Escuchar, sí, todos, sí pero todo, no es posible. Y los primeros en excluir son ellos. A los que quieren comulgar en la boca o de rodillas. A los que quieren la misa tradicional
Oigan al P. Santiago Martím. Ha estado clarísimo.
Búsquenlo en Religión en Libertad pues yo soy incapaz de enlazarlo. Y vale la pena.