 15 segundos.
Hoy tenemos el funeral, en el altar de la cátedra, por Sergio Sebastiani, presidente emérito de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede. Cuando cae un cardenal todos se miran y hacen el ‘punto de la situación’ porque se dice que caen de tres en tres. Nos dicen que Abril se recupera, no es niño, y con un brazo roto por su caída navideña. La liturgia fúnebre será celebrada por el Card. Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, junto con los cardenales, arzobispos y obispos presentes. Al finalizar la celebración eucarística, el Papa presidirá el rito de la Ultima Commendatio y la Valedictio.
«¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?».
Buena lectura.