José Luis Astigarraga Lizarralde, Vicario apostólico emérito de Yurimaguas (Perú). Había nacido en Azcoitia el 4 de mayo de 1940. Tenía 76 años y era tres días mayor que yo. Pasionista.
Se le aceptó la renuncia el 17 de diciembre pasado por lo que sólo vivió como emérito un mes y tres días.
No tenía ni idea de su existencia ni de tal vicariato apostólico. Era una de las últimas reliquias de un tiempo glorioso en el que España envió miles de sacerdotes a los lugares de misión más abandonados del mundo y no pocos de ellos llegaron a la ordenación episcopal. Eso se ha terminado y ahora vienen de regiones remotas a evangelizar España. Triste vuelco de la historia.
Los próximos tiempos van a ser trágicos en la desaparición de casi la totalidad de nuestros misioneros: obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, porque ya apenas podemos mandar a nadie de lo que no hay aquí. Vida durísima la de casi todos ellos, seguramente con notables errores en bastantes, aunque creo que en la mayoría con la mejor voluntad.
Hoy, entre los cien obispos más ancianos de la Iglesia hay tres españoles. Dos de ellos misioneros. Uno, con más de cien años, es el segundo obispo con más años de la Iglesia. Y también vasco como Astigarraga.
Encomendad su alma a Dios.
