El boletín oficial de la Santa Sede volvió a deleitarnos con una renuncia inesperada. El obispo de la diócesis de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez, renunció a los 59 años de edad.
Como es habitual en estos casos, la transparencia brilla por su ausencia. La Santa Sede no da nunca motivos de estas extrañas renuncias anticipadas y el protagonista emite un comunicado vacío y confuso que provoca que se desaten mil teorías (y ninguna buena) sobre los motivos reales que se esconden detrás de la dimisión.
«Por cuestiones de índole personal he presentado mi renuncia al gobierno pastoral como Obispo diocesano de San Rafael al Santo Padre Francisco a quien le agradezco su confianza cuando me nombró obispo de esta Diócesis», comienza diciendo en el comunicado el obispo Carlos María Domínguez.
El obispo agustino reconoce que esta decisión causa «perplejidad» entre los fieles diocesanos pero «créanme, esta decisión me causa un profundo dolor», añade. Según él, «durante tres años -uno como Administrador Apostólico y dos como Obispo diocesano- me entregué con todo el corazón a esta Iglesia de San Rafael».
El obispo ya cesado ha dado a los fieles «infinitas gracias por las incesantes muestras de afecto y por sentirme siempre acompañado por la oración de todos». También les ha pedido «perdón por lo que hice mal, por lo que no hice y por lo que no supe hacer».
«Los llevo a todos y a cada uno de ustedes en mi corazón: a mis hermanos sacerdotes; a los seminaristas; a los religiosos, religiosas y consagradas; a los laicos y a tantos que Dios puso en mi camino episcopal2, escribe en su carta de despedida.
Por último, monseñor Carlos María Domínguez invita a que recen mucho por él «que en estos momentos me hace mucha falta».
Viaje a Roma para verse con el Papa
Tras conocerse la renuncia y el comunicado del obispo, el portavoz de la diócesis de San Rafael relató a Diario San Rafael y FM Vos 94.5, que la decisión del obispo Domínguez fue de “índole personal” y que no se brindaron mayores detalles sobre los motivos que lo llevaron a dejar su cargo. “Cuando alguien toma una decisión de este tipo y la argumenta de esta manera, hay que respetarlo”, indicó.
En cuanto al futuro de monseñor Domínguez, Álvarez señaló que el obispo partió el miércoles rumbo a Buenos Aires y que su intención es viajar a Roma para reunirse con el Papa Francisco. “De momento, no hay información concreta sobre cuál será su próximo destino”, detalló.
El blog de Caminante Wanderer, que ya anunció hace unos días que algo ‘gordo’ iba a suceder en San Rafael, ha exigido «juicio y castigo ejemplar para el monstruo de Domínguez» dando a entender que detrás de esta precipitada renuncia podría haber casos graves de abusos que salpiquen al obispo agustino.