Catequesis del Papa: los “últimos días” de Jesús y el amor que no se rinde
por INFOVATICANA |
En la audiencia general de ayer, 13 de agosto, el Papa León XIV continuó su ciclo sobre los últimos días de la vida de Jesús y subrayó que Cristo ama incluso cuando conoce la fragilidad de sus amigos. Desde el Aula Pablo VI —con parte de los fieles fuera y otro grupo en la Basílica de San Pedro por el intenso calor— el Papa explicó que en la Última Cena Jesús no señaló a Judas ni lo acusó, sino que condujo a los discípulos a un examen de conciencia: “¿Seré yo?”.Comentando el Evangelio de san Marcos (14,18-21), León XIV sostuvo que el lamento del Señor ante la traición no es una maldición, sino el dolor de quien ama de verdad. El amor auténtico no prescinde de la verdad: ilumina, no encubre. Por eso la sala del Cenáculo se llenó de un “dolor silencioso” hecho de preguntas, vulnerabilidad y responsabilidad personal.
La pregunta que atraviesa los siglos: “¿Seré yo?”
El Papa destacó que la reacción de los discípulos —esa tristeza que pregunta— puede convertirse en espacio de conversión. Lejos de la desconfianza, la pregunta abre la puerta a reconocer el mal sin concederle la última palabra. “La salvación comienza cuando reconocemos nuestra fragilidad y dejamos que su amor nos alcance”, afirmó, invitando a cada fiel a mirarse con verdad ante Dios.
“La fe no elimina la posibilidad de caer; siempre abre la salida de la misericordia”, insistió el Pontífice. Jesús, aun frente a la traición, continúa confiando, sentándose a la mesa y partiendo el pan incluso para quien lo entregará. Esa “fuerza silenciosa de Dios” revela que nunca nos abandona.
Desarrollo de la audiencia: tres grupos y bendición final
Debido a las temperaturas, la audiencia se organizó de modo particular: un grupo dentro del Aula Pablo VI, otro frente al Aula y un tercero en la Basílica. Al finalizar, el Papa saludó y bendijo a los tres grupos, alentando a perseverar en la conversión durante el Año Jubilar y recordando que Jesús “nunca nos abandona”.
