El cardenal Frank Leo exhorta a redescubrir el Sagrado Corazón y rechazar símbolos contrarios a la fe

Ilustración del Sagrado Corazón de Jesús con corona de espinas y cruz ardiente

El arzobispo de Toronto, Frank Cardenal Leo, ha publicado una carta pastoral en la que anima a los católicos a redescubrir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús durante el mes de junio y a abstenerse de utilizar símbolos que, según sus palabras, no representan nuestra fe católica.

La misiva, fechada el 1 de junio pero publicada en el sitio oficial de la Archidiócesis, se enmarca en la tradición de dedicar junio al Sagrado Corazón. En ella, el cardenal subraya que este símbolo representa el amor de Cristo por la humanidad, su pasión voluntaria y su intercesión continua por el mundo.

Llamado a la coherencia simbólica y doctrinal

El cardenal Leo advierte sobre el uso de símbolos equivocados, inadecuados y de moda que no representan a los católicos y que, lejos de ayudar, contribuyen a la confusión, distorsiones y ambigüedades sobre lo que verdaderamente enseña la fe católica.

La carta puede leerse también como una respuesta indirecta a los intentos de introducir símbolos del movimiento LGBT durante el mes de junio. Sin mencionarlo explícitamente, el cardenal deja claro que tales expresiones no deben tener cabida en instituciones católicas.

Una invitación a la consagración

Además de la advertencia doctrinal, el purpurado alienta a renovar la consagración personal y familiar al Sagrado Corazón de Jesús. Recomienda también la lectura de la encíclica Dilexit Nos del papa Francisco.

La carta concluye con una súplica tradicional: Sagrado Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.


Carta íntegra del cardenal Frank Leo

Mensaje sobre el mes del Sagrado Corazón de Jesús
Su Eminencia el Cardenal Frank Leo
Arzobispo Metropolitano de Toronto

Queridos hermanos y hermanas, Que Jesús y María estén en vuestros corazones.

Entre el pueblo cristiano, es nuestro privilegio y alegría honrar de un modo muy especial al Sagrado Corazón de Jesús. Invito encarecidamente a todos los fieles a unirse en la celebración de Jesús en la realidad de su Corazón amante, ardiente, sacrificado y vivificador.

El Sagrado Corazón es uno de los símbolos más profundos y duraderos de la vida devocional católica, pues encapsula la profundidad del amor de Cristo. Significa el amor que motivó la Encarnación y su entrega en la Cruz para la redención del mundo.

Mientras que la esperanza nos ancla en el amor de Dios, está orientada hacia nuestra gloria futura con Él en su Reino. La esperanza anhela la unión con Dios y confía en que es verdaderamente posible.

Al meditar sobre el Sagrado Corazón, descubrimos el rostro personal de Dios. Es el Dios que se ha revelado y que ama profundamente a la humanidad.

El Sagrado Corazón nos ayuda a evitar divinizar cualquier cosa de este mundo. Nos recuerda que nuestras decisiones importan porque le importan a Dios.

El Sagrado Corazón, representado como el corazón físico de Cristo, simboliza su sufrimiento e irradia el fuego inextinguible de su amor. Este símbolo expresa nuestra dignidad y el amor sacrificado de Jesús.

Debemos asegurarnos de que los símbolos que utilizamos sean coherentes con nuestra fe y no tomados de foros ideológicos. Es preferible contar nuestra historia con nuestros propios símbolos.

Finalmente, durante este mes de junio, os animo a renovar vuestra consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Considerad consagraros vosotros mismos, vuestras familias y hogares.

Sagrado Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros.
Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.